Marineros sin marina
Tres clubes de vela cesan su actividad por restricciones legales. Sus locales quedan abandonados en la playa sin que nadie sepa cu¨¢ndo ser¨¢n derruidos. Ocho clubes m¨¢s est¨¢n afectados
![Bernat Coll](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff2e1feca-27fb-498e-b68b-a853b8607899.jpg?auth=c5091409746011d6f5e7b0032109a93e0299e88ca2f5e700748a97945370bb32&width=100&height=100&smart=true)
![Fachada del Club N¨¤utic de Cabrera de Mar, que lleva meses cerrado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LHP2U6IRXGL376JTQJBXWBPZZE.jpg?auth=4d76169e2214fb22915054bd6d1ab73539bb824c80ce83891b0912696fa85f3a&width=414)
A pie de mar, hay un edificio vac¨ªo en Cabrera de Mar. Tiene m¨¢s de 50 a?os de historia y alma marinera. Una valla mal fijada impide su acceso. El centro fue en su d¨ªa punto de encuentro de navegantes y amantes del mar, pero desde hace meses nadie traspasa la puerta que conduce al pasado. ¡°Club N¨¤utic Cabrera de Mar¡±, reza el cartel de la entrada. El club renunci¨® a principios de a?o al local por no cumplir con un reglamento vinculado a la Ley de Costas, y el edificio se mantiene cerrado a cal y canto a la espera de que el Estado lo derruya. Ahora es un edificio fantasma.
La situaci¨®n del club del Maresme es la punta de un iceberg que amenaza con llevarse por delante a muchos de los 63 clubes de vela de playa de Catalu?a. Los clubes de Canet y Pineda tambi¨¦n se han visto abocados al cierre. La norma, de 2014, impide ocupar m¨¢s de 300 metros cuadrados de superficie de playa. Y muchas de esas instalaciones, construidas hace a?os, los superan. ¡°Si se quieren tener unos vestuarios decentes y un espacio de reuni¨®n es muy dif¨ªcil no sobrepasar el tope. 300 metros como m¨¢ximo no es sostenible¡±, se queja Xavier Torres, presidente de la Federaci¨® Catalana de Vela. Ahora, la demarcaci¨®n de costas de Barcelona se ha puesto severa y quiere soluciones. O el club adapta su local social o este se va al suelo. El problema es el escaso presupuesto de los clubes. En las costas de Girona y Tarragona el peligro no parece tan inminente.
Los ocho clubes de vela con riesgo de desaparici¨®n
El club de Cabrera de Mar fue el primero en cerrar sus puertas por no cumplir con la Ley de Costas. Los clubes de Canet y Pineda tambi¨¦n tiraron la toalla, incapaces de cumplir la normativa. Su situaci¨®n asusta a ocho clubes m¨¢s, incapaces de asumir los costes de remodelaci¨®n exigidos. Son las entidades de Cubelles, Sitges, B¨¦tulo (Badalona), Calella, Vilassar de Mar, dos de Castelldefels y uno de Torredembarra. ¡°A veces les digo al resto de presidentes ¡®no os met¨¢is en este l¨ªo, porque lo cerrar¨¢n s¨ª o s¨ª¡¯, y pagar¨¢n los 60.000 euros de multa¡±, explica Joaquim Borr¨¤s, presidente del club de Cabrera.
Torres lamenta la falta de alternativas que el Estado ha ofrecido: ¡°El club de Cabrera present¨® 12 proyectos para adaptarse a la norma¡±, explica; ¡°y muchas veces no se obtuvo respuesta. Lo coherente es mantenerlo tal y como est¨¢, y que los nuevos clubes se adapten a la norma. Hay una carga social y deportiva evidente¡±.
La falta de actividad del club de Cabrera puso a la polic¨ªa local en alerta ante el riesgo de que se colaran grupos de okupas o sin techo pero los agentes solo han intervenido un m¨¢ximo de cinco veces. ¡°Pens¨¢bamos que nos traer¨ªa m¨¢s problemas¡±, admite un polic¨ªa. El Ayuntamiento analiza la situaci¨®n con cierta frustraci¨®n. ¡°Tener el edificio parado es un inconveniente¡±, advierte Ramon Vil¨¤, arquitecto municipal. ¡°Era un espacio de actividad l¨²dica, social y formativa; y ahora la situaci¨®n ha variado. Incluso limita la playa, que ya cuenta con su propia regresi¨®n de la arena¡±. El Estado aguarda la aprobaci¨®n de los Presupuestos para afrontar el coste de la demolici¨®n.
El club de Cabrera present¨® 12 proyectos para adaptarse a la norma y muchas veces no se obtuvo respuesta", dice el presidente de la Federaci¨®n Catalana de Vela
La Ley de Costas tambi¨¦n se ha llevado por delante los puestos de trabajo vinculados a los clubes. ¡°Tuve que despedir a cuatro personas¡±, explica Joaquim Borr¨¤s, expresidente del Club N¨¤utic de Cabrera. Algunos trabajadores fueron recolocadas en otros centros pero no todos tuvieron esa suerte. ¡°Los marineros encontraron otro club¡±.
Las perspectivas de los clubes no parecen halag¨¹e?as porque los socios ven las orejas al lobo. ¡°Ante las perspectivas legales, muchos lo dejan y buscan otras alternativas¡±, relata Borr¨¤s. ¡°La ley es la ley, y no te escapas¡±. El presidente pact¨® una salida con el club de Premi¨¤, que ofreci¨® a los socios afectados un precio de afiliaci¨®n m¨¢s ajustado. ¡°As¨ª ganamos todos: los socios tienen otro espacio; y Premi¨¤ gana actividad deportiva¡±, a?ade Borr¨¤s. Antes de mudarse, el club subast¨® todo lo susceptible de ser vendido para minimizar los gastos. ¡°As¨ª las cuotas salen m¨¢s baratas¡±.
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