Algo no hacemos bien
La tormenta perfecta en una costa maltratada por la afici¨®n al cemento. La pregunta es si hay alguien que asuma y act¨²e frente a todos esos avisos
Esper¨¢bamos a que el cielo dijera basta para salir del mar y buscar refugio. No ten¨ªamos prisa. Pas¨¢bamos el rato viendo c¨®mo los bares recog¨ªan las terrazas y los turistas corr¨ªan para salvarse de lo que hab¨ªan juzgado mal e iban a ser m¨¢s de cuatro gotas. La calle del Mar no tardaba en inundarse. Apenas pasaba una media hora. Los tenderos se arremangaban los pantalones para echar las persianas, los vecinos proteg¨ªan las puertas y algunos turistas decid¨ªan que la tormenta no les iba a arruinar sus vacaciones y se sub¨ªan a sus colchonetas para llegar al hotel.
Los septiembres eran as¨ª en Malgrat cuando era un cr¨ªo. Y siguieron siendo as¨ª. Las llevantades en El Maresme no eran fen¨®menos extra?os, y mucho menos despu¨¦s de agostos c¨¢lidos y bochornosos. Pero la acci¨®n del hombre acab¨® haciendo sus efectos insoportables: se descarg¨® cemento a lo largo y ancho de la costa, se urbanizaron rieras, se construyeron grandes infraestructuras mar¨ªtimas o se foment¨® el turismo de masas. La bonanza econ¨®mica impidi¨® ver el otro lado de la moneda: las p¨¦rdidas de playas y los costes de reponerlas cada a?o, los pozos salados o los destrozos tras cada temporal.
Pero era septiembre. Y las consecuencias de los temporales pasaron a asumirse casi con naturalidad. Ahora es enero. Ni mucho menos, soy el m¨¢s viejo del lugar, pero lo m¨¢ximo que alcanza mi memoria es ver la playa nevada a comienzos de los ochenta. Ni puentes hundidos, ni La Tordera desbordada. Llamo a algunos veteranos y se remontan muy atr¨¢s para buscar alg¨²n episodio parecido.
No soy cient¨ªfico, pero la naturaleza no ha dejado de mandarnos se?ales de que algo no est¨¢bamos haciendo bien. Ahora Gloria nos ha dado un enorme bofet¨®n. Quienes s¨ª saben de ciencia nos advierten de que el litoral ser¨¢ una gran v¨ªctima del cambio clim¨¢tico: el nivel del mar subir¨¢ y los temporales ser¨¢n m¨¢s fuertes y frecuentes. La tormenta perfecta en una costa maltratada por la afici¨®n al cemento. La pregunta es si hay alguien que asuma y act¨²e frente a todos esos avisos o a corto plazo se reparar¨¢n solo los destrozos y el Govern seguir¨¢ haciendo imposible el significado de las palabras con planes contra el cambio clim¨¢tico basados, como inform¨® este diario, en ¡°compromisos voluntarios¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.