Recrear el pasado

Al abrir el 2020 con la reposici¨®n de la vieja producci¨®n de Aida creada por Josep Mestres Cabanes en 1945, el Liceo propone algo m¨¢s que un ejercicio de nostalgia. El mismo teatro que el pasado octubre sorprend¨ªa en la inauguraci¨®n de la temporada con una apuesta por las tecnolog¨ªas de vanguardia ¡ªun montaje de Turandot,de Puccini, con est¨¦tica de videojuego, luces Led, brazos rob¨®ticos y gafas de realidad virtual, creado por el videocreador Franc Aleu¡ª, saluda el nuevo a?o con un emocionante viaje al pasado que nos transporta con bella artesan¨ªa teatral al Egipto fant¨¢stico e idealizado por Mestres Cabanes con hiperrealistas telones pintados, creados hace setenta y cinco a?os para su hist¨®rico montaje de la joya verdiana.

Dos mundos, dos est¨¦ticas, dos formas de so?ar la escena oper¨ªstica que, curiosamente, comparten un objetivo com¨²n que los une en el tiempo; en el fondo, entre la China de aires gal¨¢cticos de Aleu y el Egipto de papel pintado y perspectivas majestuosas de Mestres Cabanes, el reto es el mismo: sorprender al p¨²blico con un marco esc¨¦nico en el que se agiten las pasiones l¨ªricas.

Los decorados, restaurados por Jordi Castells, brillan con una bien matizada iluminaci¨®n de Albet Faura que usa focos de menor potencia: el calor que desprend¨ªan los focos modernos que el Liceo usaba hace veinte a?os pon¨ªa en peligro la integridad de los decorados de papel y la seguridad del teatro. Y los cantantes, acostumbrados al abrigo de las cajas esc¨¦nicas actuales, se sienten m¨¢s desnudos al cantar entre fr¨¢giles decorados que dejan el espacio abierto, limitando la proyecci¨®n de las voces. Verdi, pues, a la antigua usanza, pero con el mismo reto, dejar que la pasi¨®n por el canto, la belleza musical y el pulso dram¨¢tico de la partitura emocione al p¨²blico.