El avance del crimen organizado empuja a Chile a una nueva ley para combatirlo
Es la primera vez que el pa¨ªs sudamericano tiene una legislaci¨®n espec¨ªfica ante la irrupci¨®n de una nueva criminalidad
Chile por primera vez tiene una ley contra el crimen organizado, dada la irrupci¨®n de una nueva criminalidad. Fue acordada por el Congreso chileno, despu¨¦s de tres a?os de tramitaci¨®n legislativa. La iniciativa ingres¨® en 2020 al Parlamento, durante el Gobierno del presidente de derecha Sebasti¨¢n Pi?era (2018-2022), mientras que en septiembre de 2022 la Administraci¨®n de Gabriel Boric le hizo una serie de indicaciones. ¡°Detr¨¢s de las encerronas [para...
Chile por primera vez tiene una ley contra el crimen organizado, dada la irrupci¨®n de una nueva criminalidad. Fue acordada por el Congreso chileno, despu¨¦s de tres a?os de tramitaci¨®n legislativa. La iniciativa ingres¨® en 2020 al Parlamento, durante el Gobierno del presidente de derecha Sebasti¨¢n Pi?era (2018-2022), mientras que en septiembre de 2022 la Administraci¨®n de Gabriel Boric le hizo una serie de indicaciones. ¡°Detr¨¢s de las encerronas [para quitar los coches] y del robo de veh¨ªculos, as¨ª como del tr¨¢fico ilegal de migrantes o del contrabando, hay organizaciones criminales que tienen un negocio y que usan el poder de fuego para cuidarlo¡±, asegur¨® el martes el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
La legislaci¨®n reestructura el delito de asociaci¨®n il¨ªcita en dos tipos penales: asociaci¨®n criminal y asociaci¨®n delictiva. Tambi¨¦n golpea al patrimonio de las organizaciones, porque incorpora, tal como ocurre en la ley de drogas, el comiso a sus ganancias, incluso en una modalidad sin condenas. ¡°Vamos a poder agarrar a estas bandas por donde m¨¢s les duele y por donde son m¨¢s vulnerables, que es por el dinero que mueven¡±, agreg¨® la ministra del Interior, Carolina Toh¨¢.
Para Paulo Contreras, jefe nacional contra el crimen organizado de la Polic¨ªa de Investigaciones (PDI), ¡°esta ley le pone velocidad a un concepto que ya ten¨ªamos, la asociaci¨®n il¨ªcita, que era un apellido al delito base. Hoy distingue una asociaci¨®n criminal y una asociaci¨®n delictual. La diferencia es la pena y la criminal siempre va a ser m¨¢s fuerte¡±, agrega Contreras.
El martes de madrugada, la polic¨ªa chilena encontr¨® en el ba?o de un piso del centro de Santiago de Chile un hombre muerto por dos balazos en la cabeza, mientras a unos metros hab¨ªa otros dos sujetos maniatados. Los testigos relataron que, poco antes, tres hombres hab¨ªan ingresado al inmueble y que luego escucharon los disparos. Los autores no robaron especies y huyeron r¨¢pidamente.
Este tipo de casos ya no son aislados en Chile, como s¨ª lo habr¨ªa sido hace unos cinco a?os. Es un ejemplo de la crisis de seguridad que vive el pa¨ªs, donde los homicidios han experimentado un alza del 30% en un a?o, se ha incrementado el uso de armas de fuego para cometerlos y ha aumentado la cantidad de imputados desconocidos en los asesinatos, es decir, cuyos autores no se conocen. Es hace una diferencia muy importante respecto de lo que ocurr¨ªa hasta hace poco, cuando la mayor¨ªa de los homicidios en Chile eran por ri?as, consumo de alcohol o drogas. Eso implicaba que era m¨¢s f¨¢cil investigar, pues sol¨ªa haber un v¨ªnculo entre la v¨ªctima y el autor.
Este cuadro ¨Calza de homicidios, el uso de armas de fuego y los imputados desconocidos¨C, suelen asociarse al crimen organizado, un fen¨®meno que va en alza y para el que Chile acaba de aprobar la primera ley en su historia para combatirlo.
La llegada de los secuestros extorsivos
En 2022, se incautaron 38,5 toneladas de droga, seg¨²n las cifras de la Polic¨ªa de Investigaciones (PDI). En 2022, 33 toneladas. ¡°Son cantidad altas para el pa¨ªs¡±, dice Contreras, de la PDI. El tr¨¢fico de armas tambi¨¦n ha ido en aumento. ¡°Es una conducta asociada a otros delitos, como al tr¨¢fico de drogas, a la trata de personas para explotaci¨®n sexual y a bandas que se dedican a los secuestros extorsivos, que es un delito nuevo en Chile, pero que tiene una capacidad de resoluci¨®n muy alta¡±, a?ade.
Hoy la seguridad es la principal preocupaci¨®n de los chilenos. De acuerdo a la encuesta del Centro de Estudios P¨²blicos (CEP) de enero pasado, el 60% de las personas consultadas consider¨® que la delincuencia, los asaltos y los robos son el principal problema al que debiese dedicar sus esfuerzos el Gobierno del presidente Boric. Le siguen la salud, con 32%, y las pensiones, con 31% de las menciones.
¡°Tanto en la investigaci¨®n penal como en la recuperaci¨®n de los recursos il¨ªcitamente ganados, esta ley es la m¨¢s revolucionaria desde la vuelta a la democracia en 1990. No solo es un tremendo avance, es, adem¨¢s, una necesidad actual¡±, dice a El PA?S Ignacio Castillo, director de la unidad de crimen organizado de la Fiscal¨ªa nacional.
En paralelo, Chile tambi¨¦n moderniz¨® su legislaci¨®n contra el narcotr¨¢fico. En la misma l¨ªnea, endureci¨® el comiso, pero, adem¨¢s, ampli¨® el reporte de operaciones sospechosas a instituciones que no estaban obligadas a hacerlo. Entre ellas, a las automotoras dedicadas a la venta de autos nuevos y usados y tambi¨¦n a las criadoras de caballos de fina sangre, donde los narcotraficantes suelen invertir sus ganancias il¨ªcitas.
La nueva criminalidad
Ignacio Castillo, de la Fiscal¨ªa, dice que la nueva ley es acorde a c¨®mo ha cambiado el fen¨®meno delictivo en Chile. ¡°Se han incrementado ciertos delitos que, en la experiencia comparada, se muestran mucho m¨¢s asociados a la criminalidad organizada por su forma de comisi¨®n¡±. Entre ellos, explica, ¡°el m¨¢s cl¨¢sico es el tr¨¢fico de drogas, que ha ido en alza. Tambi¨¦n el homicidio con imputado desconocido, que ha ido subiendo en nuestra tasa (de 4,6 por cada 100 mil habitantes). Hay regiones del norte, como Tarapac¨¢, en que ha crecido de manera evidente, con 12, 9 casos por cada 100 mil habitantes. Eso ocurre tambi¨¦n en Arica y Antofagasta, tambi¨¦n en el norte¡±.
Otra novedad es la incorporaci¨®n de medidas intrusivas que hasta hoy estaban acotadas solo a la ley de drogas. Por ejemplo, la captaci¨®n o grabaci¨®n subrepticia, el uso de agentes encubiertos, informantes, interceptaciones telef¨®nicas y, entre otras, acceso remoto a equipos inform¨¢ticos. Tambi¨¦n se podr¨¢ solicitar el tr¨¢fico de llamadas y los datos de los abonados a las compa?¨ªas. ¡°Se van a poder intervenir los computadores o los tel¨¦fonos celulares sin tener que estar asociados a un monitoreo telef¨®nico [conocidos como pinchazos]. Hoy un computador es un centro de informaci¨®n y esto no estaba afecto a un monitoreo. No solo se podr¨¢ entrar al equipo f¨ªsico, sino que al software¡±, explica Contreras.
El jefe policial destaca que, adem¨¢s, con la nueva ley podr¨¢n investigarse delitos de nueva generaci¨®n, como los medioambientales, que, hasta hoy, han sido analizados desde la particularidad y no como un fen¨®meno delictual. ¡°Creemos que a¨²n es lejano, pero estamos ad portas de entrar en el tr¨¢fico de aguas porque, en esencia, es el bien m¨¢s preciado de los recursos naturales¡±, se?ala.
Pero Contreras destaca, especialmente, los efectos que tendr¨¢ esta legislaci¨®n en la persecuci¨®n de dos delitos que han irrumpido ¡°con mucha fuerza¡± en los ¨²ltimos tres a?os en Chile a ra¨ªz de la ola de migraci¨®n irregular: el tr¨¢fico de personas y el tr¨¢fico de personas con fines de explotaci¨®n sexual. ¡°Esta evoluci¨®n acelerada se acentu¨® despu¨¦s de la pandemia, que transform¨® ciertos comportamientos criminales¡±, dice.
Es el escenario en que en Chile irrumpi¨® el Tren de Aragua, una organizaci¨®n criminal de origen venezolano que es investigada por varias fiscal¨ªas del norte del pa¨ªs por distintos delitos. Es una banda peculiar, porque entrega unas especies de franquicias delictuales a otras bandas ¨Ccomo Los gallegos y Los valencianos¨C que se dedican al principalmente al tr¨¢fico de personas hacia Chile y a su explotaci¨®n sexual. Tanto para Contreras como para Castillo, el Tren de Aragua es un ejemplo que re¨²ne todas las caracter¨ªsticas del crimen organizado que ha penetrado en el pa¨ªs sudamericano.
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