El baile electrizante de ¡®A chorus line¡¯ sacude el T¨ªvoli
El montaje, con m¨²sica y baile precisos como un reloj suizo, traslada al mejor Broadway
?xito may¨²sculo en su estreno barcelon¨¦s del espectacular montaje del musical A chorus line codirigido por Antonio Banderas que el pasado noviembre inaugur¨® el Teatro Soho de M¨¢laga. Llega al Teatro T¨ªvoli (hasta el 29 de marzo) sin el glamur a?adido de ver en acci¨®n al famoso actor malague?o en el papel de Zack, que, tras las funciones en su ciudad natal, defiende con aplomo y car¨¢cter el actor, tambi¨¦n malague?o, Pablo Puyol. En todo caso, es el electrizante baile lo que deslumbra al p¨²blico en un m¨¢gico revival del espect¨¢culo original estrenado en Broadway en 1975.
Prometi¨® Banderas un Broadway genuino y lo es, de cabo a rabo, el impecable montaje de este cl¨¢sico, con elegante m¨²sica de Marvin Hamlisch, buenas canciones de Edward Kleban y eficaz libreto de James Kirkwood y Nicholas Dante. Es, de facto, una r¨¦plica exacta de la producci¨®n original concebida, coreografiada y dirigida por Michael Bennett, que estuvo 15 a?os en cartel.
A Chorus line
A chorus line. Libreto de James Kirkwood y Nicholas Dante. M¨²sica de Marvin Hamlisch y letras de Edward Kleban. Traducci¨®n de Ignacio Garc¨ªa May y Roser Batalla. Concepci¨®n, direcci¨®n y coreograf¨ªa originales de Michael Bennett. Reposici¨®n: Baayork Lee. Coodirecci¨®n: Antonio Banderas. Director musical: Arturo D¨ªez-Bocovich. Teatro T¨ªvoli. Barcelona, hasta el 29 de marzo.
La reposici¨®n corre a cargo de la bailarina, core¨®grafa y directora estadounidense Baayork Lee, que interpret¨® en su estreno el personaje de Connie Wong, inspirado en ella misma; refleja la lucha de una joven bajita pero muy grande en su pasi¨®n por ser bailarina contra viento y marea, papel que encarna con chispa la estadounidense Cassandra Hlong, que no habla espa?ol, pero se ha aprendido el papel para este montaje.
La obra, con eficaz traducci¨®n del libreto y las letras firmada por Ignacio Garc¨ªa May y Roser Batalla, es una celebraci¨®n del esp¨ªritu de lucha de unos j¨®venes bailarines dispuestos a dejarse la piel en los ensayos para conseguir un papel como coristas. Un escenario desnudo, unos espejos y una iluminaci¨®n milagrosa en la precisi¨®n de los focos, bastan para poner en pie un espect¨¢culo que ofrece la mejor coreograf¨ªa de un musical vista en Barcelona.
En el foso, bajo la direcci¨®n del malague?o Arturo D¨ªez-Boscovich, una potente orquesta de 15 instrumentistas, en riguroso directo, asegura el voltaje r¨ªtmico y el encanto l¨ªrico de la partitura. Pero es el conjunto de baile quien otorga car¨¢cter y fuerza a este cl¨¢sico que, tras su revival en Broadway en 2006, ha cobrado nuevos br¨ªos.
El arranque, con 26 bailarines en la sala de ensayos, es electrizante. El esp¨ªritu del baile inunda la escena con energ¨ªa contagiosa en los n¨²meros de conjunto. El list¨®n baja en las escenas habladas, lejos de la precisi¨®n, el brillo y la fuerza de los n¨²meros musicales. Son espl¨¦ndidos bailarines, algunos cantan bien y son menos lo que dan la misma talla como actores, pero es que dominar todos los registros del musical sin la tradici¨®n que atesoran los teatros de Nueva York y Londres es muy dif¨ªcil.
El argumento rompi¨® esquemas en los setenta por su tem¨¢tica y el uso de un lenguaje directo y urbano, a veces soez, que refleja el machismo y los prejuicios de la ¨¦poca. Pero as¨ª de duras son las audiciones para coristas de un musical cuyo director, Zack, pide a los ilusionados aspirantes que le cuenten sus vidas para conocerlos mejor antes de proceder a la criba para asignar solo ocho papeles.
Hoy resultan algo trilladas las historias de superaci¨®n personal, pero la m¨²sica y el baile funcionan con la precisi¨®n de un reloj suizo para mostrar el sello de distinci¨®n de A chorus line. Por encima del af¨¢n individual, han de dejar la vanidad personal a un lado para que el conjunto de baile tenga vida propia. Lo consiguen en One, el apote¨®sico n¨²mero final, con el brillo de las lentejuelas, que une a los coristas en un sue?o com¨²n que nos transporta a las esencias m¨¢s puras de Broadway.
Pablo Puyol defiende bien, con cierta rigidez, el papel de Zach, el core¨®grafo siempre presente, que dialoga, a veces en la oscuridad de la platea, con los aspirantes. Brillan en el equipo el carisma de la barcelonesa Kristina Alonso (Sheila); el magnetismo de la mexicana Estibalitz Ruiz (Diana) ¡ªde las que mejor cantan¡ª; el trepidante sentido del ritmo de Daniel D¨¦lion; la precisa t¨¦cnica de la alemana Sarah Schielke en el emocionante n¨²mero de Cassie, la ex de Zach que debe olvidar su pasado como estrella para adaptarse al coro; el desparpajo de Beatriz Mur (Val) y Fran del Pino (Al) o la vis c¨®mica de Albert Bolea (Bobby).
Antonio Banderas: "Amo a Barcelona desde mis inicios"
Cuando Banderas apareci¨® en la platea del T¨ªvoli, todas las miradas segu¨ªan sus pasos mientras el c¨¦lebre actor, elegante, sereno y sonriente, saludaba a amigos y colegas. Mercedes Sampietro, Manel Fuentes y Carlos Latre fueron de los primeros en darle un abrazo hasta que pudo sentarse en su butaca, dispuesto a ver un espect¨¢culo en el que ha puesto y dejado huella con su entrega como actor y codirector.
Tras el sensacional n¨²mero final, que entusiasm¨® al p¨²blico, la velada tuvo como ep¨ªlogo sus emocionadas palabras. ¡°Amo Barcelona desde mis inicios, porque para m¨ª era la vanguardia teatral, con el esp¨ªritu innovador de Els Joglars, Dagoll Dagom y el Teatre Lliure¡±.
No actu¨® ¡ªtan solo esboz¨® un paso de baile¡ª pero trasmiti¨® en su esperada intervenci¨®n amor y pasi¨®n por la entrega de tantos profesionales del mundo del espect¨¢culo que permanecen a la sombra de los divos. ¡°Estoy orgulloso de esta compa?¨ªa y me siento fel¨ªz. Es curioso, ahora que veo el espect¨¢culo sin actuar, siento que sigo formando parte de ¨¦l porque me veo reflejado en la ilusi¨®n y el esfuerzo de ese conjunto de bailarines¡±, declar¨® el actor recordando sus duros inicios. ¡°Por eso escogimos este musical para poner en marcha el Soho en M¨¢laga porque hizo historia en Broadway al poner el foco en las emociones y vivencias del coro, de la gente que sostiene los espect¨¢culos desde el fondo de la escena¡±.
Tambi¨¦n habl¨® de Barcelona y M¨¢laga, de esa ¡°conexi¨®n¡± entre tantos artistas que une a los dos ciudades. ¡°Picasso, N¨²ria Espert, que ahora mismo est¨¢ actuando en el Soho con Lorca, otro gran artista que am¨® Barcelona¡±, dijo entre aplausos. En la platea no faltaron representantes del mundo teatral, musical y televisivo, pero fue significativa la ausencia de pol¨ªticos, sin representaci¨®n institucional de Generalitat y Ayuntamiento.
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