Pegasus se despide, tras 40 a?os, con bullicio y entusiasmo
El grupo, que lleg¨® a actuar en el Carnegie Hall, abarrot¨® el Luz de Gas en su adi¨®s
¡°Hasta aqu¨ª; cerramos un ciclo de algo que ha sido realmente importante para nuestra vida y para mucha gente¡±, explica un Josep Mas, Kitflus, sonriente a pesar de ser una noche de despedida. El pasado jueves, tras cuarenta a?os de existencia, Pegasus se disolvi¨® como grupo en una sala Luz de Gas de Barcelona tan abarrotada como entusiasta. Amigos y seguidores exteriorizaron un bullicio que en nada se parec¨ªa a una despedida.
Pegasus siempre fue un grupo alegre, de los que contagian energ¨ªa y esa noche lo fueron a¨²n m¨¢s. Se jalearon solos, algunos electrizantes, y se bailaron ritmos, algunos tremendamente contagiosos. Todo envuelto una vez m¨¢s en una m¨²sica imposible de etiquetar a pesar de las cuatro d¨¦cadas, que le debe tanto al jazz, como al rock y nunca se desprende de un sabor t¨ªpicamente mediterr¨¢neo tan cercano a los int¨¦rpretes como a su p¨²blico. ¡°Nunca nos hemos planteado qu¨¦ tipo de m¨²sica era¡±, prosigue Kitflus, reci¨¦n llegado tras su gira internacional con Serrat y Sabina. ¡°Cada uno tra¨ªa ideas, las pas¨¢bamos por nuestro c¨®ctel vivencial y sal¨ªa un tema. Puede gustar o no, pero con un sonido personal¡±.
Arranc¨® Pegasus en 1980 como un aut¨¦ntico supergrupo de la escena catalana: Max Sunyer y Kitflus proced¨ªan de Iceberg; Rafa Escot¨¦, de G¨°tic, y Santi Arisa, de Fusioon: un pedigr¨ª irrefutable. Al principio se hablaba de jazz-rock, despu¨¦s de jazz-fusi¨®n o solo fusi¨®n y al final se olvidaron las etiquetas. Con o sin ellas se convirtieron en el basti¨®n de una m¨²sica atemporal que pod¨ªa gustar a casi cualquier p¨²blico. Llenaron polideportivos, festivales multitudinarios, llegaron a actuar en el Carnegie Hall o en el Festival de Montreux e incluso en 1983 entraron en Los 40 Principales con su Transmediterrani Expr¨¦s. ¡°Era otra ¨¦poca, hoy es impensable con un tema instrumental¡±, prosigue Kitflus. ¡°Hemos sido el ¨²nico grupo totalmente instrumental, porque la Dharma han cantado a veces¡±. A pesar de las caras sonrientes, no todo fue un camino de rosas. ¡°Nunca hemos podido vivir de Pegasus, solo durante una ¨¦poca en que entr¨¢bamos en las fiestas mayores¡±, apunta Arisa. ¡°Despu¨¦s lleg¨® el rock en catal¨¢n y dejaron de contratarnos. Al principio ¨ªbamos a festivales de rock, compart¨ªamos escenario con Sau o con Bar¨®n Rojo; despu¨¦s hemos pasado a tocar en festivales de jazz o c¨ªrculos culturales¡±. Y a?ade Kitflus: ¡°Siempre hemos ido a contracorriente¡±.
La desaparici¨®n de Pegasus tras unos a?os de actuaciones espor¨¢dicas ratifica la desafecci¨®n actual por la m¨²sica instrumental. ¡°Creo que lo que hacemos no es raro¡±, concluye Arisa. Los que el jueves llenaron Luz de Gas compart¨ªan esa opini¨®n y se dejaron arrastrar por una m¨²sica vital, contagiosa. Y se volvi¨® a bailar el Transmediterrani Expr¨¦s como si todav¨ªa estuviese en el top de los 40. Al final, r¨®tulos de ¡°A reveure¡±. Pues eso.
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