Tres d¨ªas de caminata independentista

Judith, de 17 a?os, estudiante de bachillerato del Jaume Call¨ªs, de Vic, est¨¢ tumbada en la autov¨ªa C-17, a la altura de Centelles, con la cabeza reposando sobre la mochila mientras chatea con su m¨®vil. Est¨¢ tomando fuerzas tras recorrer a pie los 20 ki¨®metros que separan Vic de Centelles (Barcelona) y dentro de un rato seguir¨¢ hacia La Garriga. La marcha es una de las cinco que salieron ayer desde otras tantas ciudades ¡ªel president Quim Torra se sum¨® a la de Girona¡ª y que desembocar¨¢n este viernes en Barcelona en favor de la libertad de los presos independentistas. El objetivo indisimulado de los organizadores, que lograron sin mayor problema cortar autov¨ªas y autopistas, es colapsar Catalu?a.

¡°Lo que ha pasado es una injusticia. La marcha me ha impresionado¡±, cuenta Judith, que est¨¢ de huelga y lleva desde el lunes participando en protestas. La C-17 se ha convertido en este punto en una especie de feria. La Asamblea Nacional Catalana ha dispuesto paradas con casetas para vender comida como tortilla, bocadillos y ensalada, y amenizado por un grupo que toca desde Bella Ciao hasta canciones en favor de la secesi¨®n. Las previsiones se han desbordado y han tenido que ir a buscar m¨¢s v¨ªveres: calculaban 500 personas y son 10.000, seg¨²n la Guardia Urbana de Vic. A menos de 100 metros, se otea una cola, sobre todo de camiones, y de conductores resignados a su suerte que hablan en un corrillo y que se sienten atrapados como en una ratonera. ¡°Ten¨ªa que llevar agua a los supermercados de La Garriga¡±, dice Gabriel, uno de los camioneros. ¡°Soy catal¨¢n, pero no de ellos¡±.

Bajo el lema ¡°Marchas por la libertad, autodeterminaci¨®n, libertad y basta de represi¨®n¡±, la movilizaci¨®n convoc¨® a miles de personas en Girona, Tarragona, T¨¤rrega (Lleida), Vic y Berga (Barcelona). Las protesta cuenta con el apoyo de ?mnium, aunque se han adherido los Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR), que llaman a ¡°bloquear el pa¨ªs de punta a punta¡± durante los tres d¨ªas. La acci¨®n comport¨® el bloqueo de buena parte de la C-17 y de la N-340, que comunica Tarragona con Barcelona para luego alcanzar la autopista. Tambi¨¦n de la A-2, en Igualada. En Girona, unas 10.000 personas participaron en la marcha. Adem¨¢s de Torra, recorrieron diversos tramos consejeros como Dami¨¤ Calvet, de Territorio; Alba Verg¨¦s (Sanidad); Jordi Puigner¨® (Pol¨ªticas Digitales) o Teresa Jord¨¤ (Agricultura). ¡°Puentes, calles, plazas y carreteras. Lo llenaremos todo hasta la victoria¡±, dijo Jord¨¤ en las redes.

Jubilados, j¨®venes, parejas empujando cochecitos de beb¨¦s o chicos con sus mascotas. La romer¨ªa congreg¨® a muchos aficionados al excursionismo, al menos por el atuendo de que luc¨ªan y la velocidad a la que avanzaban. Con el saco a cuestas, algunos demostraban su disposici¨®n a hacer las tres jornadas de caminata y dormir dos noches fuera de casa. La marcha discurri¨® en tono festivo lejos de las escenas de violencia de Barcelona. ¡°Hay mucho infiltrado¡±, dijo seguro un hombre acodado en la barra de la cafeter¨ªa de la estaci¨®n de Renfe de Vic. La marcha parti¨® all¨ª de la plaza rebautizada como la del Primero de Octubre, en la que se rindi¨® un peque?o homenaje a la ilustradora Pilar¨ªn Bayes y a Marta Torrecillas, la joven herida en una mano durante el 1-O. Los organizadores hicieron un pasillo a varios familiares de los presos hasta la pancarta que encabezada la marcha y que rezaba: ¡°Nuestra sentencia es la independencia¡±.

Encabezados por una decena de tractores, bicicletas y motos y cerrados por un bus escoba, la marcha de Vic cop¨® el carril direcci¨®n Barcelona y dej¨® libre el de sentido contrario, donde varios conductores pulsaban la bocina en se?al de complicidad. Algunos, en las colas, de dos kil¨®metros, no evitaban su disgusto. ¡°Ten¨ªa que llevar a primera hora a mi se?ora al hospital de la Sagrada Familia y aqu¨ª sigo. Llevo cinco horas¡±, lament¨® Josep Maria Percaula, de 74 a?os. LosMossos ayudaron a trasladarla al hospital. Esa carretera qued¨® cerrada hasta la tarde. ¡°Algunos conductores se han quejado pero es lo que hay. No se puede hacer nada¡±, dijo un agente.

Lo de la sentencia no tiene nombre. Somos un pueblo pac¨ªfico y lucharemos hasta el final para que los presos sean liberados y vuelvan los exiliados¡±, afirma Lluis,? un voluntario

Con esteladas a modo de capa o portando pancartas de apoyo a los presos, la serpiente andarina de Tarragona, liderada por el alcalde, Pau Ricom¨¤, fue bloqueando el tr¨¢fico a su paso. ¡°Es una causa que merece la pena¡±, contrapuso una conductora atrapada en una gasolinera. La marcha de Girona cont¨® con Elisenda Paluzie, la presidenta del la ANC; de Montse Bassa, la hermana de Dolors Bassa; y de Anna y Dolors, hermanas de Carles Puigdemont.

¡°Todos estamos sentenciados. Si la injusticia es ley, desobedecer es un derecho¡±, rezaba la pancarta a la altura del puente de Centelles. Ya es mediod¨ªa y tras cinco horas de marcha, la gente descansa. ¡°Todo el proceso ha sido injusto y lo de la sentencia no tiene nombre. Somos un pueblo pac¨ªfico y lucharemos hasta el final para que los presos sean liberados y vuelvan los exiliados¡±, afirma Lluis, un hombre de 66 a?os, jubilado, que particip¨® como voluntario. La fiesta sigue y Toni Randos, de 42 a?os, de Centelles, hace unas fotos a sus dos hijos, Iu y Lau, con patinete, a los que ha ido a buscar al colegio al mediod¨ªa. ¡°Soy independentista pero no muy militante. Pero estoy aqu¨ª porque la situaci¨®n lo merece¡±, dice. Margarida, de 64 a?os y Montserrat, de 72, dicen que son de ¡°la ANC, de Omnium, los CDR y lo que hace falta¡±. ¡°Tienen que liberarlos porque, si no, este ser¨¢ el final de Espa?a¡±.