Esquerra ante su gran dilema

¡°De entrada, Esquerra no puede avalar el bloqueo pol¨ªtico con el PP, Ciudadanos y Vox¡±, aseguran fuentes de los republicanos sobre el voto del partido de Oriol Junqueras a la investidura de Pedro S¨¢nchez. ERC, fundamental para que el actual presidente en funciones revalide el cargo, se mantiene en el no. Pero algo se mueve. Si en el documento suscrito entre PSOE y Unidas Podemos se hablaba de ¡°crisis de convivencia¡± en Catalu?a, fue el propio S¨¢nchez quien el jueves pasado ya utiliz¨® los t¨¦rminos ¡°crisis pol¨ªtica y crisis territorial¡±, una terminolog¨ªa mucho m¨¢s grata al independentismo, que niega la existencia de conflicto en Catalu?a.

¡°Si solo fuesen los votos de la investidura sin haber elecciones catalanas en el horizonte, ERC dar¨ªa su apoyo a S¨¢nchez¡±, asegura un dirigente hist¨®rico de Converg¨¨ncia. Ahora bien, si decide apoyar al candidato del PSOE que se prepare: ¡°Lo que Rufi¨¢n le hizo a Puigdemont [oponerse a las elecciones en 2017 acus¨¢ndolo de venderse por 155 monedas] ahora Junts per Catalunya se lo devolver¨¢ con creces y por eso a los republicanos les tiemblan las piernas¡±, afirma el citado dirigente.

El partido de Junqueras asume que no puede avalar el bloqueo pol¨ªtico

Rufi¨¢n, con su actitud conciliadora a ojos de los soberanistas hiperventilados, ya ha tomado su propia medicina en las ¨²ltimas semanas: fue abroncado y acusado de botifler (traidor) por los m¨¢s radicales en una manifestaci¨®n independentista tras la sentencia a los l¨ªderes del proc¨¦s. ERC se halla atrapada en el juego de la gallina (dos personas conducen una contra la otra y el primero que cambia de direcci¨®n es el gallina) del soberanismo: a pesar de dirigirse hacia el precipicio pol¨ªtico, las tres formaciones independentistas ¡ªERC, JxCat y la CUP¡ª se resisten a ser la primera en levantar el pie del acelerador.

En ese concurso, Esquerra tiene tics que recuerdan a la vieja Converg¨¨ncia, aseguran los de Puigdemont, quienes acusan a los republicanos de posibilismo autonomista mientras se proclaman independentistas. ¡°JxCat es una religi¨®n, son nacionalistas, con mucho culto a la personalidad y apego a la magia¡±, aseguran desde ERC. ¡°Nosotros no pedimos cosas imposibles¡±, afirma Enric Mar¨ªn, hoy militante de base de Esquerra, secretario de Comunicaci¨®n del Gobierno tripartito catal¨¢n (2004-2006), presidente de la Corporaci¨®n Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA 2010-2012) y coautor con Joan Manuel Tresserras del libro Obertura Republicana. Catalunya despr¨¦s del nacionalisme, (P¨°rtic, 2019). Para Mar¨ªn, que particip¨® en el debate interno en apoyo de la moci¨®n de censura que hizo presidente a Pedro S¨¢nchez, ¡°hace falta concretar un escenario de di¨¢logo cre¨ªble, como han hecho ya algunos dirigentes del PSC sugiriendo una vuelta a la Declaraci¨®n de Pedralbes de hace justo un a?o, pero ha de ser una se?al n¨ªtida, clara y con calendario¡±.

La mesa de negociaci¨®n

¡°Pedro S¨¢nchez aseguraba hasta hace unos d¨ªas que no podr¨ªa dormir tranquilo con ministros de Podemos; ahora, al parecer, ya puede; pues lo mismo debe suceder con el independentismo¡±, agrega Mar¨ªn. Otras fuentes de ERC hablan con mayor precisi¨®n de una mesa de negociaci¨®n que avance en la v¨ªa canadiense, que discuta qu¨¦ pregunta o preguntas se deben hacer al electorado catal¨¢n en una consulta o que establezca, por ejemplo, si es preciso el tipo de f¨®rmula por plural que sea. ERC, de hecho, y tal y como avanz¨® este s¨¢bado EL PA?S, exigir¨¢ al PSOE si se abre a negociar la investidura de S¨¢nchez que se firme un compromiso que acote c¨®mo ser¨ªa esa mesa de di¨¢logo sobre el futuro de Catalu?a.

Todas las fuentes consultadas son conscientes de los riesgos que puede correr la propuesta de di¨¢logo de S¨¢nchez en el comit¨¦ federal de su propio partido, pero recuerdan que Esquerra ha descartado la declaraci¨®n unilateral de independencia en los documentos previos a la segunda parte de su congreso, que se celebrar¨¢ el 21 de diciembre. La direcci¨®n del partido se vio obligada a contemplar esta v¨ªa por la presi¨®n de un grupo de militantes cr¨ªticos con la l¨ªnea oficial en la conferencia que se desarroll¨® en julio de 2018.

El mayor temor es al uso que haga JuntsxCat de ese giro en la campa?a catalana

Ahora la propuesta de m¨¢ximos es no renunciar a un refer¨¦ndum unilateral, aunque se aboga preferentemente por una consulta pactada. A pesar de que en ERC la mayor¨ªa asegura que el partido se ha hecho m¨¢s metropolitano y se ha desprendido del sector m¨¢s carlista-ruralista no ser¨¢ f¨¢cil lograr ¡ªtras la condena a los l¨ªderes independentistas¡ª que toda la militancia cierre filas en torno a la direcci¨®n del partido.

Desde ERC, el sector m¨¢s izquierdista aboga por la abstenci¨®n a cambio de negociaci¨®n. ¡°Nosotros, cuando vamos a Madrid llevamos nuestro proyecto nacional, pero tambi¨¦n nuestro proyecto social y en este sentido no podemos olvidar al sector de la sociedad m¨¢s castigado por la crisis¡±, afirman fuentes de este sector. En caso de abrirse ERC al di¨¢logo, JxCat podr¨ªa acabar sum¨¢ndose a la abstenci¨®n, afirman algunos en Esquerra, quienes para justificarse ante sus bases y visualizar que ellos buscan puntos en com¨²n con otras fuerzas antes de negociar con el PSOE han propuesto que los de Puigdemont se sumen al di¨¢logo, como sucedi¨® con la Declaraci¨®n de Pedralbes. Otros, en cambio, creen que los planteamientos maximalistas de JxCat son irrealizables y no tienen cabida. En cualquier caso, una primera se?al la dar¨¢ a principios de diciembre la elecci¨®n de la mesa del Congreso, aseguran fuentes del PSC.

Las circunstancias pueden beneficiar la multiplicidad de pactos: la alianza de los comunes de Colau y el PSC precisa en el Ayuntamiento de Barcelona de los votos de ERC para aprobar los presupuestos. Asimismo, el vicepresidente del Govern, Pere Aragon¨¨s, necesita el apoyo de Catalunya en Com¨²-Podem a los presupuestos de la Generalitat de 2020, tras una pr¨®rroga de tres a?os.

No hay m¨¢s alianzas que las que trazan los intereses, sosten¨ªa C¨¢novas del Castillo. Jordi Pujol en las elecciones de 1996 pas¨® en tres d¨ªas de considerar a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ¡°una amenaza para Catalu?a¡± a hacerlo presidente. Y el PP pas¨® del ¡°Pujol, enano, habla en castellano¡± coreado por sus bases aquella jornada electoral a tener un presidente que hablaba catal¨¢n en la intimidad. Cosas de la negociaci¨®n por el poder.