El caso del Hospital de Villalba

Ante el conflicto desatado desde hace tres meses en el Hospital General de Villalba (HGV) por las malas condiciones laborales y retributivas que sufren los trabajadores, Quir¨®nsalud ha querido asestar un duro golpe despidiendo a dos profesionales. El conflicto iniciado en el HGV no es solo un conflicto laboral por lo insostenible de la situaci¨®n que viven los profesionales. A las cargas de trabajo inasumibles, se juntan unos salarios muy inferiores a la media de los hospitales p¨²blicos dependientes del Servicio Madrile?o de Salud (SERMAS): estamos hablando de 1.100 € mensuales para un enfermero/a cuando en un hospital p¨²blico cobran unos 1.800 €. Pero detr¨¢s del HGV hay algo m¨¢s: hay un modelo de gesti¨®n p¨²blico-privada que no solo es opaco si no que facilita la corrupci¨®n. Y todo ello bajo el argumento de que el modelo facilita la libre elecci¨®n de hospital. Un modelo que tiene su precio. El problema es que no se conoce ese precio, pero s¨ª algunas de sus consecuencias.

El HGV es un hospital privado de Quir¨®nsalud, hoy en manos de la multinacional alemana de sanidad privada Fresenius, un grupo que cuenta con otros 3 hospitales en la Comunidad: el Hospital de Valdemoro, el Rey Juan Carlos de M¨®stoles y la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz (FJD).

Este tipo de hospitales, llevados a cabo bajo la controvertida f¨®rmula de Colaboraci¨®n P¨²blico-Privada (CPP), fueron impulsados por la expresidenta Esperanza Aguirre como un medio m¨¢s para abrir al mercado el sector p¨²blico sanitario. Se trata de un contrato entre lo p¨²blico y lo privado, en el que la gesti¨®n de los servicios sanitarios y los mal llamados ¡°no sanitarios¡± son gestionados por una empresa privada. Con estas concesiones a largo plazo, 30 a?os con posibilidad de ampliar a 10 a?os m¨¢s, la financiaci¨®n se realiza mediante una remuneraci¨®n per c¨¢pita de la Administraci¨®n en funci¨®n del ¨¢rea sanitaria cubierta y un pago ¡°adicional¡± por los pacientes que, sin estar en su ¨¢rea de cobertura, quieren tratarse en sus centros a trav¨¦s del sistema de libre elecci¨®n de hospital.

El resultado son compromisos firmados entre los gobiernos del PP y los due?os de estos hospitales que recogen condiciones muy ventajosas para las empresas y draconianas para el erario p¨²blico, todo ello en detrimento de la sanidad p¨²blica.

La construcci¨®n del Hospital se inici¨® en diciembre de 2010 bajo la presidencia de Esperanza Aguirre, sobre un terreno de 55.688 metros cuadrados cedido por el Ayuntamiento de Collado Villalba a la Consejer¨ªa de Sanidad. Se termin¨® de construir en diciembre de 2012. La Comunidad, presidida en ese momento por Ignacio Gonz¨¢lez, decidi¨® mantener cerrado el hospital hasta octubre de 2014 alegando pol¨ªticas de recortes. Durante el tiempo que permaneci¨® cerrado, la Consejer¨ªa de Sanidad pag¨® al due?o el importe de 938.465 euros al mes durante 22 meses. Es decir, 21 millones de euros sin dar ning¨²n tipo de prestaci¨®n sanitaria a la ciudadan¨ªa.

Adem¨¢s, se produjo un sobrecoste en la construcci¨®n. Estaba prevista una inversi¨®n de 108 millones pero la cifra final fue de 201 millones. Es decir, 93 millones m¨¢s.

Una vez en funcionamiento, ?es posible determinar si el HGV da un buen servicio, si es eficiente? ?Es posible saber su coste real? Las pr¨¢cticas actuales de contabilidad de este tipo de hospitales permiten a los gobiernos mantener el proyecto fuera de sus cuentas, ya que es el sector privado y no el Gobierno el titular del pr¨¦stamo que financia el proyecto. El coste real est¨¢ escondido fuera de balance y, por tanto, sus cifras no son transparentes ni auditables. Existe una falta total de informaci¨®n sobre los avales p¨²blicos. Estas pr¨¢cticas exponen las finanzas p¨²blicas a excesivos riesgos. Conduce en muchos casos a un aumento de oportunidades para el comportamiento corrupto. Es fundamental entender y denunciar c¨®mo funcionan y se enriquecen con fondos p¨²blicos las empresas que gestionan los hospitales privados integrados en el SERMAS, cuando esto es precisamente lo que condiciona la calidad de la atenci¨®n sanitaria que reciben m¨¢s de 2 millones de personas, y es un modelo en expansi¨®n. Por esa raz¨®n, la batalla que est¨¢n llevando a cabo los trabajadores del HGV nos ata?e a toda la ciudadan¨ªa, porque la lucha por unas mejores condiciones laborales y retributivas de los profesionales son la garant¨ªa para una mayor calidad asistencial.

Audita Sanidad es un colectivo de profesionales que defienden la Sanidad P¨²blica.