La fr¨¢gil unidad del independentismo catal¨¢n

La unidad que el independentismo catal¨¢n exhibe en la mesa de di¨¢logo salta por los aires en cuanto vuelve a la cotidianeidad. Si el pasado mi¨¦rcoles las delegaciones de Junts per Catalunya y Esquerra ensayaron hasta la saciedad presentarse como un bloque sin fisuras ante el Gobierno central, apenas 24 horas despu¨¦s ambas formaciones votaban de distinta forma en el Congreso: los de Puigdemont se negaban a allanar la tramitaci¨®n de los Presupuestos; los republicanos se absten¨ªan y facilitaban que se aprobara la senda de d¨¦ficit.

La situaci¨®n del independentismo se asemeja a una fitna cor¨¢nica: pone a prueba la unidad de la comunidad de creyentes que se halla dividida. En la negociaci¨®n con el ap¨®stata ¡ªel Gobierno central¡ª hay que dar una imagen de f¨¦rrea fe com¨²n. Pero tanto Junts como ERC saben que sus diferencias estrat¨¦gicas desembocar¨¢n en una guerra electoral por la hegemon¨ªa de la umma, la comunidad soberanista catalana.

As¨ª lo muestran las acusaciones de ¡°deslealtad¡± lanzadas a los de Puigdemont desde Esquerra por votar los primeros en contra del objetivo de d¨¦ficit, mientras los segundos se absten¨ªan. Los republicanos aseguraron que nunca m¨¢s volver¨ªan a anticipar a Junts el sentido de su voto, porque con ello permit¨ªan a los de Puigdemont erigirse en guardianes de las esencias: sin poner en riesgo al Gobierno central, los fieles a Waterloo no manchaban su halo de pureza. ¡°Aunque la actitud de Junts asombre por su tacticismo, en realidad no es m¨¢s que una manifestaci¨®n del debate estrat¨¦gico de fondo entre ambas formaciones independentistas¡±, aseguran fuentes de Esquerra.

Artur Mas ha entrado de nuevo en juego esta semana con la publicaci¨®n de su libro

Lo cierto es que con las elecciones y la inhabilitaci¨®n del president Torra a la vista, los nervios frecuentan al ya agitado mundo soberanista. Y a los motivos pol¨ªticos se suman los judiciales. No serena los ¨¢nimos del independentismo m¨¢s pactista la fianza civil de 4,5 millones impuesta por el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a a dos diputados de ERC, uno de ellos Josep Maria Jov¨¦, integrante de la mesa de di¨¢logo con el Gobierno central. ¡°Eso debilita a quienes proponemos la v¨ªa del di¨¢logo y pone cuesta arriba la estabilidad pol¨ªtica¡±, afirman fuentes de Esquerra.

El d¨ªa a d¨ªa potencia la volubilidad de los partidos soberanistas y evidencia la fragilidad del tablero de juego, adem¨¢s de dar carnaza a una derecha volcada en desgastar al Gobierno e incapaz de proponer una v¨ªa de di¨¢logo a la situaci¨®n catalana. Un d¨ªa despu¨¦s de que se anunciara la salida tres veces por semana de Oriol Junqueras y Ra¨¹l Romeva de la c¨¢rcel de Lledoners, lleg¨® el procesamiento de los republicanos Jov¨¦ y Llu¨ªs Salvador.

El mitin del expresidente Puigdemont en Perpi?¨¢n, as¨ª como su propuesta de confrontaci¨®n pol¨ªtica con el Gobierno central, sit¨²a a los republicanos en una dif¨ªcil posici¨®n frente al electorado soberanista m¨¢s radical. Corren el riesgo de ceder terreno a sus rivales, que no cejan en su empe?o de presentar a una ERC d¨²ctil frente a un Junts gran¨ªtico e insobornable. ERC ha roto el cord¨®n umbilical con Waterloo, pero, al tiempo, sabe que no puede dejar sin marcaje a Junts. Por eso el s¨¢bado enviaron una delegaci¨®n de segunda fila a Perpi?¨¢n, aut¨¦ntico pistoletazo de salida de la campa?a electoral del expresidente y sus fieles bajo la bandera del Consell per la Rep¨²blica

A la espera del 7 de marzo

En este encaje de bolillos independentista ha entrado esta semana en juego Artur Mas con la presentaci¨®n de su libro Cabeza fr¨ªa, coraz¨®n caliente. La irrupci¨®n tiene diversas interpretaciones. La m¨¢s prosaica es que se le ha acabado la pensi¨®n como expresidente de la Generalitat que ten¨ªa concedida por cinco a?os, los mismos que fue presidente. Ese 80% del sueldo de presidente, aseguran fuentes de Junts, ser¨¢ del 60% a partir de los 65 a?os, en 2021, pero durante los pr¨®ximos meses se hallaba sin pensi¨®n y su libro le ofrece un generoso anticipo editorial. ¡°Mas corre el riesgo de quedarse en terreno de nadie¡±, dicen fuentes del PDeCAT.

El expresident asegura que no ser¨¢ el l¨ªder de un independentismo posconvergente dividido. Pero lo cierto es que en Waterloo desconf¨ªan de ¨¦l. En el otro lado, los disidentes de la formaci¨®n soberanista ven a Mas como el ¡°pariente ya mayor que se instala en tu casa: molesta pero no sabes c¨®mo decirle que no lo esperabas¡±. Este sector, del que forma parte Marta Pascal ¡ªque esta misma semana ha dejado su acta de senadora de Junts¡ª, tomar¨¢ relevancia p¨²blica el pr¨®ximo 7 de marzo, fecha en que uno de sus portavoces asegura que ¡°saldr¨¢n del armario¡±.