Elecciones, presupuestos y divisi¨®n

El bloque independentista est¨¢ fracturado. Patronales y sindicatos, divididos sobre la conveniencia de que los presupuestos de la Generalitat de Catalu?a se aprueben antes de las elecciones auton¨®micas. Las divergencias tambi¨¦n afectan a la parte catalana de la que en Madrid se presenta como una virtuosa familia unida: socialistas y comunes. El presente no es f¨¢cil y el futuro no ser¨¢ un camino de rosas. Y es que esta semana pol¨ªticamente vertiginosa empez¨® con un desayuno fuerte de seques amb butifarra: la inhabilitaci¨®n como diputado de Quim Torra. Aunque al president le gustan los platos pesados, su formaci¨®n digiri¨® muy mal la decisi¨®n que tomaron los republicanos a favor de que Torra no pudiera votar. En el hemiciclo del Parlament eran ostensibles los aspavientos de los diputados de Junts per Catalunya y algunos comentarios insultantes ¡ªentre dientes, eso s¨ª¡ª contra el presidente de C¨¢mara, Roger Torrent. A Ciudadanos le sal¨ªa competencia escenogr¨¢fica en la sala. El ambiente se cortaba. El mito de la unidad independentista se hund¨ªa. El camino decidido por ERC, materializado en su decisi¨®n de inhabilitar a Torra, abr¨ªa una v¨ªa de agua. A ese mar de confusi¨®n del procesismo le hab¨ªa llegado otra hora leninista de clarificaci¨®n: la de un paso adelante, dos pasos atr¨¢s, como sucedi¨® con bolcheviques y mencheviques.

Puigdemont fren¨® el adelanto electoral a la espera de hallar candidato

Ese lunes Carles Puigdemont guardaba un silencio sepulcral en las redes sociales. Esperaba a que los Verdes europeos le aceptaran a ¨¦l y a Toni Com¨ªn en su grupo, aseguran fuentes posconvergentes. Y no era pues el momento id¨®neo de criticar a una ERC valedora del ingreso de los dos de Waterloo en su grupo. Sin embargo, tanta discreci¨®n no le imped¨ªa participar en operaciones encubiertas. Ese mismo d¨ªa Puigdemont llev¨® la batuta por videoconferencia de la declaraci¨®n institucional que al d¨ªa siguiente deb¨ªa hacer p¨²blica Torra: aprobar los presupuestos de la Generalitat para 2020 y convocar elecciones. El martes, hasta 15 minutos antes de hacer la declaraci¨®n, el president no notific¨® la hoja de ruta a su vicepresidente, el republicano Pere Aragon¨¨s. El ambiente no era precisamente bueno. Torra, por voluntad propia, hubiera querido dimitir esa misma semana pero Junts per Catalunya necesita tiempo para decidir qui¨¦n ser¨¢ cabeza de lista electoral y ello le obligaba a un generoso retraso de la convocatoria.

Si todo sale como parece estar previsto, los presupuestos se aprobar¨¢n en marzo. Y en abril o mayo ¡ªa la espera de la velocidad del Tribunal Supremo en ratificar la inhabilitaci¨®n de Torra para cargo p¨²blico¡ª se celebrar¨¢n los comicios. Catalu?a arrastra unas cuentas reiteradamente prorrogadas desde 2017, en plena era de la virtud del recorte. Han sido a?os de ¡°momentos hist¨®ricos¡± que han llevado a algunos dirigentes independentistas a la c¨¢rcel y en los que las necesidades materiales de la poblaci¨®n han pasado a segundo plano. Por eso Javier Pacheco, secretario general de CC OO de Catalu?a, asegura que ¡°este pa¨ªs no puede seguir viviendo sin presupuestos; ?c¨®mo vamos a pagar a los funcionarios si no incrementamos el cap¨ªtulo 1, o a hacer m¨¢s inversi¨®n en ense?anza, salud y temas sociales?¡±. ¡°Que aprueben los presupuestos y luego convoquen elecciones, habr¨¢ tiempo para todo¡±, subraya Pacheco.

Esa visi¨®n, compartida por UGT, es diametralmente opuesta a la que mantiene la patronal catalana Foment del Treball. Su presidente, Josep S¨¢nchez Llibre, sostiene: ¡°No entendemos que despu¨¦s de tanto tiempo se aprueben presupuestos para convocar inmediatamente despu¨¦s elecciones; eso hipotecar¨¢ al pr¨®ximo Gobierno¡±. S¨¢nchez Llibre, que hace votos para que el di¨¢logo entre el Gobierno central y el catal¨¢n facilite ¡°el regreso de las grandes sedes empresariales que se fueron en 2017 de Catalu?a¡±, critica que ¡°el actual Govern plantee un incremento de la presi¨®n fiscal¡±.

Sindicatos y patronal discrepan sobre los presupuestos catalanes

Por el contrario, David Cid, portavoz de Econom¨ªa en el Parlament por Catalunya en Com¨² Podem, afirma: ¡°Con datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica de 2018, somos la octava comunidad en presi¨®n fiscal del Estado; lo que sucede es que a algunos no les gusta el aumento de Sucesiones, IRPF, tasa tur¨ªstica o del impuesto sobre las grandes compa?¨ªas el¨¦ctricas como el que tiene Extremadura¡±. En este sentido, Cid es taxativo: ¡°Si primero hubieran convocado elecciones nos habr¨ªamos quedado nuevamente sin presupuestos para 2020¡±. Los socialistas de Miquel Iceta, por su parte, aseguran que presentar¨¢n una enmienda a la totalidad a las cuentas si no incrementan el gasto. ¡°No se pueden hacer unos presupuestos que luego van a tener que aplicar otros¡±, afirma.

En medio del impenetrable galimat¨ªas, el jueves estall¨® la bomba de que La Moncloa hab¨ªa decidido la suspensi¨®n de la mesa de di¨¢logo entre los Gobiernos catal¨¢n y central hasta despu¨¦s de los comicios auton¨®micos. A las seis horas y tras intensas negociaciones entre PSOE y ERC, incluida la visita del republicano Gabriel Rufi¨¢n a La Moncloa, se restaur¨® la iniciativa. El exdiputado republicano Joan Tard¨¤ considera que ¡°lo de no reunir la mesa era una insensatez; si yo lo ve¨ªa as¨ª, que soy firme defensor de la negociaci¨®n, c¨®mo lo deb¨ªan ver los independentistas cr¨ªticos respecto a esa v¨ªa¡±. Tard¨¤ se pas¨® horas del fat¨ªdico jueves sin mirar las redes sociales. Desde Junts per Catalunya hablaban de la traici¨®n de ERC y se burlaban de c¨®mo les hab¨ªa vuelto a enga?ar el poder central. Los republicanos estaban sorprendidos de la torpeza de Pedro S¨¢nchez: ¡°No le hac¨ªa falta poner una fecha para la reuni¨®n, simplemente habilidad para no desconvocarla¡±, aseguraban fuentes de Esquerra. La gran paradoja es que gracias al pacto PSOE-ERC, el pr¨®ximo jueves Quim Torra se reunir¨¢ a mediod¨ªa con Pedro S¨¢nchez en el palau de la Generalitat. Los republicanos est¨¢n convencidos de que el programa de m¨¢ximos ¡ªautodeterminaci¨®n y amnist¨ªa para los presos¡ª que llevar¨¢ el president no es un inicio suave. ¡°Hemos dejado en manos de un pir¨®mano la extinci¨®n de un incendio¡±, afirman desde el sector negociador del independentismo.

Lo cierto es que Esquerra se halla entre dos fuegos: por un lado, el pacto con el PSOE que ser¨¢ de muy magros avances, y por otro, la presi¨®n de los soberanistas hiperventilados que les desgastar¨¢n todo lo posible con unas elecciones a la vista. El marco que ERC hab¨ªa imaginado era otro: ganar las elecciones y formar Gobierno en Catalu?a con un Junts per Catalunya en situaci¨®n de inferioridad pol¨ªtica. Ahora parece que la ruptura del independentismo hace dif¨ªcil imaginar ese marco. Por eso es importante que Madrid no falle. En ERC el pasado jueves recordaron la noche del 21 de enero de 2006. Ese d¨ªa el Real Madrid jugaba contra el C¨¢diz en el Santiago Bernab¨¦u y un indiscreto comentario en el m¨ªtico el palco del estadio permiti¨® que este diario conociera que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero estaba reunido en La Moncloa con el l¨ªder de la oposici¨®n catalana, el convergente Artur Mas. Ambos pactaban las l¨ªneas rojas del nuevo Estatuto catal¨¢n sin Pasqual Maragall y sus socios de ERC. Esquerra se enter¨® despu¨¦s del partido de la reuni¨®n. Ahora no quiere revivir esas noches de misterio.