Miguel Mil¨¢, cuando lo ¨²til no tiene por qu¨¦ ser feo
El pionero del dise?o espa?ol reflexiona en el libro ¡®Lo esencial¡¯ su legado te¨®rico, elogio a la est¨¦tica funcional

Miguel Mil¨¢ (Barcelona, 1931) detesta los bancos del aeropuerto de Bilbao de Calatrava. ¡°Est¨¢n encorvados, te obligan a inclinar el cuerpo al sentarte. Son horribles¡±, sentencia. El pionero del dise?o espa?ol tambi¨¦n aborrece ¡°los hoteles que solo tienen espacio para colocar una maleta¡±, beber el caf¨¦ cortado en vaso (¡°te quemas con los dedos, ?para qu¨¦ pensar¨¢n que existe el asa?¡±), los lavabos con fondo plano porque ¡°desaguan mal¡± o los ¡°platos pretenciosos¡± en ¡°restaurantes en los que la comida prima sobre la sensaci¨®n de confort de la gente que los habita¡±.
Su compromiso con la funcionalidad, su alergia a la ostentaci¨®n (¡°lo contrario a la naturalidad¡±) y su repulsa ante el mal dise?o no se han desvanecido con la edad. A sus 88 a?os, una de sus ¨²ltimas ideas es un artilugio de cart¨®n que coloca frente al televisor. Con ¨¦l tapa zonas estrat¨¦gicas de la pantalla en esa multipresencialidad que se estila en las tertulias televisivas: ¡°Dejan en un recuadro peque?ito a la persona que habla, que es a la que hay que mirar, mientras nos invaden con im¨¢genes en bucle de otro escenario que nos obligan a presenciar una y otra vez. Es horroroso¡±.
Al¨¦rgico a las tendencias ef¨ªmeras (¡°la moda es aquello que pasa de moda¡±), la ¡°terrible¡± tiran¨ªa de la obsolescencia programada y la deriva acelerada del consumo global, Mil¨¢, voz sensata del dise?o, tambi¨¦n tiene claro en lo que cree. Y se reduce a dos palabras: sentido y belleza. Porque lo ¨²til no tiene por qu¨¦ ser feo. Como ¨¦l mismo aclara sobre el valor de los objetos (y de la vida) en uno de sus aforismos espont¨¢neos, ¡°no siempre el lujo es un confort pero el confort siempre es un lujo¡±. Lo apunta de forma vitalista acompa?ado por su mujer y compa?era desde hace 56 a?os, Cuqui Valc¨¢rcel, algunos de sus cuatro hijos y la editora de Lumen, Mar¨ªa Fasce, que qued¨® prendada de su discurso tras leer una ¡°maravillosa entrevista¡± en 2017 y verse ¡°subrayando¡± casi todas las respuestas del cuestionario.

Con edici¨®n y ep¨ªlogo de la periodista especializada Anatxu Zabalbescoa, el premio Nacional del Dise?o y Medalla de Oro al M¨¦rito en las Bellas Artes presenta ahora dos a?os despu¨¦s Lo esencial. El dise?o y otras cosas de la vida(Lumen; Rosa dels Vents, en catal¨¢n), un libro a medio camino entre las memorias y el ensayo que funciona como legado te¨®rico y vital sobre c¨®mo habitar un mundo en el que sus objetos deber¨ªan acompa?arnos y hacernos la vida m¨¢s f¨¢cil. Su libro tambi¨¦n es una ventana a las bondades de lo dom¨¦stico (¡°los hijos te educan¡±) y una sentida postal a su entorno art¨ªstico y genealog¨ªa familiar. Sobrino de Perico Mil¨¢ (quien hizo construir La Monumental, la Casa Mil¨¢ y la Pedrera) e hijo de Jos¨¦ Mar¨ªa Mil¨¢ y Camps (presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona durante la dictadura de Primo de Rivera), tiene clara su herencia pol¨ªtica: ¡°De mi padre aprend¨ª lo de ser conservador progresista, porque siempre le preocup¨® mejorar las cosas en lugar de destruirlas¡±.
Impreso en camisetas
Af¨ªn al modelo Ikea por ¡°haber ense?ado buen dise?o con precios milagrosos¡±, el joven que iba para arquitecto pero acab¨® elevado a ¡°maestro artesano¡± revolucion¨® la d¨¦cada de los 60 con una l¨¢mparas funcionales y baratas (en su ¨¦poca) que sobreviven a todo tipo de modas. Sus creaciones, tan veneradas como copiadas entre las nuevas generaciones de dise?adores, han multiplicado su valor en un mercado tan rendido a su figura que hasta Zara le ha tanteado para poder imprimirlas en camisetas.
Tambi¨¦n son suyos los dise?os de los bancos en los que turistas y locales descansan en paseo de Gr¨¤cia o los vagones del metro de Barcelona que redise?¨® a petici¨®n de Oriol Bohigas, una de sus espinas creativas: ¡°Ten¨ªa que haber sido m¨¢s valiente y haber intervenido de forma m¨¢s contundente¡±, cuenta en el libro. ?l se muestra orgulloso ante el abrumador n¨²mero de plagios de sus imbatibles l¨¢mparas TMC, TMM y Cesta. ¡°Aunque me quitan una rentita, cuando ves que te han copiado sientes que has acertado¡±, dice con sonrisa p¨ªcara. ?Su ¨²ltima creaci¨®n? Un c¨¢ntaro para el museo de Argentona. El modelo, ¡°muy bello, o eso me dicen por lo bien que se vende¡±, es estrecho para que as¨ª pueda entrar sin problema alguno en la nevera. Un objeto que resume, de nuevo, su filosof¨ªa vital y esp¨ªritu creativo: ¡°Lo hice porque es mucho m¨¢s est¨¦tico ver un c¨¢ntaro roto en el suelo que una botella de pl¨¢stico abandonada¡±.
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