Izkia Siches: ¡°La seguridad no puede ser un asunto de derechas o izquierdas. Es un desaf¨ªo de Estado¡±
La primera ministra del Interior de Chile, de 36 a?os, reflexiona sobre los dos primeros y turbulentos meses en el poder. ¡°Cada d¨ªa mi adaptaci¨®n es mayor¡±, asegura
La cartera de Interior siempre ha sido la de mayor complejidad del Gobierno chileno, no solo porque se trata del cargo m¨¢s relevante despu¨¦s del presidente; tambi¨¦n porque quien la dirige asume asuntos como la coordinaci¨®n pol¨ªtica, la seguridad y el orden p¨²blico. Un ministerio que debe apagar incendios m¨²ltiples y que, por primera vez en la historia, est¨¢ dirigido por una mujer.
El liderazgo de Izkia Siches (Arica, 36 a?os), primera mujer en liderar la gremial de los m¨¦dicos, explot¨® en la pandemia. Fue una figura cre¨ªble para la ciudadan¨ªa y se convirti¨® en la contraparte de un Gobierno como el de Sebasti¨¢n Pi?era, que ten¨ªa todo en contra y con el estallido social de octubre de 2019 todav¨ªa caliente. Entre la primera y segunda vuelta presidencial, cuando Gabriel Boric qued¨® segundo tras Jos¨¦ Antonio Kast, el candidato de extrema derecha, Siches renunci¨® a su cargo gremial y se fue a hacer campa?a por el pa¨ªs con su hija de meses en un autob¨²s. Luego, acept¨® el cargo de Interior. Lo hizo sin experiencia parlamentaria ni gubernamental, como punta de lanza de una generaci¨®n que irrumpi¨® en el poder a solo 10 a?os de su debut p¨²blico. Siches lo hizo sin un partido que le apoyara. No milita y su equipo de asesores ¨Cmayoritariamente j¨®venes¨C son los que la acompa?aban en el Colegio M¨¦dico. Ella misma se ve muy joven; m¨¢s, incluso, que en la televisi¨®n o en las fotograf¨ªas.
El aterrizaje en Interior ha sido muy complejo. Debut¨® con un viaje a la zona de conflicto en La Araucan¨ªa, donde fue recibida con un atentado. Luego, ante el Congreso, realiz¨® una denuncia contra el Gobierno anterior que no era correcta. Su popularidad ha ca¨ªdo considerablemente: si en marzo ten¨ªa un 54% de respaldo, de acuerdo a la encuesta Plaza P¨²blica Cadem, en la ¨²ltima medici¨®n lleg¨® a un 33%. En un Gobierno que tambi¨¦n ha perdido apoyo ¨Cde un 50% a un 35%, seg¨²n el mismo sondeo¨C, ha sido la que m¨¢s ha ca¨ªdo en el Gabinete.
Se ha especulado sobre un cambio, aunque el propio Boric la ha respaldado y la ha designado p¨²blicamente como primus interpares ante el resto de ministros. Pese a las gruesas adversidades, la ministra se muestra amable y dispuesta a explayarse. La entrevista a EL PA?S debe adelantarse una hora y estrecharse el tiempo disponible, porque la agenda de Siches cambia con los minutos, como los innumerables incendios que tiene que apagar.
Pregunta. ?Imaginaba la magnitud de los desaf¨ªos que le iba a tocar enfrentar desde Interior?
Respuesta. Una de las cosas m¨¢s agobiantes es la cantidad de informaci¨®n que tenemos como Ministerio del Interior, se trata del registro de todos los conflictos en todo el territorio nacional, no solo los que aparecen por la prensa o las redes sociales. Desde que se corta el agua, los eventos clim¨¢ticos, homicidios, accidentes, cortes de carretera, protestas. Y todo en tiempo real, sumado a todas las crisis pol¨ªticas que se atraviesan. La contingencia cotidiana es m¨¢s de lo que uno hubiera pensado. Sobre todo el acceso a la informaci¨®n: saberlo absolutamente todo.
P. Su aterrizaje ha sido complejo, en especial el atentado que sufri¨® en la zona caliente del conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche.
R. Siempre supe que iba a ser complejo el aterrizaje en este ministerio, porque hay muchas aristas y mucho trabajo. Pero creo que cada d¨ªa vamos viendo c¨®mo se pueden ir resolviendo las distintas problem¨¢ticas. En el caso de Temucuicui, m¨¢s all¨¢ de la envergadura y de lo preocupante que es la situaci¨®n de violencia en la zona, personalmente no sent¨ª en riesgo mi vida en ning¨²n momento. Puede haber sido parte de la adrenalina, quiz¨¢, pero lo entend¨ª como una protesta, tal como ocurre en muchos lugares de nuestro pa¨ªs.
P. ?M¨¢s que un atentado, como usted misma lo defini¨®?
R. Yo vivo en un municipio del gran Santiago, La Florida, atravieso calles donde muchas veces hay protestas y tambi¨¦n donde muchas veces impera el narcotr¨¢fico, con armas de fuego¡ es parte de un desaf¨ªo del Chile real y profundo.
P. ?Le ha costado a este Gobierno comprender el est¨¢ndar de un cargo y de la institucionalidad?
R. Solo podr¨ªan tener ese nivel de conocimiento quienes hayan pertenecido al Ejecutivo. Ninguna de las otras funciones anteriores, ya sea parlamentaria, en alcald¨ªas u otras, pueden dimensionar lo que significa estar en el Ejecutivo. Sobre todo en el ejercicio de la presidencia o, en mi caso, el Ministerio del Interior. De todas maneras creo que hay un proceso de adaptaci¨®n y de aprendizaje. Pero esto tambi¨¦n es una gran oportunidad para no normalizar el funcionamiento habitual del Estado.
P. ?Hay algo en estos dos meses que la haya desalentado?
R. Quiz¨¢s uno siempre tiene que lidiar con las especulaciones de la prensa y con las agresiones personales. Y eso es algo que yo ¨Cprevio a asumir como ministra y cuando se me preguntaba por candidaturas- siempre plante¨¦: tenemos el deber, como pol¨ªticos y pol¨ªticas, de trabajar por un clima m¨¢s amable. Eso desalienta a muy buenos perfiles de personas brillantes que ser¨ªan una gran contribuci¨®n para el Estado, para el Parlamento, y que no est¨¢n disponibles porque el ambiente es as¨ª de t¨®xico. Hay presi¨®n, de los mismos actores pol¨ªticos. Y a todos los que nos ha correspondido asumir cargos de representaci¨®n o cargos de definici¨®n presidencial, nos ha tocado vivirlo con mayor o menor intensidad.
P. Usted pas¨® de la presidencia de un gremio al Ministerio del Interior¡
R. Para m¨ª, que ven¨ªa de un espacio mucho m¨¢s protegido que los otros ministros y ministras del comit¨¦ pol¨ªtico [Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Mario Marcel y Antonia Orellana] ha sido un poco m¨¢s agresivo. He recibido directamente muchas m¨¢s descalificaciones y agresiones.
P. ?Y este asunto la afecta en su trabajo?
R. En cada uno de estos embates, en vez de debilitarse, una se va haciendo un poquito m¨¢s fuerte. Se va endureciendo la piel. Y, sobre todo, tambi¨¦n va ponderando qu¨¦ cosas son importantes y qu¨¦ no. Y tambi¨¦n va palpando cu¨¢l es la situaci¨®n de la ciudadan¨ªa.
P. ?Y qu¨¦ es lo que usted observa de la ciudadan¨ªa?
R. Yo, en general, sigo percibiendo mucho afecto, mucho apoyo a nuestro Gobierno y mucho cari?o hacia el presidente. Eso es muy tranquilizador.
P. Usted ha sido criticada incluso desde su propia coalici¨®n. ?Cree que existe fuego amigo?
R. M¨¢s que fuego amigo, creo que hay expectativas en el desempe?o de mi cargo y hemos estado trabajando fuertemente como ministerio del Interior para, justamente, estar al nivel de esas expectativas. Espero que no solo gente de nuestra coalici¨®n, sino la ciudadan¨ªa, logre ver las acciones que estamos emprendiendo.
P. ?Se explica su ca¨ªda en las encuestas por las altas expectativas iniciales?
R. Hemos estado revisando las distintas encuestas y, evidentemente, son fotograf¨ªas de un momento. Me interesa que, con el trabajo cotidiano, podamos mostrarle a la ciudadan¨ªa que estamos en sinton¨ªa con su sentir y que queremos los mismos resultados que ellos esperan. Evidentemente, hay que trabajar en algunas ¨¢reas, pero seguir mostrando a qu¨¦ vinimos al Gobierno, hacerlo de forma efectiva y seguir mirando c¨®mo nos desenvolvemos con las personas.
P. ?No se siente v¨ªctima de intrigas palaciegas?
R. Entiendo que la pol¨ªtica funciona en parte as¨ª. Pero lo rechazo tajantemente. Me parece que es una mala f¨®rmula. Vengo de una cultura pol¨ªtica muy alejada de House of Cards y de peleas y rencillas internas. Soy muy refractaria a los off the record y a los comidillos de pasillo. Creo en una pol¨ªtica colectiva que, m¨¢s que competitiva, pretende sumar los esfuerzos de las distintas carteras. M¨¢s que codazos, nos dedicamos a impulsar un proyecto que no solamente le hace bien a nuestro Gobierno, sino tambi¨¦n a Chile.
P. ?En qu¨¦ momento asume el Gobierno de Boric?
R. Nuestro Gobierno asume en un momento en donde muchas de las heridas que vienen del estallido social no han terminado de sanar. Nos ha tocado hacernos cargo de distintos desaf¨ªos que surgieron de la pandemia, de la crisis econ¨®mica, de los aumentos de los casos delictivos, el n¨²mero de homicidios y el poder de fuego.
P. En materia de delincuencia, ?cu¨¢l es el diagn¨®stico?
R. En materia de delincuencia y narcotr¨¢fico, lo que sucede representa una llamada de alerta. Se requieren pol¨ªticas de Estado para que no siga aumentando el poder de fuego de las bandas criminales.
P. ?Les ha jugado en contra ese trauma hist¨®rico de la izquierda chilena sobre el uso de la fuerza por parte del Estado para mantener el orden?
R. Yo, como ministra del Interior, no tengo ning¨²n trauma al respecto. Soy madre, soy vecina y, al igual que gran parte de la ciudadan¨ªa, quiero vivir en un pa¨ªs m¨¢s ordenado, en paz, en donde el poder de fuego y los delincuentes est¨¦n contenidos. No tengo ning¨²n trauma y las polic¨ªas y el tema de seguridad no puede ser un asunto de derechas o izquierdas. Hoy en d¨ªa es un desaf¨ªo de Estado.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.