Patricio Fern¨¢ndez: ¡°Las estridencias de la nueva generaci¨®n de izquierda en Chile han ido bajando de manera muy progresiva¡±
El escritor chileno aborda los cambios de su pa¨ªs desde la revuelta de 2019 a la crisis de seguridad que vive hoy. Sobre el presidente Boric, dice que ¡°tiene el reto de traducir sus transformaciones y aprendizajes en un discurso coherente¡±
El escritor y periodista chileno, Patricio Fern¨¢ndez (Santiago, 53 a?os), ha sido protagonista de los dos procesos constitucionales que Chile ha intentado emprender para cambiar la Constituci¨®n de 1980 que surgi¨® en la dictadura militar. Primero en el que impuls¨® la expresidenta socialista Michelle Bachelet (2014-2018)y luego, entre 2021 y 2022, como uno de los 154 convencionales electos, por el Colectivo Socialista, que trabajaron en la ...
El escritor y periodista chileno, Patricio Fern¨¢ndez (Santiago, 53 a?os), ha sido protagonista de los dos procesos constitucionales que Chile ha intentado emprender para cambiar la Constituci¨®n de 1980 que surgi¨® en la dictadura militar. Primero en el que impuls¨® la expresidenta socialista Michelle Bachelet (2014-2018)y luego, entre 2021 y 2022, como uno de los 154 convencionales electos, por el Colectivo Socialista, que trabajaron en la propuesta de la Carta Magna que fue rechazada por un 62% en un plebiscito en septiembre del a?o pasado.
Fern¨¢ndez ha sido tanto protagonista como testigo privilegiado de los procesos pol¨ªticos, sociales y culturales por los que atraviesa Chile, y hoy prepara un libro que abordar¨¢ ¡°todo este mundo de transformaciones¡±, cuenta a EL PA?S. Cercano al presidente de izquierdas Gabriel Boric, hoy adem¨¢s asesora al Gobierno en la conmemoraci¨®n de los 50 a?os del golpe de Estado, que se cumplen el pr¨®ximo 11 de septiembre, y que lidera el ministro de las Culturas, Jaime de Aguirre.
En ese ¡°mundo de transformaciones¡± a los que alude Fern¨¢ndez est¨¢n gran parte de los cambios profundos que ha enfrentado Chile, en especial a partir de octubre de 2019, desde el estallido social. Adem¨¢s de los procesos constitucionales ¨Cel pa¨ªs acaba de comenzar su tercer intento por tener una nueva Carta Magna¨C, hace un a?o asumi¨® un Gobierno que implic¨® que una nueva generaci¨®n llegara al poder, ¡°con un presidente que naci¨® en 1986, a fines de la dictadura, mientras que todos los anteriores fueron protagonistas en tiempos del Golpe de Estado¡±.
En un complejo a?o de instalaci¨®n de esta Administraci¨®n, la opini¨®n p¨²blica tambi¨¦n ha cambiado sus prioridades. Por ejemplo, seg¨²n la encuesta del Centro de Estudios P¨²blicos (CEP) de enero, hoy la seguridad es la principal preocupaci¨®n de los chilenos, por sobre las pensiones y la salud, demandas que se enfatizaron en el estallido social. El oficialismo de Boric, ante la irrupci¨®n de una nueva criminalidad armada, tambi¨¦n ha ido variando. Es un discurso que debut¨® luego que hace una semana, el 26 de marzo, una carabinera fue asesinada por un grupo de delincuentes.
Pregunta. ?Qu¨¦ observa del momento que vive Chile?
Respuesta. Estamos en un momento de transformaciones culturales en las que Chile participa como parte de un mundo, que tambi¨¦n las est¨¢ viviendo. Y Chile ha estado abocado a buscar esa nueva forma de convivir sin todav¨ªa dar con el punto. Son momentos confusos, en los que uno ve est¨¢n primando reacciones muy inmediatas en la b¨²squeda de una respuesta que es mucho m¨¢s grande que lo inmediato. Estamos cerrando un ciclo hist¨®rico y viendo c¨®mo se abre otro. En Chile, como si fuera poco, termin¨® ese tiempo de partidos pol¨ªticos con representaci¨®n social amplia y, por lo tanto, se vive un nivel de dispersi¨®n alt¨ªsimo.
P. Y eso se ve reflejado en el Congreso.
R. En el Congreso y en la vida social. Incluso despu¨¦s de la dictadura, todav¨ªa hab¨ªa un esquema de partidos que m¨¢s o menos representaba a la sociedad y pod¨ªan hablar a nombre de mundos sociales significativos, pero todos eso se ha roto; hoy eso est¨¢ muy desmembrado. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta CEP, solo un 4% conf¨ªa en los partidos pol¨ªticos, por lo que hay una inmensa mayor¨ªa muy dif¨ªcil de descifrar.
P. ?C¨®mo afecta esa dispersi¨®n al Gobierno?
R. Es un momento s¨²per dif¨ªcil para gobernar. Es un momento en que hay que buscar y construir nuevos caminos de gobernabilidad. El proceso constituyente, que fracas¨® el a?o pasado, fue un paso m¨¢s en este camino de b¨²squeda.
P. ?En qu¨¦ quedaron las demandas del estallido social de 2019?
R. Buena parte de esta problem¨¢tica sigue completamente viva, lo que pasa es que ha sido sustituida en la urgencia. Hoy la seguridad y la delincuencia es el tema que se ha impuesto en el mundo entero despu¨¦s de la pandemia, porque aument¨® la violencia en muchos lugares. Pero en Chile ha sido de una manera especial, porque hay un tipo de delincuencia que ha mutado y aumentado de una manera muy sorprendente.
P. ?C¨®mo vivi¨® la experiencia de la convenci¨®n constitucional?
R. La convenci¨®n de 2021-2022 fue hija del estallido y es un error grave olvidarlo a la hora de evaluarla, porque nace de un pa¨ªs en revuelta. Algo que hay que reconocerle a ese proceso es que fracasa estrepitosamente con el texto, pero tiene ¨¦xito en el camino institucional. Eso es una cosa bien chilena, porque llev¨® a la revuelta callejera al edificio del Congreso Nacional. Fue una convenci¨®n sin articulaci¨®n. Y quienes pudieron o debieron haberla ejercido, no lo supieron hacer o no lo quisieron hacer y se dejaron llevar por la hegemon¨ªa de ese discurso furioso.
P. ?C¨®mo experiment¨® ese discurso furioso como convencional?
R. Yo soy por esencia moderado. Y lo que me interesaba era la construcci¨®n de un acuerdo. No llegu¨¦ con una idea de Constituci¨®n ni una causa. Pero lo que me gener¨® desde muy temprano una gran inquietud, por no decir una incomodidad, fue la falta de voluntad que hab¨ªa dentro para construir ese acuerdo. Se perdi¨® una oportunidad ¨²nica de generar un amplio espacio de construcci¨®n democr¨¢tica por la intolerancia y la soberbia de grupos al interior de la convenci¨®n.
P. ?C¨®mo ve este nuevo proceso constitucional, dise?ado por los partidos en el Congreso?
R. Si esos partidos y sus representantes no tienen la generosidad de entender que ellos son necesarios para dar gobernabilidad, pero no necesariamente el acuerdo entre ellos es el acuerdo de todo el pa¨ªs, Chile se arriesga a parir un texto constitucional, pero no a generar la legitimidad que desde el origen es lo que le da la necesidad a este proceso. Porque este camino constituyente (en 2019) nace porque esos partidos se vieron incapaces de representar una situaci¨®n que estaba en la calle durante el estallido. Y los ¨²ltimos datos que vemos en la encuesta Cadem es que el 44% de los chilenos dice que el nuevo texto lo rechazar¨ªa sin leerlo, y un 34 % a favor.
P. ?C¨®mo se entienden los cambios radicales de la opini¨®n p¨²blica chilena?
R. Habla de la complejidad de los tiempos que vivimos. Queremos seguridad, libertad econ¨®mica, poder emprender y surgir en nuestros proyectos, pero tambi¨¦n seguridad social. Sin embargo, lo inmediato y lo urgente muta, pero eso no hace desaparecer las preocupaciones. Hoy, efectivamente, en Chile, estamos viviendo unos niveles de violencia delincuencial que no conoc¨ªamos. Y eso, desde el momento en que lo tienes encima, es la primera urgencia de la gente.
P. ?C¨®mo ha visto al presidente Boric, que pas¨® de cuestionar a Carabineros a un discurso de apoyo?
R. Yo creo que falta bajar la pelota al piso. El proceso constituyente que hoy estamos viviendo tambi¨¦n es una reacci¨®n demasiado r¨¢pida, estomacal y literal al rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022. El presidente ha pasado a gobernar un pa¨ªs y cuando un pol¨ªtico pasa de una trinchera a ser el presidente de todos los chilenos, est¨¢ obligado a ver la realidad en todas sus aristas. A m¨ª me alegra mucho el camino que ha seguido. De las cosas que me hacen verlo como alguien democr¨¢tico, capaz de construir gobernabilidad en el devenir, es justamente su capacidad para incorporar variantes que antes no incorpor¨® y ver una realidad que antes no vio en su amplitud. Una de las caracter¨ªsticas m¨¢s propias del autoritarismo es no ver eso.
P. Cristian Valdivieso, director del centro de encuestas Criteria, dijo que Boric no tiene la ¡°credibilidad suficiente¡± para liderar la agenda de seguridad.
R. Es una complicaci¨®n. Yo creo que, si esto contin¨²a funcionando con respuestas inmediatas a problemas que aparecen en un instante y, por lo tanto, las respuestas van a tumbos, al presidente Boric le va a ser dif¨ªcil generar credibilidad cambiando pasionalmente de una postura a otra, que es lo que ha pasado en el ¨²ltimo rato. En cambio, tiene el reto de traducir sus transformaciones y aprendizajes en un discurso coherente, que lo explique, que le de forma. Este Gobierno no es el mismo que comenz¨®. Hoy es diferente y eso lo veo con buenos ojos.
P. ?El Gobierno est¨¢ en un proceso de aprendizaje?
R: Ese aprendizaje en el que est¨¢ el Gobierno de Boric tambi¨¦n es de la sociedad, en el sentido de que nos estamos buscando. Queremos ser muchas cosas al mismo tiempo y tenemos muchas demandas que chocan entre s¨ª. Por lo tanto, eso que est¨¢ viviendo el gobierno de Boric no es s¨®lo el crecimiento de unos j¨®venes, significa tambi¨¦n un proceso social, porque Chile est¨¢ en un proceso de confusi¨®n y de transformaci¨®n. Hoy Gabriel Boric tampoco es el mismo personaje ni con el mismo discurso y las mismas convicciones a la pata [inamovibles] que las que ten¨ªa cuando era diputado.
P. ?Estas transformaciones tienen que ver con la edad del presidente?
R. Hay algo que se olvida en Chile. En un a?o de Gobierno, esta generaci¨®n ha ido mutando, adapt¨¢ndose y transform¨¢ndose. Algunos podr¨¢n decir ?por qu¨¦ tenemos que pagar el aprendizaje de estos muchachos? Nos olvidamos de que una parte de la generaci¨®n de izquierda que hoy dice eso, y recrimina a estos otros como inmaduros, fue la que conoci¨® la ruptura de la democracia en Chile y que le cost¨® una dictadura de 17 a?os. Aqu¨ª hay gente que fue parte de la Unidad Popular, que dijo y crey¨® cosas, que estir¨® las cuerdas de una determinada manera, y que hoy le parece que hay un grupo estridente y revolucionario que no se acerca ni remotamente a las estridencias que tuvieron ellos mismos. Pero las estridencias de la nueva generaci¨®n de izquierda han ido bajando de manera muy progresiva y r¨¢pida. Me sorprende la velocidad del aprendizaje de este mundo en el poder. Es un Gobierno que se ha ido morigerando y buscando construir estabilidad en sus di¨¢logos. No ha sido Gobierno testarudo.