Una cadena humana de 8.000 mujeres da el pistoletazo de salida al 8-M

A las once de la ma?ana a llenarse los distintos ramales del recorrido: pancartas, bufandas, gorros, abrigos y paraguas morados, autobuses de los que bajaban decenas de mujeres de barrios, pueblos y otras comunidades como Castilla-La Mancha o Asturias, beb¨¦s en carros con lazos morados, lazos morados en los bastones de alguna se?ora, familias, grupos de amigas adolescentes, hombres maquillados y hombres sin maquillar, abuelos con sus nietos¡­ ¡°Somos todas y somos todos¡±, espetaba Carmela a la altura de ?pera. ¡°Los ¨²ltimos tres a?os han servido para que todo el mundo se vea concernido, yo he venido con mis compa?eros de clase de la Universidad y esto hace tres a?os era imposible¡±, observaba esta estudiante de Filolog¨ªa.

Las reivindicaciones, como quienes las hacen, se han ido ampliando y diversificando. Barrios y pueblos, por el derecho a la vivienda, ecofeminismo, precariedad laboral y cuidados, educaci¨®n feminista, cuidados y trabajadoras de hogar, pensiones dignas, disidencia de cuerpo, sexual y de g¨¦nero, antirracistas y autodefensa feminista son los tramos en los que se ha dividido la cadena. Esa diferenciaci¨®n tem¨¢tica, aseguraba Chelo Hern¨¢ndez, de la Comisi¨®n 8-M de Madrid, responde a ¡°un crecimiento horizontal¡± del movimiento: ¡°La huelga de estos dos ¨²ltimos a?os ha supuesto un empuje brutal para el fortalecimiento en barrios y pueblos, para llegar a esas mujeres a las que no lleg¨¢bamos, para que ellas se organicen, pongan en marcha acciones. Se han creado muchas organizaciones porque, aunque haya luchas comunes a todas, cada lugar tiene sus problemas y solo quienes viven en esos lugares pueden detectarlos y luchar contra ellos¡±.

A ello hac¨ªa referencia Adela, que ha ocupado el tramo de barrios y pueblos, entre Embajadores y Puerta de Toledo: ¡°Lo importante es que las mujeres estamos hablando, conoci¨¦ndonos y compartiendo experiencias que, aunque distintas, tienen la misma ra¨ªz y podemos entendernos. Cis, trans¡­ Unirse nos sirve para avanzar y eso es algo que recoge tambi¨¦n esta cadena hoy, que no es solo el centro de Madrid, tambi¨¦n el resto¡±. Ella, de Carabanchel, aseguraba estar encantada con ¡°la pluralidad creciente¡± del feminismo: ¡°No lo entiendo de otra manera, nunca he entendido las luchas internas que se pueden dar, son innecesarias. No hay debate en torno a los derechos humanos¡±.

En su mismo grupo iba ?ngeles, 67 a?os, jubilada desde hace tres. Contaba bajo un paraguas ya en la Puerta del Sol ¡ªd¨®nde todas las participantes han sido convocadas a las 12.45¡ª que aunque ha sido feminista desde que recuerda, solo ha podido llevar a la acci¨®n sus ideas una vez que se jubil¨®: ¡°Ahora tengo tiempo y ahora s¨ª. Estamos hasta las narices, de que asesinen a las mujeres y de todo lo dem¨¢s. Esto de hoy es solo una forma de relanzar la lucha de cara al 8 de marzo¡±. Este a?o, ese d¨ªa ser¨¢ domingo, una de las razones por las que en Madrid se ha decidido no convocar huelga, aunque s¨ª se har¨¢ en otros lugares como Catalu?a. La organizaci¨®n est¨¢ convencida de que eso ayudar¨¢ al n¨²mero de participantes en la manifestaci¨®n y esperan seguir creciendo en n¨²mero.

Una visibilidad que Claudia, de 25 a?os y del distrito de Latina, cree que es ¡°muy potente¡±: ¡°Que se nos vea, que se vea a las mujeres concienciadas pol¨ªticamente con el feminismo. Hoy, por ejemplo, con algo tan simb¨®lico como es rodear el centro de Madrid¡±. A su lado, Bel¨¦n, de 26, recordaba que este a?o, adem¨¢s, ¡°las feministas se enfrentan a un discurso muy agresivo¡±. Se refer¨ªa a la presencia del partido de ultraderecha Vox en el Ayuntamiento y en la Comunidad: ¡°Pero creo que con cosas como la de hoy queda claro que somos una resistencia bastante fuerte, y no lo vamos a poner f¨¢cil¡±.

En repetidas ocasiones durante las m¨¢s de dos horas que se alarg¨® la acci¨®n, las participantes corearon consignas contra el partido de Santiago Abascal, que en Madrid, como en el resto de Espa?a, ya se ha enfrentado en varias ocasiones y de frente con organizaciones de mujeres. Pilar, que estuvo en el tramo de vivienda, sonre¨ªa: ¡°Nosotras somos mayor¨ªa social. Ellos est¨¢n asustados y esto es solo una reacci¨®n¡±. Lleg¨® hasta Sol con su grupo, de Lavapi¨¦s, donde la gentrificaci¨®n ¡°y la especulaci¨®n¡± llevan tiempo desplazando a los vecinos del barrio: ¡°Este tema afecta a toda la ciudadan¨ªa, y afecta en la medida que tienes o m¨¢s bien no tienes dinero. Y en eso, como en todo, las mujeres estamos peor, la feminizaci¨®n de la pobreza es una realidad¡±. Esto, arguye, ¡°es cuesti¨®n de dinero, de poder y de justicia¡±. A su lado, una joven del mismo grupo a?ad¨ªa: ¡°Cuando te echan de tu casa te quedas sin hogar, pero tambi¨¦n sin arraigo y sin la red de apoyo que has creado y eso tambi¨¦n es m¨¢s dif¨ªcil para las mujeres¡±.

Para todas, esos 1.000 motivos que fueron el lema del pasado a?o siguen vigentes. ¡°De ah¨ª los tramos y las diferentes protestas y las diferentes acciones que quedan de aqu¨ª al 8-M¡±, espetaba la portavoz de la Comisi¨®n de Madrid pasadas ya las dos de la tarde. Mientras las ¨²ltimas participantes van abandonando la Puerta del Sol, donde permanecieron a pesar del sirimiri, Hern¨¢ndez conclu¨ªa: ¡°Este es el arranque de cara al d¨ªa 8 de marzo, pero no vamos a parar. Somos muchas las que hemos salido, salimos y seguiremos saliendo a la calle para luchar por nuestros derechos, que son los de todos, por la igualdad¡±.