Neva Milicic, psic¨®loga: ¡°Un ni?o que pasa conectado al tel¨¦fono tiene menos empat¨ªa¡±
Es una de las voces m¨¢s destacadas en Chile para hablar sobre la infancia. En su ¨²ltimo libro, ¡®Los padres que queremos ser¡¯, se muestra preocupada: ¡°El lenguaje de los ni?os se ha reducido significativamente porque no conversan¡±
Frente a la casa de Neva Milicic (Santiago de Chile, 81 a?os) hay un colegio. Son cerca de las cuatro de la tarde y los alumnos est¨¢n en pleno recreo escolar. Se escuchan voces y gritos infantiles en coro. Frente a su casa, en el sector oriente de la capital, hay ni?os. Ni?os a los que la psic¨®loga chilena, profesora em¨¦rita de la Pontificia Universidad Cat¨®lica y autora de m¨¢s de 15 libros, ha dedicado su carrera profesional por entender y por los que sigue ocupando sus horas.
Este a?o junto a las tambi¨¦n psic¨®logas Teresita Marchant y su hija, Soledad L¨®pez de L¨¦rida, public¨® Los padres que queremos ser (Ediciones El Mercurio). ¡°Es una actualizaci¨®n de todo lo que hab¨ªamos escrito para padres, con una mirada desde las ¨²ltimas investigaciones en neurociencias y considerando que los ni?os han cambiado tanto¡±, dice Milicic sentada en su cuarto repleto de libros.
Esa diferencia entre los ni?os de antes y los de ahora est¨¢ relacionada con la irrupci¨®n de la tecnolog¨ªa, argumenta la psic¨®loga: ¡°No es algo que pase solamente en Chile, sino en todo el mundo. El celular se ha vuelto multifuncional y los ni?os pueden hacer muchas cosas con ¨¦l como comunicarse y jugar. Pasan mucho m¨¢s tiempo dedicados al celular que a otras actividades. Y algo muy importante es saber que toda acci¨®n que t¨² haces y, especialmente cuando eres ni?o o adolescente, tiene un impacto en tu arquitectura cerebral. Como dice un famoso neurocient¨ªfico, [Daniel J.] Siegel: ¡®Toda acci¨®n educativa crea cerebro¡¯¡±. Y Milicic, siempre mirando directamente a los ojos, agregar¨¢ m¨¢s adelante: ¡°Lo que uno deja de hacer tambi¨¦n construye cerebro¡±.
Sobre los efectos de la constante compa?¨ªa de la tecnolog¨ªa, explica: ¡°Un ni?o que pasa conectado a esto [el celular] no est¨¢ conectado con el otro, entonces tiene menos empat¨ªa. Pero, adem¨¢s, dejar de hacer otras cosas como hablar. Las evaluaciones en casi todos los pa¨ªses muestran que el lenguaje de los ni?os se ha reducido significativamente porque no conversan¡±, apunta.
Luego Milicic cuenta una historia para ilustrar el tipo de relaciones que se han forjado en el ¨²ltimo tiempo: ¡°Un d¨ªa fuimos con mi hija psic¨®loga a tomar un caf¨¦ y, sentado al lado nuestro, hab¨ªa una mam¨¢ hablando por tel¨¦fono junto a una guagua [beb¨¦] de diez meses con el Ipad puesto delante (...) Despu¨¦s de un rato la mam¨¢ termin¨® de hablar y decidi¨® darle bola [atenci¨®n]. Entonces le quit¨® el Ipad y la guagua gritaba como qui¨¦n la hubiera matado. Hizo un intento, pero despu¨¦s se lo devolvi¨®. Entonces, mi hija dijo: ¡®A esa guagua ya la perdimos¡¯¡±.
Esa falta de relaciones sociales ha derivado en un aumento de la violencia en los ni?os, sostiene Milicic: ¡°Los v¨ªnculos son muy importantes para la estabilidad emocional y para la construcci¨®n del cerebro. Y el problema de v¨ªnculos que tenemos ahora es atroz, los ni?os se agreden de una manera impresionante¡±, comenta. Esa violencia se ve reforzada por el tipo de interacciones que se dan en el mundo actual, a?ade: ¡°Los ni?os aprenden por modelaje y ven este modelo de sociedad as¨ª de violento que resuelve todas sus disputas a trav¨¦s de las bombas y de los asesinatos. Entonces, hay una sensaci¨®n constante de estar en peligro¡±, indica.
Milicic es enf¨¢tica en decir que los niveles de violencia en Chile tambi¨¦n est¨¢n relacionados con la irrupci¨®n del narcotr¨¢fico: ¡°En las poblaciones los narcotraficantes buscan hacer adictos a los ni?os, les regalan cosas, hacen fiestas. Les ense?an una manera f¨¢cil de hacer dinero en una sociedad en la que el dinero es tan importante y donde hay pocos trabajos y la gente tiene sueldos muy bajos¡±. La psic¨®loga agrega que en los barrios vulnerables el ambiente es muy hostil: ¡°Los ni?os socializan poco en las poblaciones porque t¨² no puedes dejar ir a un ni?o a la esquina y las plazas son los mejores lugares de los narcotraficantes¡±.
Es en los colegios donde se hace tangible la violencia que impera, indica: ¡°Los profesores est¨¢n asustados porque los ni?os est¨¢n agresivos¡±, dice y apunta que la soluci¨®n est¨¢ en reducir el n¨²mero de estudiantes en las salas de clases. ¡°El Instituto Nacional [uno de los liceos emblem¨¢ticos de Santiago de Chile] se fue al tacho cuando creci¨®, cuando logr¨® 4.000 alumnos nadie m¨¢s pudo controlarlo. Los colegios no pueden ser tan grandes, deben tener 1.200 alumnos (...) Eso es algo que se podr¨ªa hacer ahora porque las tasas de natalidad han bajado mucho¡±, indica.
¡°Hay que reducir el n¨²mero de alumnos por clase para hacer una educaci¨®n m¨¢s humana en que tengas tiempo de mirar cu¨¢les son los talentos de los ni?os. Yo siempre me pregunto ?Cu¨¢ntas Violetas Parra nos habremos perdido? ?Cu¨¢ntos Pablos Neruda?¡±, dice Neva Milicic. Y agrega: ¡°En la infancia siempre hemos llegamos tarde¡± y toma prestada una frase de otra Nobel chilena: ¡°Como dec¨ªa Gabriela Mistral, el ni?o se llama hoy¡±.
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