El secreto oficio de escribir discursos para presidentes en Am¨¦rica Latina
El libro ¡®Fantasmas de palacio¡¯, que se presenta el lunes en Madrid, saca por primera vez del armario a quienes redactaron discursos de siete mandatarios de la regi¨®n, como Bachelet, Mujica o Macri
A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos y el mundo anglosaj¨®n, en Am¨¦rica Latina el oficio de escribir discursos para presidentes tiene caracter¨ªsticas arraigadas: los que lo ejercen son discretos, jam¨¢s hablan con la prensa, no se contactan con colegas de otros pa¨ªses ni conocen sus nombres y, cosa extra?a, habitualmente ni siquiera se traspasan el saber acumulado cuando acaba un Gobierno, aunque el que lo suceda sea uno del mismo signo pol¨ªtico. En definitiva, se trata de un trabajo secreto, al menos hasta ahora. Los comunicadores pol¨ªticos Ximena Jara y Gonzalo Sarasqueta, chilena y argentino, respectivamente, han publicado un libro donde por primera vez sacan del armario a los escritores de discursos presidenciales de la regi¨®n. Es Fantasmas de palacio. Escritores de discursos presidenciales en Am¨¦rica Latina (Editorial Biblos), donde escriben los speechwriter de Lula da Silva ¨Cen sus anteriores Gobiernos¨C, Mauricio Macri, Rafael Correa, Juan Manuel Santos, Pepe Mujica, Vicente Fox y Michelle Bachelet. Presentado hace algunas semanas en Buenos Aires, este lunes se lanzar¨¢ en la Casa Am¨¦rica de Madrid.
¡°?Por que? escribir un libro sobre escritores poli?ticos en Ame?rica Latina? Principalmente, porque la sociedad sabe poco ¨Co nada¨C sobre la cocina de la palabra presidencial¡±, reflexionan los editores al inicio del libro, el primero que aborda el oficio de escribir discursos presidenciales desde la propia experiencia de quienes lo han ejercido en secreto. La periodista Jara, que sin cumplir los 30 a?os fue parte del equipo de contenidos del primer Gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010) y luego fue la principal escritora de discursos presidenciales en el segundo mandato (2014-2018), en una cafeter¨ªa del municipio de Providencia de Santiago de Chile cuenta que mientras trabaj¨® en La Moneda jam¨¢s concedi¨® una entrevista ni convers¨® ¨Cni siquiera confidencialmente¨C con la prensa. ¡°Incluso en mi curr¨ªculum escrib¨ªa mi cargo, pero no explicitaba en lo que consist¨ªa: escribir los discursos de la presidenta¡±, dice Jara, que habla de un oficio que en Am¨¦rica Latina se ejerce ¡°con mucho pudor, a diferencia de Estados Unidos donde, por ejemplo, gente como Jon Favreau son unos personajes¡±, en referencia a quien le escribi¨® los discursos a Barack Obama.
Todo comenz¨® cuando Sarasqueta entrevist¨® a Jara en Santiago de Chile para su tesis doctoral de Comunicaci¨®n Pol¨ªtica en la Universidad Complutense de Madrid, centrada en una comparaci¨®n entre los discursos de Bachelet y Mujica. Se reunieron en la capital chilena un 18 de octubre de 2019, el mismo d¨ªa del inicio del estallido social. Fue el inicio inolvidable de una amistad y complicidad profesional que llev¨® a la dupla a colaborar y a idear luego, en plena pandemia, un proyecto ambicioso: ¡°Sincerar una profesio?n en Ame?rica Latina¡±. Lo explica el libro: ¡°Sacar el oficio del palacio y ubicarlo donde se merece: de cara a la opinio?n pu?blica. En una ¨¦poca donde todo ¨Cviajes, comidas, amores, intimidades, etc¨¦tera¨C se trasluce en las redes sociales, seri?a una injusticia que este oficio quedase en el s¨®tano de la democracia¡±. En definitiva, como cuenta Jara en esta entrevista, ¡°juntar conocimiento colectivo porque, hasta ahora, cada vez que alguien llega a un Gobierno, pareciera que tuviera que inventar el oficio y se ve obligado a comenzar a trabajar desde la intuici¨®n¡±. Un intento de mayor profesionalizaci¨®n de un trabajo que en Am¨¦rica Latina se ejerce de forma diferente a otras latitudes.
Como Saraqueta ya hab¨ªa contactado para su tesis a Mat¨ªas Ponce, el escritor de discurso de Mujica, la dupla comenz¨® la b¨²squeda de otros redactores de discursos presidenciales, es decir, personas que, aunque han estado en el coraz¨®n mismo del poder, deben trabajar en total anonimato y desprendi¨¦ndose del ego: ¡°Ser invisibles¡±, resume Jara, que contact¨® a Julieta Herrera, la escritora de discursos de Macri cuando estuvo entre 2015 y 2019 en la Casa Rosada. Pese a trabajar para gobiernos de signos pol¨ªticos diferentes, Jara y Herrera conectaron r¨¢pidamente. ¡°Ninguna hab¨ªa conocido antes a otra speechwriter, lo que muestra la soledad en que se ejerce este trabajo¡±, comenta la editora chilena, que no recibi¨® negativas a la hora de invitar a sus colegas a formar parte de este libro. Es un texto que no busca contar infidencias ni concentrar una suma de an¨¦cdotas, pero aborda episodios espinosos como, por ejemplo, los discursos en las horas de mayor crisis.
En un cap¨ªtulo referido al segundo Gobierno de Bachelet, Jara habla del caso Caval, de comienzos de 2015, un esc¨¢ndalo referido a los negocios de la nuera y el hijo de la presidenta que salpic¨® profundamente a La Moneda. ¡°Justamente porque esta crisis teni?a un componente personal muy grande, cualquier borrador era necesariamente un insumo ma?s ante un mensaje que se configuraba de manera i?ntima¡±, escribe la periodista que admira al menos dos discursos del pasado reciente latinoamericano: ¡°El del chileno Eduardo Frei Montalva de 1962 cuando promulg¨® la reforma agraria ¨Cfue un discurso que cambiaba Chile¨C y el ¨²ltimo de campa?a de Ra¨²l Alfons¨ªn en 1983, que hace llorar¡±, asegura Jara. Para la periodista, Am¨¦rica Latina fue durante el siglo XX una regi¨®n donde los presidentes ¡°ten¨ªan una cosa m¨¢gica que encantaban a las multitudes, las hac¨ªan cambiar de parecer¡±, pero en la actualidad, ¡°el discurso grandilocuente propio del caudillismo ya cambi¨® y en la regi¨®n imperan los discursos desde lo cotidiano¡±.
Existen diferentes experiencias, porque a algunos presidentes les resulta especialmente complejo el contacto con la ciudadan¨ªa. El colombiano Santos, por ejemplo, ¡°se ha formado en los mejores salones y se expresa en un ingle?s perfecto, pero en el idioma del pueblo le es muy difi?cil hablar. Le cuesta encontrar las palabras que precisa, y cuando las encuentra se le enredan al pronunciarlas¡±, escribe en libro el publicista argentino A?ngel Beccassino, que asesor¨® al mandatario. Con el uruguayo Mujica ocurr¨ªan otro tipo de curiosidades. En un cap¨ªtulo llamado Como te digo una cosa, te digo la otra: el desafi?o de completar los discursos de Pepe Mujica, Ponce escribe: ¡°Mujica fue su propio hacedor de discursos, asesor y estratega de comunicacio?n. ?Y cua?l fue nuestro rol? Lo definiri?a ma?s bien como la reparacio?n de dan?os o los multiplicadores de sus discursos, anuncios de los que no estaba informado el resto del Gobierno, amplificadores de sus e?xitos¡±.
En tiempos en que los discursos presidenciales son fragmentados y permanentes ¨Cla mayor¨ªa de los mandatarios se comunica mucho a trav¨¦s de las redes¨C, el desaf¨ªo de Am¨¦rica Latina est¨¢ en pasar del discurso a un relato permanente y de largo plazo, dice Jara, que repite en esta entrevista: ¡°Los discursos no construyen al personaje. Decirlo ser¨ªa altanero y mentiroso¡±. Y como en todo oficio, cuenta la comunicadora pol¨ªtica, existen momentos muy frustrantes, como cuando un presidente abandona las hojas y comienza a improvisar: ¡°Si un presidente mira sus notas y las deja de lado, al equipo de discursos se le quiebra el coraz¨®n, porque su trabajo no estuvo en sinton¨ªa con el momento y, en definitiva, algo fall¨®¡±. Es algo que ¨Cdice Jara¨C habitualmente hace el actual presidente chileno, Gabriel Boric, que acostumbra a incorporar la literatura en sus intervenciones.
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