Castell¨®n: un coraz¨®n ¡®caminable¡¯ sin vuelta atr¨¢s

Marisol Villalonga no imaginaba hace diez a?os su negocio tal y como luce hoy. Es martes, hora de almuerzos, y la terraza de Casa Ana, la cafeter¨ªa que regenta desde hace dos en la c¨¦ntrica plaza Pescader¨ªa de Castell¨®n, no tiene mesas libres. ¡°Para m¨ª, y para mucha gente, la peatonalizaci¨®n de esta parte del centro ha sido para bien¡±, explica.

Su cafeter¨ªa se inserta en los 6.500 metros cuadrados peatonales que, seg¨²n el concejal de Movilidad Sostenible, Jorge Ribes, cosen el casco hist¨®rico castellonense. La mayor parte de la plaza Mayor, junto a Casa Ana, y el entorno del ayuntamiento, el mercado central, la concatedral de Santa Mar¨ªa y el campanario del Fadr¨ª est¨¢n liberados del tr¨¢fico.

La peatonalizaci¨®n de la plaza Mayor se hizo bajo el mandado de Alberto Fabra, del PP, y se inagur¨® a finales del 2011. Cost¨® 2,2 millones y se extendi¨® por Arcipreste Balaguer, pasaje Jos¨¦ Garc¨ªa, calle Vera y el vial perimetral de la plaza Santa Clara, a la que tambi¨¦n tiene salida el mercado. Aqu¨ª, en este motor comercial, las opiniones sobre el impacto social del corte al tr¨¢fico rodado se dividen.

¡°?Ves c¨®mo est¨¢ el mercado? Peatonalizar no fue buena idea. Al menos en horario comercial, los coches tendr¨ªan que poder pasar. La gente quiere la comodidad de las grandes superficies", explica Olga Adsuara, due?a de un puesto de ultramarinos, uno de los 64 del inmueble. Su gerente, Jos¨¦ Luis Hern¨¢ndez, asiente: ¡°Est¨¢ muy bien, pero al mercado central le ha afectado. Venir andando dificulta el transporte de la compra¡±. Aboga por combinar usos: ¡°La peatonalizaci¨®n de los centros urbanos debe ser mixta: con parte peatonal y zonas para veh¨ªculos¡±.

Castell¨®n tiene en proyecto la remodelaci¨®n de mercado central con fondos europeos. Hern¨¢ndez indica que no hay ¡°nada plasmado, pero el aparcamiento se queda, s¨ª o s¨ª¡±. Habla del aparcamiento de Santa Clara, en el subsuelo del mercado. Los propietarios de puestos tienen plazas reservadas y los clientes, una hora gratuita. Defensoras de esta medida son Asunci¨®n Tena y Ana Carrillo, pescaderas: ¡°Viene mucha gente gracias a esto¡±. Ven un acierto la peatonalizaci¨®n. ¡°Hay menos contaminaci¨®n, la gente va m¨¢s tranquila y puede pararse a mirar escaparates¡±, dice Asunci¨®n, m¨¢s entusiasta que Ana, a quien rebate cuando critica lo complicado de estacionar en el centro. ¡°Antes tampoco se pod¨ªa aparcar aqu¨ª, era un caos¡±, se?ala.

Transformar en caminable el centro urbano castellonense ha disparado la actividad cultural. Conciertos, ferias y hasta galer¨ªas de arte urbano se suceden casi en la plaza Mayor y zonas anexas. ¡°El uso actual de este espacio es excelente¡±, apostilla Eva ?lvarez, arquitecta y profesora de la Polit¨¦cnica de Valencia. ¡°Todos los proyectos de peatonalizaci¨®n son un ¨¦xito. La gente en principio tiene reticencias, pero luego nadie quiere volver atr¨¢s¡±, se?ala.

Seg¨²n esta experta, los proyectos para pacificar el tr¨¢fico y humanizar las ciudades, adem¨¢s del impacto ambiental por la merma de veh¨ªculos, revierten en la seguridad y la autonom¨ªa de los viandantes. En Castell¨®n la limitaci¨®n del tr¨¢fico rodado se ha suplido con la reordenaci¨®n en el centro de las l¨ªneas de autob¨²s y el servicio municipal de bicicletas; con el TRAM y m¨¢s carriles bici. Para ganar seguridad y autonom¨ªa, la peatonalizaci¨®n, dice ?lvarez, ha de acompa?arse de mejoras en la iluminaci¨®n y medidas que den vitalidad a las calles. Apela tambi¨¦n al impacto que los centros urbanos caminables tienen desde la perspectiva de g¨¦nero. ¡°Por estad¨ªstica, las mujeres son realmente peatonas: si se mejoran las zonas por donde transitan, se mejora su d¨ªa a d¨ªa¡±.