L¡¯Hospitalet quiere ver el mar

Era uno de los chiquillos que los domingos de verano sub¨ªa al volquete de un cami¨®n, como muchos otros vecinos de su misma calle del barrio de Santa Eul¨¤lia, de L¡¯Hospitalet del Llobregat, rumbo al faro del Llobregat y a la playa de Can Tunis o de la Farola. ¡°Ten¨ªa unos seis o siete a?os y es una de las im¨¢genes m¨¢s claras de la infancia¡±, cuenta Vicen? Elipe, que 60 a?os despu¨¦s sigue viviendo en el mismo barrio. ¡°Recuerdo perfectamente que, adem¨¢s de la playa, hab¨ªa una laguna de agua dulce y que a veces se ahogaba gente. Era toda una excursi¨®n, sub¨ªamos media calle al cami¨®n que siempre ten¨ªa restos de grava, pas¨¢bamos por la barriada de barracas de La Bomba, donde est¨¢ la Seat ahora. Al llegar a la playa con ca?as y telas mont¨¢bamos un parapeto para protegernos del sol¡±, a?ade. A Vicen? le parece muy acertada la idea anunciada por la alcaldesa de L¡¯Hospitalet, N¨²ria Mar¨ªn, de que la ciudad pueda volver a asomarse al mar.

El 11 de mayo pr¨®ximo se cumplir¨¢n 100 a?os desde que las Cortes aprobaron la Ley de Expropiaci¨®n de terrenos para los puertos francos de Barcelona y Santander. Por medio de ese decreto, se expropiaron a L¡¯Hospitalet 947 hect¨¢reas por las que el Estado pag¨® 85.000 pesetas. Era un gran terreno de grandes explotaciones agr¨ªcolas en las que hab¨ªa, tambi¨¦n, unas 70 casas diseminadas. ¡°Pasaron 40 a?os hasta que se llev¨® a cabo el deslinde por medio de un decreto del Ayuntamiento de Barcelona para destinar los terrenos a una Zona Franca, no a un puerto franco, que fue el motivo de la expropiaci¨®n en 1920¡±, explica Josep Maria Solias, director del Museo de Historia de L¡¯Hospitalet. Una acci¨®n administrativa que no provoc¨® ning¨²n tipo de protesta ni contestaci¨®n.

Las fotograf¨ªas que tiene el Museo y las que hay en diferentes blogs dan fe de que el faro y la playa de la Farola eran un lugar bastante popular. Adem¨¢s, tambi¨¦n era una zona donde los pescadores faenaban. Hasta la llegada del Seat 600, la gente iba en tartanas. Aunque ahora cueste imaginarlo, se trataba de un paseo por caminos ¡ªuno de ellos se denominaba la carretera de la Farola¡ª en medio de campos cultivados en una de las zonas que primero se dedic¨® al cultivo de verduras para abastecer a Barcelona y para la exportaci¨®n.

Hace 100 a?os, el Estado expropi¨® los terrenos a la ciudad para un puerto franco

Los n¨²cleos de barracas y mas¨ªas diseminadas salpicaban las hect¨¢reas de cultivo. En 1912 se instal¨® en las proximidades del faro una f¨¢brica qu¨ªmica y las construcciones m¨¢s notorias eran dos mas¨ªas: La Puda ¡ªen alusi¨®n al mal olor que desprend¨ªan las aguas retenidas en la desembocadura del Llobregat, en la que se cocinaba los d¨ªas de fiesta en plan merendero¡ª y el hostal Cal Patirem. Ambos funcionaron hasta los a?os 30 del siglo XX, seg¨²n la informaci¨®n recogida por Solias. Dentro del barrio de barracas de La Bomba hab¨ªa un n¨²cleo, Can Pi, que era el lugar en el que viv¨ªan y trabajaban los basureros a los que hab¨ªan expulsado de Montju?c por la celebraci¨®n de la Exposici¨®n Universal de 1929. ¡°En los patios de sus casas se hac¨ªa el triaje de los residuos, lo que ahora entender¨ªamos como reciclaje¡±, ironiza el director del Museo.

¡°Creo que ten¨ªa unos nueve o diez a?os cuando dejamos de ir al faro y a la playa¡±, recuerda Vicen?. O sea, a principios de la d¨¦cada de los 60, cuando se empez¨® a dise?ar la Zona Franca. Luego llegaron m¨¢s cambios, como el desv¨ªo del r¨ªo Llobregat o el dise?o de la zona log¨ªstica (ZAL). Ahora el faro est¨¢ rodeado de instalaciones de productos energ¨¦ticos, de uno de los aparcamientos de camiones y de los dep¨®sitos de las terminales de l¨ªquidos.

El entorno actual nada tiene que ver con la primigenia construcci¨®n que dio paso al faro, la Torre de Cap del Riu que se levant¨® en 1567 para defender a Barcelona de ataques piratas. ¡°Despu¨¦s tambi¨¦n tuvo uso militar, como en la Guerra dels segadors¡±, apunta Solias. La arquitectura del faro es la t¨ªpica circular de la costa catalana que fue modificada por el ingeniero Sim¨®n Ferrer en 1845. Dos a?os despu¨¦s, el faro formaba parte del Plan General para el Alumbrado Mar¨ªtimo de las Costas y Puertos de Espa?a e islas adyacentes y se encendi¨® el 1 de marzo de 1852. En el siglo XIX estaba a 150 metros de la l¨ªnea de costa. El farero viv¨ªa en una construcci¨®n adyacente a la estructura circular del faro que en m¨¢s de una ocasi¨®n sufri¨® da?os en sus muros por el embate de las olas contra su estructura. Otras Glorias de otros tiempos.