¡°Este bloque est¨¢ podrido¡±
Badalona demoler¨¢ la finca desalojada esta semana por el mal estado de la infraestructura
Hace cinco d¨ªas que Siham, Mourad y sus cuatro hijos abandonaron su casa con lo puesto. El lunes apareci¨® una gran grieta en una de las fachadas de su edificio y el Ayuntamiento de Badalona, donde residen, decidi¨® desalojar a todos los vecinos por precauci¨®n. ¡°El bloque est¨¢ fatal. Llevamos 13 a?os aqu¨ª y siempre ha tenido problemas de agua, de luz, en las vigas... Tenemos miedo por los ni?os¡±, sostiene Siham, a pocos metros de su vivienda. El Ayuntamiento los ha realojado en un albergue de Sants, en Barcelona. El riesgo de derrumbe es tal que ni siquiera pueden volver a entrar a recoger sus pertenencias.
El Consistorio anunci¨® ayer que demoler¨¢ el edificio desalojado el pasado lunes por riesgo inminente de derrumbe. El inmueble, ubicado en el n¨²mero 16 del pasaje de la Torre, en el humilde barrio de La Salut, est¨¢ afectado por aluminosis y el viernes ya le cay¨® una pared de la fachada. El Ayuntamiento evacu¨® de forma preventiva a los 42 vecinos del edificio y a otros 63 de las 16 fincas colindantes. El gobierno local revel¨® que los propietarios ignoraron los requerimientos que desde 2017 enviaron los servicios municipales para reparar la finca.
Un cord¨®n policial impide el acceso al pasaje de la Torre. Siham y su familia esperan noticias en la esquina de la calle, con los carritos de los cr¨ªos llenos de ropa y dos barras de pan colgando. Lo del derrumbe del edificio, asegura, se ve¨ªa venir. ¡°El a?o pasado vinieron los de la compa?¨ªa de la luz y nos dijeron que ten¨ªamos aqu¨ª una bomba mortal, como en Sant Roc [en enero, un incendio en un edificio de este barrio caus¨® la muerte de tres personas]¡±, apunta esta madre. La familia avis¨® al Ayuntamiento de las humedades que se com¨ªan las viviendas y dieron parte a la trabajadora social. Pero la respuesta del Consistorio, seg¨²n la versi¨®n de estos afectados, fue nula. ¡°Nos dijeron que no pasaba nada. Que no nos quej¨¢ramos, que al menos ten¨ªamos un techo¡±, protesta ahora su marido, Mourad.
La finca que fue un ¡°castillo de hadas¡±
Francisco Gallego es vecino de La Salut de toda la vida. Como un curioso m¨¢s, ha querido acercarse al cord¨®n policial para ver el edificio que corre riesgo de derrumbe. ¡°Antes ah¨ª estaba una torre del Marqu¨¦s de Sant Mor¨ª, pero la derribaron en los setenta. Era enorme, como un castillo de hadas¡±, recuerda. El solar, cobijado entre el antiguo matadero y el Tur¨® d¡¯en Caritg, sirvi¨® de refugio para okupas en los a?os 60, rememora el vecino. La calle que cruza por delante fue el primer mercadillo del barrio. ¡°Hab¨ªa tiendas a los dos lados de la calle¡±. Ahora, apenas queda el centro de salud, reubicado estos d¨ªas a la espera del derribo, un colegio y un bar.
Tras una reuni¨®n en el Ayuntamiento con t¨¦cnicos municipales y bomberos, el alcalde, ?lex Pastor, dio luz verde a tramitar el derribo urgente del edificio, aunque no aclar¨® cu¨¢ndo. ¡°Por la seguridad de los vecinos, no queda otra que derrumbar este edificio. El riesgo de que se caiga es inminente y es imposible entrar¡±, apunt¨®. Dos empresas especializadas en derribos estudian c¨®mo proceder a la demolici¨®n. Si es que no se cae antes por s¨ª solo.
Desde la calle, un agujero en la fachada revela un cuarto de ba?o, con una lavadora y un v¨¢ter a la vista. A¨²n hay ropa colgada en uno de los pisos y las humedades reptan por una fachada desconchada y con ladrillos a la vista. ¡°El vecino del ¨¢tico fue al Ayuntamiento porque se le estaba cayendo la pared y lo ¨²nico que hicieron fue darle unos tubos y unas mallas para que los trozos no le cayesen a nadie encima. Y los tuvo que poner ¨¦l mismo¡±, lamenta Madelaine Hern¨¢ndez. La red sigue all¨ª, enmara?ada sobre una p¨¦rgola y cediendo al peso de los cascotes que cobija.
Madelaine vive en el edificio de al lado con sus tres hijos, pero tambi¨¦n ha sido desalojada preventivamente. ¡°Llevo 12 a?os en esta casa de alquiler. Entonces, el due?o vino porque hab¨ªa humedades y contratamos un arquitecto. Ya entonces nos dijo que en la pared que linda con el edificio no pod¨ªa clavar ni un clavo porque el edificio de al lado se ca¨ªa. Ese bloque est¨¢ podrido¡±, explica. Est¨¢ enfadada y triste, entre otras cosas, porque todo esto ya lo presagiaban. ¡°Al menos, estamos vivos¡±, se consuela.
El alcalde no concret¨® qu¨¦ ocurrir¨¢ con los vecinos desalojados. Asegur¨® que est¨¢n dando asistencia psicol¨®gica y dietas a las familias. A Siham, Mourad y sus hijos los han realojado en un albergue que, a su juicio, no es lugar para tener a los cr¨ªos. ¡°Hay gente bebiendo cerveza y oliendo a alcohol. Los ni?os no pueden ni ir al ba?o solos. Tienen miedo¡±, critica Siham. Madelaine protest¨® y la reubicaron en un hotel. Pero ellos, todos los afectados, solo quieren volver a su hogar y recuperar, al menos, alguna de sus pertenencias.
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