Un anciano, al borde del desahucio por pagar el alquiler 29 d¨ªas tarde
El juzgado suspende el desalojo despu¨¦s de que lo solicitaran la Generalitat y Naciones Unidas
Un juzgado de Barcelona ha suspendido el desahucio previsto para este martes de Jacinto Ferrer, un hombre de 92 a?os que vive desde 1960 en un piso del barrio de El Clot. La decisi¨®n judicial se ha producido despu¨¦s de que tanto el Gobierno catal¨¢n como la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas suplicaran a las autoridades la paralizaci¨®n del desalojo para poder analizar el caso. Ferrer se hab¨ªa retrasado apenas 29 d¨ªas en el pago del alquiler. La Audiencia de Barcelona hab¨ªa ordenado, por esa demora, el desahucio del nonagenario a instancias de la propietaria de la vivienda.
¡°Con 92 a?os y en un estado de dependencia f¨ªsica severa (que requiere de atenciones especiales diarias) pero con plenas facultades mentales, expreso mi voluntad de permanecer hasta mis ¨²ltimos d¨ªas en la que es y ha sido mi casa, mi hogar¡±. As¨ª concluye Jacinto Ferrer, m¨¢s conocido en el barrio como Cinto, una carta publicada en las redes sociales del Observatorio de la Vivienda y el Turismo del Clot-Camp de l¡¯Arpa, la entidad que le apoya en su lucha para que no abandone el piso en el que vive de alquiler.
Cinto vive en el segundo piso del n¨²mero 60 de la calle Ruiz de Padr¨®n. Es muy conocido en el barrio porque hasta que cumpli¨® 71 a?os regent¨® una poller¨ªa en esa calle. En el piso ha vivido con su esposa y con sus dos hijas mellizas. Ahora solo le queda una de sus hijas. En 1960, el hombre firm¨® a su nombre un contrato de alquiler de renta antigua que le permit¨ªa vivir en el piso hasta el fin de sus d¨ªas.
D¨¦cadas m¨¢s tarde, en 1994, Rosa Mar¨ªa Balaguer¨® compr¨® el edificio junto al que entonces era su marido. Hoy, en ese edificio, que solo tiene tres pisos, viven la hija de Rosa Mar¨ªa (en el principal), el exmarido de la due?a (en el primer piso) y Cinto (en el segundo). Balaguer¨® le mantuvo el contrato de alquiler.
El incidente que puso en marcha el desahucio ocurri¨® en enero de 2018. El pago de la mensualidad ¡ªde 263,14 euros¡ª no se ingres¨® hasta el d¨ªa 29 de ese mes. La propietaria denunci¨® el retraso en el ingreso del alquiler y solicit¨® al juzgado que esa demora supusiera la anulaci¨®n del contrato. En el juicio, Cinto aport¨® la justificaci¨®n de todos los pagos, desde enero de 2015 hasta abril de 2018, y el juez de primera instancia le dio la raz¨®n. El juez expuso que, pese a que el Tribunal Supremo ha manifestado en diversas sentencias que ¡°el retraso en el pago de la renta, aunque se trate de una sola mensualidad de la misma, puede dar lugar a la resoluci¨®n del contrato por falta de pago¡±, el caso de Cinto es singular. La renta se hab¨ªa pagado el mismo mes de enero, el arrendatario es mayor de 90 a?os y no exist¨ªa voluntad de impago de la renta. Adem¨¢s, el hombre sufre una discapacidad del 75% y un grado dos de dependencia validado por la Generalitat. La propietaria present¨® un recurso contra la sentencia y, el pasado 17 de junio, la Audiencia de Barcelona le dio la raz¨®n. El tribunal anul¨® el contrato de arrendamiento y exigi¨® al anciano el abandono del inmueble.
El pasado 20 de enero, los funcionarios judiciales entraron en el piso y suspendieron el desahucio tras comprobar el estado en el que se encontraba Cinto. Para este martes estaba se?alado, de nuevo, el desalojo, que qued¨® este lunes suspendido tras la intervenci¨®n de Naciones Unidas.
En declaraciones a EL PA?S, Rosa Mar¨ªa Balaguer¨® mantiene que Cinto vendi¨® el a?o pasado un edificio en la calle Matanzas ¡°por el que ingres¨® 400.000 euros¡±. La propietaria asegura que, tras separarse, necesita el piso para vivir y que el anciano ha retrasado ¡°voluntariamente¡± varios pagos. ¡°La familia de Cinto quiere mantenerlo en este segundo sin ascensor¡±, lamenta. En un v¨ªdeo, el hombre explica sus intenciones: ¡°Esta casa es mi vida. Tengo que luchar. Morir¨¦ pronto, pero me quiero quedar aqu¨ª¡±.
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