¡°El toreo busca ense?ar la belleza del cuerpo humano¡±

Antes del pase¨ªllo, las figuras del toreo tienen una cita ineludible con Antonio L¨®pez. Este sastre madrile?o de 60 a?os lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas al frente de Ferm¨ªn, casa fundada en el coraz¨®n de la capital hace 56 a?os. En su taller, 11 personas contin¨²an confeccionando de forma artesanal trajes de luces a medida. Es una de las pocas sastrer¨ªas especializadas. Sobrevive al paso del tiempo y a la muerte de su creador, que leg¨® el testigo a su hermano. Diestros de la talla de Roca Rey, Morante o Jos¨¦ Tom¨¢s han depositado su confianza en L¨®pez, el sastre de la luz.

?Qu¨¦ signific¨® Ferm¨ªn para el sector?

Antes no hab¨ªa sastres especializados. Eran comerciales que se dedicaban a proporcionar productos. Mi hermano cambi¨® las cosas al empezar a hacer sus l¨ªneas y corregir defectos en los trajes.

?Y desde entonces?

Ha variado poco. Ahora hay m¨¢s belleza porque se da m¨¢s impresionismo a los bordados. Tambi¨¦n se hacen l¨ªneas m¨¢s verticales: embellecen la figura del torero, que ha ganado en estilismo. Antes la mano de obra era muy barata y se cargaban los vestidos, pesaban mucho.

?Se puede innovar a¨²n?

Siempre, pero debes respetar la tradici¨®n. El vestido de torear tiene una historia. No solo es la lucha del hombre con el toro, es la lucha de la vida envuelto en una belleza de luz. Son prendas que no se pueden alargar porque ser¨ªan f¨¢ciles de prender por el animal.

?No hay un material para repeler la cornada?

No, ni creo que deba existir. Si hay algo bello es el riesgo que entra?a enfrentarse al toro.

?Cu¨¢nto vale un traje?

Var¨ªa seg¨²n el trabajo que conlleve. Los hay desde los 3.500 euros hasta lo que quieras gastar.

?Qu¨¦ vida ¨²til tiene?

En el toreo todo es suerte. Normalmente sirve para diez corridas, pero hay quien lo usa en 25 o 30.

?Y los materiales?

Todos llevan m¨¢s o menos los mismos. Puedes darle m¨¢s ba?o de oro, pero eso genera m¨¢s peso.

?Todo el proceso es manual?

No se puede hacer de otra manera. Es imposible introducir una aguja de m¨¢quina por un canutillo. Por eso nadie se enfrasca en crear una m¨¢quina para estos menesteres; ser¨ªa ruinosa.

?Qu¨¦ le piden los toreros?

El torero viene con una ilusi¨®n, porque este mundo es de ilusi¨®n. Te dicen que le hagas un traje que le han visto a un antiguo matador de ¨¦xito. El mundo del toreo busca simplemente ense?ar la belleza del cuerpo humano. Luego hace un ballet con el animal.

?Renovarse o morir?

He hecho otras prendas, pero me centr¨¦ en lo taurino porque el grueso de nuestra clientela viene de ah¨ª. Durante un tiempo me dediqu¨¦ a la camiser¨ªa, la confecci¨®n de se?oras¡­ Son trabajos compatibles porque el traje de torear es un vestido de mujer hecho para un hombre.

?Habr¨ªa que echarle un capote?

Este sector es un reflejo de la sociedad. Si va bien, el mundo del toro va bien. Si va mal, es el primero que lo nota.

?Hay crisis?

No, pero se ha perdido el norte. Los movimientos pol¨ªticos cambian las directrices de los gustos. Premian m¨¢s unos que otros y eso conlleva lo que hoy estamos viviendo.

Los espectadores han descendido a la mitad en la ¨²ltima d¨¦cada.

Eso no es cierto. El problema es que hay un sector que chilla y la gente se retrae. Parece que al pueblo hay que desposeerle de su riqueza cultural para darle otra.

?Entiende la queja de los animalistas?

Pienso que est¨¢n confundidos. No hay nada bueno ni nada malo.

?C¨®mo se puede preservar la tradici¨®n?

Concienciando al pueblo de que la tauromaquia es su patrimonio y debe defenderlo, que no lo tiene que dejar en manos de las autoridades.

?Ha toreado alguna vez?

Todos los d¨ªas. El comercio es como el toreo. La responsabilidad es con las personas que tienes a tu cargo y no puedes jugarte un tropez¨®n.

?No piensa cortarse la coleta?

Paquirri dec¨ªa que no se retira uno, sino que le retiran. Cuando dejen de darme encargos, me marchar¨¦. Pero no ser¨¢ una huida.