?Cu¨¢ndo y c¨®mo se acabar¨¢?

Son tantas las cosas que ocurrieron estos ¨²ltimos d¨ªas en Catalu?a, que debo confesar que no s¨¦ por d¨®nde comenzar, teniendo en cuenta que uno ha de respetar las reglas del bien redactar y saber ordenar con criterio compositivo las ideas que quiere transmitir. Ideas tengo para transmitir, pero me cuesta saber por d¨®nde comenzar porque seg¨²n el orden en que las exponga puede suponer una jerarquizaci¨®n por mi parte de la importancia de las mismas. En el fondo podr¨ªa ser que tuviera la misma importancia, por ejemplo, lamentarse por las recientes declaraciones del ministro de Interior en funciones cuando declara, sin que ocurra nada en el dibujo de su cara, que los sucesos de violencia ocurridos estos d¨ªas en Barcelona son bastantes m¨¢s graves que los ocurridos en el Pa¨ªs Vasco. No s¨¦ si el se?or Marlaska quiere decir con ello que son m¨¢s graves que los ochocientos muertos por tiros en la nuca de ETA, o se refiere a algunas otras manifestaciones violentas que hayan ocurrido en el Pa¨ªs Vasco de las que yo no me enter¨¦.

Tambi¨¦n podr¨ªa empezar por ¡°lo volveremos a hacer¡± del todav¨ªa inevitable Quim Torra, o su declaraci¨®n contra la violencia ¡°venga de donde venga¡± cuando ¨¦l sabe que la violencia de estos d¨ªas viene y sigue viniendo siempre del mismo lado. (Me parece que el independentismo ha dividido su actividad agitadora en dos turnos, el turno de d¨ªa y el de noche, la buc¨®lica en el de d¨ªa y la extremadamente violenta en el de noche). Tambi¨¦n podr¨ªa empezar por la manipulaci¨®n de los informativos de TV3 estos d¨ªas, cont¨¢ndonos relatos enternecedores sobre las familiares marchas contra la sentencia del Tribunal Supremo (sentencia que yo hubiera dejado simplemente en inhabilitaci¨®n ad infinitum para el ejercicio de la pol¨ªtica para los encausados, por su probada incompetencia para su gesti¨®n). En el momento que escribo este art¨ªculo acabo de ver y escuchar en TV3 un breve reportaje sobre la manifestaci¨®n espa?olista del domingo (por cierto, ?qu¨¦ hace un partido catalanista de izquierda como el PSC, junto a PP y Ciudadanos, pir¨®manos de parecida entidad incendiaria a la de Torra). ?Y si empiezo por la triunfalista declaraci¨®n de Pedro S¨¢nchez, hace unos d¨ªa en un mitin, dando por derrotado al independentismo? Bueno, a esto no s¨¦ c¨®mo llamarlo, ?ceguera, necesidad desesperada de recuperar los votos que las encuestas le dicen que perder¨¢ el 10 de noviembre? Me parece que me voy a decantar por empezar haciendo la siguiente reflexi¨®n. Me llama mucho la atenci¨®n, por ejemplo, la llamada a la transversalidad del independentismo, estos d¨ªas de masivas concentraciones (no tanto como en otras ocasiones, digamos de paso). En las del turno de d¨ªa, por ejemplo, se ve a gente sin apuros econ¨®micos, gente que llega con holgura a fin de mes, los abuelos que observo no me parecen que sean los que ayudan con sus pensiones a los hijos en otros contextos sociales infinitamente m¨¢s precarios; los matrimonios j¨®venes, con uno o dos hijos, con indumentarias de calidad, ni?os que se ven a las claras lo espabilados que son gracias a las actividades extraescolares que sus padres pueden sufragar; ya no digamos los funcionarios retirados que muestran una envidiable puesta a punto de su salud f¨ªsica y mental. No veo a gente, en esas manifestaciones por la libertad y contra el estado espa?ol fascista (como reza un hastag por las redes), con cara de no aguantar m¨¢s la opresi¨®n a que son sometidos por ese Estado. Y por supuesto que su radiante felicidad, como si las puertas del para¨ªso estuvieran ya a ojos vista, poco tiene que ver con los rostros desesperados de los manifestantes chilenos que tienen que jugarse la vida por el aumento de las tarifas del metro. Tengo la impresi¨®n que la transversalidad que pide Junqueras es la que busca sumar a la clase trabajadora, porque ya cuenta con los que pueden pedir tres d¨ªas de permiso en su empresa para la marcha. ?Y si empiezo por las sorprendentes reacciones del independentismo ante la exhumaci¨®n del dictador del Valle de los Ca¨ªdos? Me dijo un independentista el otro d¨ªa que a ¨¦l le daba asco ese ¡°montaje electoralista del PSOE¡±. Vale, chaval, has descubierto el Mediterr¨¢neo. Pero mientras me lo dec¨ªa, me acordaba de las reacciones de asco y rabia de VOX.

Como ven, a base de no saber por d¨®nde empezar este art¨ªculo, lo empec¨¦ por varios sitios. Pero me temo que el verdadero problema, y no precisamente ret¨®rico, es c¨®mo acabarlo. Porque por no saber, no s¨¦ c¨®mo acabar¨¢ todo esto que nos est¨¢ pasando en Catalu?a y no nos merecemos.

J. Ernesto Ayala-Dip es cr¨ªtico literario.