Carolina Toh¨¢: ¡°Ser¨ªa muy grave que el proceso constitucional en Chile se frustrara¡±
La nueva ministra del Interior de Gabriel Boric habla sobre los desaf¨ªos de la Administraci¨®n de izquierdas tras la derrota de la propuesta de nueva Constituci¨®n en el plebiscito de septiembre: ¡°Pocas veces un Gobierno ha estado sometido a la prueba de recuperarse de un momento tan dif¨ªcil¡±
Carolina Toh¨¢ ten¨ªa ocho a?os cuando en marzo de 1974 la dictadura militar de Augusto Pinochet asesin¨® a su padre, Jos¨¦ Toh¨¢, militante del Partido Socialista, que hab¨ªa sido ministro del Interior y de Defensa del Gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende hasta el mismo golpe de Estado.
Cuando la ni?a supo la tragedia, le dijo a su madre:
¡ª Nunca m¨¢s volver¨¦ a re¨ªr.
Cuarenta y ocho a?os despu¨¦s, Carolina Toh¨¢ recuerda aquella frase infantil tan categ¨®rica y triste: ¡°Lo dije de coraz¨®n. Es lo que siente una ni?a cuando pierde a su padre. A esa edad el tiempo no existe, solo el presente. En ese momento, no hab¨ªa ninguna raz¨®n para sonre¨ªr¡±.
Pero Carolina se equivoc¨®: ¡°Mi mam¨¢ se encarg¨® de que s¨ª sonriera. Ella ha logrado con sus hijos mantener tan presente la memoria de mi pap¨¢ y, al mismo tiempo, re enamorarnos de la vida¡±.
Es la ministra del Interior y Seguridad P¨²blica del Gobierno de Gabriel Boric desde el pasado 6 de septiembre, el mismo cargo que ocup¨® su padre entre noviembre de 1970 y enero de 1972. ¡°Verme ocupando la posici¨®n que ocup¨® mi padre en el Gobierno del presidente Allende, en un Gobierno que en otras ¨¦pocas y en otro contexto tambi¨¦n asume un esfuerzo de enfrentar los cambios que el pa¨ªs necesita, es emocionalmente muy sensible¡±, dice en esta entrevista en el comedor del ministerio en el Palacio de La Moneda, un edificio que hace casi 50 a?os ¨Cen el golpe militar de 1973¨C fue testigo de la tragedia que azot¨® a la izquierda chilena y al pa¨ªs entero.
Exiliada en M¨¦xico junto a su madre y su hermano, la polit¨®loga de 57 a?os ha sido una figura permanente de este sector pol¨ªtico desde los a?os ochenta, no solo por pertenecer a uno de los clanes de izquierda de mayor tradici¨®n, sino por su propia trayectoria: dirigente universitaria en dictadura, fue parte del Gobierno de Ricardo Lagos y luego diputada, portavoz del primer Gobierno de Michelle Bachelet, alcaldesa de Santiago.
La centroizquierda, de renovarse, tendr¨ªa que haber contado con figuras como Toh¨¢ en la primera l¨ªnea, pero ese proceso no lleg¨® a materializarse y la siguiente generaci¨®n ¡ªla del propio presidente Boric¡ª les pas¨® simb¨®licamente por encima. Reci¨¦n en la campa?a por el plebiscito por la nueva Constituci¨®n, Toh¨¢ volvi¨® a asumir un papel protag¨®nico. Su llegada al Gobierno hace dos meses en reemplazo de Izkia Siches, tras la derrota en las urnas de la propuesta de la constituyente, no solo represent¨® la influencia del socialismo en la nueva etapa de la actual Administraci¨®n, que tiene una coalici¨®n original basada en el Frente Amplio y el Partido Comunista. De paso, signific¨® un intento de hermandad entre las diferentes izquierdas chilenas.
La ministra lleg¨® a Interior con una misi¨®n tit¨¢nica: hacerse cargo de la demanda ciudadana por mayor seguridad y control de la delincuencia.
Pregunta. ?Piensa que en el Gobierno de Boric hay una continuidad respecto de Allende y de los Gobiernos de la centroizquierda de la democracia?
Respuesta. Totalmente. Una de mis distancias mayores con el progresismo y las izquierdas en los ¨²ltimos a?os es que observo una dificultad muy grande para construir un relato que d¨¦ cuenta de las continuidades, evoluciones y quiebres, como parte de esa misma evoluci¨®n. Tenemos una tendencia al borr¨®n y cuenta nueva. Pero me siento totalmente parte de una continuidad.
P. El surgimiento del Frente Amplio de Boric se bas¨® en una cr¨ªtica muy dura a la transici¨®n, junto a una disputa generacional con el mundo pol¨ªtico al que usted pertenece. ?C¨®mo es posible, entonces, comprender la continuidad que usted defiende?
R. Los juicios que se desarrollaron respecto de los Gobiernos de centroizquierda de la transici¨®n estuvieron muy marcados por descalificaciones y, con el tiempo, se ha ido reconociendo as¨ª. Eso ha obligado a mirar esas lecturas desde la experiencia de gobernar y ha hecho madurar muy r¨¢pidamente al mundo pol¨ªtico que ha estado detr¨¢s del presidente Boric. Ese proceso era muy dif¨ªcil que tuviera un relevo si no era con un quiebre de esta profundidad. Y hoy hay un proceso que ya concluy¨®.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. A la continuidad y estabilidad de un proyecto de centroizquierda, a la dureza y el dolor del recambio. Hoy nos encontramos en una s¨ªntesis. Es el desaf¨ªo de este Gobierno: construir esa s¨ªntesis mirando hacia adelante.
¡°Pocas veces un Gobierno ha estado sometido a la prueba de recuperarse de un momento tan dif¨ªcil¡±.Carolina Toh¨¢
P. ?Por qu¨¦ a la izquierda le ha costado tanto hacerse cargo de la delincuencia que, justamente, afecta sobre todo a los m¨¢s humildes?
R. Es un proceso de las izquierdas en el mundo entero. Las izquierdas entendemos que los problemas delictuales y de violencia son s¨ªntomas de problemas sociales mucho m¨¢s profundos. Reconocer esos factores profundos que est¨¢n detr¨¢s del crimen y que la acci¨®n social de protesta es un motor fundamental del cambio social, se ha confundido con tener una visi¨®n condescendiente con acciones que pasan el l¨ªmite de lo que la ley considera v¨¢lido.
P. ?Todos en el oficialismo chileno lo tienen tan claro como usted?
R. Yo creo que s¨ª. Es una maduraci¨®n que algunos hemos hecho en el tiempo y algunos las han tenido que hacer en 15 minutos.
P. A dos meses de que la ciudadan¨ªa rechazara la propuesta de nueva Constituci¨®n, ?c¨®mo describir¨ªa el momento pol¨ªtico?
R. Estamos en una lucha soterrada entre la sobre lectura del corto plazo y el esfuerzo de tratar de entender el proceso hist¨®rico en el que estamos.
P. ?Cu¨¢l es ese proceso hist¨®rico?
R. Una sociedad que no logra canalizar sus tensiones a trav¨¦s del tipo de debate que le ofrece la pol¨ªtica. El debate de la pol¨ªtica est¨¢ tan ensimismado en sus propios actores y en sus propios intereses, que le cuesta mucho conectar con los r¨ªos de fondo que esta sociedad est¨¢ mostrando. Pero es gratificante ver un presidente que est¨¢ buscando salir de ese juego.
P. ?Qu¨¦ signific¨® para el propio Gobierno la derrota de la propuesta de nueva Constituci¨®n, que el oficialismo apoy¨®?
R. Lo que cambi¨® fue el juicio de las circunstancias, de cu¨¢l es el contexto en el que se ejerce el mandato y el ¨¢nimo de la sociedad, que se gobierna con el programa con el que el Gobierno fue electo. Si uno lo quiere cumplir, tiene que hacerse cargo de estas circunstancias. Si no, no se va a poder hacer. No puede ser m¨¢s evidente que, al elegir al presidente Boric, la gente dijo: d¨¦monos la oportunidad de hacer cambios sustantivos y de un recambio a las ¨¦lites pol¨ªticas, por ello eligi¨® a alguien joven. Y no creo que la sociedad se est¨¦ desembarcando de eso, pero ha sido muy clara en decir que no quiere que se haga de cualquier manera. Y si alguien no estaba dispuesto a leerlo, el plebiscito lo dijo como una cachetada.
P. Hace unos d¨ªas, una dirigente pol¨ªtica plante¨® que el momento constituyente ya no existe, justo cuando las fuerzas pol¨ªticas negocian con dificultades un nuevo proceso. ?Qu¨¦ opina?
R. Pienso distinto, porque siempre he cre¨ªdo que el tema constituyente en Chile no se debe a que hubo un momento an¨ªmico constituyente o un quiebre que obligaba a una reconfiguraci¨®n de nuestra carta fundamental, sino al hecho innegable que la Constituci¨®n que tenemos vigente hace mucho rato dej¨® de convocar a la sociedad chilena. A lo mejor hoy en d¨ªa no hay ese ¨¢nimo, pero el problema con la carta actual sigue vigente. Y lo tenemos que solucionar.
P. Ya han pasado dos meses y no ha salido humo blanco de las negociaciones pol¨ªticas para un acuerdo por un nuevo proceso constitucional. ?Qu¨¦ ocurre?
R. Era evidente que si ganaba el rechazo en el plebiscito, algunos iban a intentar quitarle energ¨ªa a este esfuerzo, levantar excusas para no hacerlo o diluirlo en el tiempo. Por lo tanto, se trata de una prueba gigantesca para el sistema pol¨ªtico chileno. Si hay sectores que tienen esa tentaci¨®n, tendr¨¢n una oportunidad de oro para desarrollarla. Pero la cuenta que va a pagar el pa¨ªs por eso ser¨¢ gigantesca. Si la propuesta de rechazar la Constituci¨®n gan¨® fue sobre la base de una promesa de que se iba a hacer un nuevo texto. Y estoy preocupada.
P. ?Por qu¨¦?
R. Observo que hay actores muy empe?ados en sacar esto adelante, pero el paso de las semanas les ha dado fuerza a quienes quieren eludir este compromiso o quieren postergarlo indefinidamente. Hablo de los actores de la derecha y de otros sectores que no son de derecha, pero que est¨¢n priorizando metas m¨¢s de corto plazo y no ven de esto una cosa tan central. Ser¨ªa muy grave que el proceso constitucional en Chile se frustrara, tanto para la democracia chilena como para lo que representa Chile en el mundo.
P. De concretarse, ser¨ªa la Constituci¨®n de Boric¡
R. Conociendo al presidente, no creo que firmar la Constituci¨®n sea lo que le importe, sino que su Gobierno haya generado las condiciones para que este proceso suceda y, sobre todo, superar el impasse que significa la derrota de septiembre. Pocas veces un Gobierno ha estado sometido a la prueba de recuperarse de un momento tan dif¨ªcil. Y estoy convencida de que lo va a lograr.
P. ?A qu¨¦ puede aspirar este Gobierno en los tres a?os y medio que quedan por delante?
R. Hay cosas que este Gobierno va a lograr y que lo van a dejar muy bien parado en la historia: una reforma tributaria sustantiva, una reforma a las pensiones y va a dejar encaminado que Chile tenga una nueva Constituci¨®n. Va a lograr mucho m¨¢s que eso, pero si solo lograra estas tres cosas, ser¨ªa de los Gobiernos m¨¢s realizadores que ha tenido Chile.
P. ?Es posible que no haya una nueva Constituci¨®n, entonces, antes que termine el mandato en marzo de 2026?
R. Todav¨ªa no hay un itinerario acordado y si sale todo bien, la implementaci¨®n del nuevo va a tomar tiempo. Lo m¨¢s probable es que el presidente Boric concluya su mandato con un texto aprobado que tendr¨¢ la mayor parte de su implementaci¨®n en los pr¨®ximos gobiernos.
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