Puritanos y m¨¢rtires catalanes

Puritano tiene su origen en la palabra inglesa puritan. En Inglaterra y Escocia, durante el siglo XVI, llamaban puritanos a los reformistas que ped¨ªan que la Iglesia anglicana rompiese con el catolicismo romano. Su guerra civil acab¨® con la cabeza del rey en la guillotina, mientras una aristocracia burguesa y protestante tom¨® el poder; al final, de eso se trata, de mandar y decidir sobre un territorio. Una d¨¦cada despu¨¦s se restableci¨® la monarqu¨ªa. En general, llamamos puritanos a quienes son virtuosos y se apegan sin dudas a creencias y reglas. Dicho apego puede ser real o exagerado. Frecuentemente, exigen m¨¢s de lo que ellos est¨¢n dispuestos a sufrir. Tras leer los ¨²ltimos tuits de Quim Torra, he llegado a la conclusi¨®n de que el actual presidente de la Generalitat es un puritano del independentismo. No gobierna, se dedica en cuerpo y alma a llevar al pueblo catal¨¢n (el suyo) hacia la independencia. Y todo sacrificio, el de la ciudadan¨ªa, es poco.

Torra, que compar¨® el proc¨¦s con las marchas y acciones a favor de los derechos civiles de Gandhi, Rosa Parks o Luther King, sol¨ªa hacer bandera de la no violencia. En la forma de actuar y pensar del actual presidente, cat¨®lico y patriota, se observan similitudes con el carlismo catal¨¢n del siglo XIX. El famoso lema ¡°Deu, p¨¤tria, rei i furs¡± resum¨ªa los pilares de la santa tradici¨®n; el propio general Cabrera, l¨ªder de la primera y segunda guerra carlistas, colocaba al rey en ¨²ltimo lugar. El independentismo conservador que representa Torra ha eliminado al monarca, sustituy¨¦ndolo por la rep¨²blica catalana. Al igual que el carlismo, buscan sus creyentes en el interior, en el norte, fuera de las pobladas y mestizas metr¨®polis.

Tras semanas de marchas hacia Barcelona, barricadas y fuegos patri¨®ticos, sin escucharse una condena de la Generalitat, el president ha recomendado en las redes seguir los consejos del activista Paul Engler: ¡°Si los catalanes quer¨¦is ganar, ten¨¦is que polarizar mucho m¨¢s, presionar mucho m¨¢s y aceptar altos niveles de sacrificio¡±. Esas palabras forman parte del Manual de desobediencia, publicado por el norteamericano, a quienes muchos definen como un cat¨®lico de ultraizquierda.

El pueblo de Catalu?a no debe polarizarse m¨¢s, ni presionar m¨¢s; menos a¨²n aceptar ¡°altos niveles de sacrificio¡±

Este nuevo libro de cabecera del activismo recoge los pensamientos de un verdadero iluminado. Engler, en una entrevista concedida hace unos d¨ªas al diario digital Vilaweb, aseguraba: ¡°Los primeros cristianos dec¨ªan que la semilla de la iglesia era la sangre de los m¨¢rtires. Morir como un m¨¢rtir es inherente a los movimientos ganadores. No queremos que suceda, pero es inevitable una vez aumentas la tensi¨®n¡±. Acabas de leer el librito y tienes ganas de ir a Palau a reclamar la baja voluntaria. Ya en 2017 Rosa Maria Sard¨¤ devolvi¨® la Creu de Sant Jordi, con toda su laica raz¨®n. Represent¨® con su gesto a muchos comunes mortales que no pueden devolver cruces y solo esperan que el fanatismo vaya de farol, de pasar a la historia como patriotas con pensi¨®n vitalicia, chofer y despacho.

No son ¨¦pocas para m¨¢s sacrificios. Esta semana, los empresarios catalanes han demandado ¡°estabilidad pol¨ªtica¡± y un informe de PwC alerta de que ¡°las incertidumbres y la crisis pol¨ªtica han afectado a la inversi¨®n extranjera en Catalu?a y han frenado proyectos estrat¨¦gicos¡±. La situaci¨®n de la sanidad p¨²blica est¨¢ generando verdaderas v¨ªctimas entre la ciudadan¨ªa. El Colegio de M¨¦dicos, tambi¨¦n las asociaciones y sindicatos del sector, llevan meses advirtiendo sobre la par¨¢lisis del Govern y su incapacidad para impulsar proyectos. Actualmente, Catalu?a invierte en sanidad un 3,7% del PIB, mientras que en Espa?a es el 6,2%.

La pol¨ªtica parlamentaria tampoco es una religi¨®n que se nutra del martirio. No obstante, cuando ERC anunci¨® que iba a ir a negociar la investidura de Pedro S¨¢nchez, sus socios de Govern se lo tomaron fatal; los j¨®venes de la CUP y los CDR incluso asaltaron sedes de los republicanos. Cada d¨ªa son m¨¢s los ¡°traidores¡± y ¡°botiflers¡±. En las redes, los llamados ¡°independentistas puros¡± (o viceversa) mantienen su l¨ªnea ultranacionalista, desacreditando a todo el que abandona las esencias, haciendo xen¨®fobos juegos de palabras sin miedo a ultrapasar los l¨ªmites de la democracia y la ley. Como tienen muchos seguidores, luego van a las radios nacionales o a TV3 a seguir reclamando la acci¨®n unilateral.

Los catalanes que no forman parte del ¡°pueblo¡± de Torra y Puigdemont est¨¢n hartos, a la vez que sienten rechazo y algo de verg¨¹enza ajena ante tanto exceso. Poder circular por las carreteras sin miedo a aplastar a un grupo sardanista y conseguir iniciar el di¨¢logo pol¨ªtico son objetivos de los realistas, da igual si se declaran independentistas o constitucionalistas.

El pueblo de Catalu?a no tiene que polarizarse m¨¢s, ni presionar m¨¢s; menos a¨²n aceptar ¡°altos niveles de sacrificio¡±. Las inversiones y las empresas huyen del martirio, se asustan ante las hogueras. Gobiernen, pacten y d¨¦jense de in¨²tiles puritanismos.