Chile elige una nueva constituyente ante la apat¨ªa de la gente y los vientos a favor de los conservadores
El pr¨®ximo domingo 7 de mayo, m¨¢s de 15 millones de chilenos est¨¢n convocados obligatoriamente a las urnas para definir a los 50 miembros de una convenci¨®n que redactar¨¢ una nueva propuesta de Carta Magna para reemplazar a la actual
En una semana, el domingo 7 de mayo pr¨®ximo, Chile nuevamente concurrir¨¢ a las urnas en su intento de cambiar la Constituci¨®n vigente. M¨¢s de 15 millones de personas est¨¢n convocadas obligatoriamente a esta elecci¨®n de los 50 consejeros que redactar¨¢n una nueva propuesta de Carta Magna, la que ser¨¢ plebiscitada en diciembre. Es el segundo intento por reemplazar la ley de leyes, luego del fiasco del proceso anterior. Tras el estallido social de 2019, Chile llev¨® adelante una constituyente que propuso un texto que, finalmente, fue rechazado por el 62% de la ciudadan¨ªa en un refer¨¦ndum en septiembre pasado. Fue un golpe duro para el Gobierno de izquierdas de Gabriel Boric, que buscaba su aprobaci¨®n. Tras ello, el Parlamento llev¨® adelante negociaciones transversales con todas las fuerzas pol¨ªticas que acordaron una nueva ruta, pero con caracter¨ªsticas muy distintas a la anterior. Y, a diferencia de la elecci¨®n de convencionales de 2021, en esta ocasi¨®n no se observa una sociedad movilizada. Los vientos, esta vez, corren a favor de los conservadores.
¡°Busca un equilibrio entre representaci¨®n pol¨ªtica y t¨¦cnica, la ¨²nica forma de salir del marasmo a que se estaba llegando en Chile¡±, asegura Carlos Pe?a, que en diciembre explic¨® en EL PA?S las caracter¨ªsticas del nuevo proceso. Alfredo Joignant, columnista pol¨ªtico de este peri¨®dico, escrib¨ªa hace unos d¨ªas sobre ¡°la tortuosa v¨ªa chilena al cambio constitucional¡±. La defin¨ªa como un proceso ¡°alambicado¡± y ¡°encapsulado¡±, que tiene ¡°escasas posibilidades de desbordar los acuerdos previos¡± de la clase pol¨ªtica: 12 principios ¨Cbases constitucionales, como se les llama en Chile¨C que se deben respetar para evitar las tentaciones refundacionales del fallido proceso que se llev¨® antes. Entre esas bases est¨¢, por ejemplo, que Chile seguir¨¢ siendo un Estado unitario, algo que hab¨ªa sido puesto en duda en el intento previo.
Hay m¨¢s de 350 candidatos para los 50 esca?os y son cinco las fuerzas en competencia. El oficialismo, por ejemplo, llega al 7 de mayo dividido en dos bloques: el Frente Amplio de Boric, el Partido Comunista y el Partido Socialista y, por otra parte, el partido de centroizquierda PPD, parte del Gobierno, pero que compite de la mano de otros bloques no oficialistas, como la Democracia Cristiana. La cita electoral tampoco encontrar¨¢ unida a la oposici¨®n. La derecha tradicional del bloque Chile Vamos no realiz¨® una lista conjunta con el Partido Republicano de la derecha extrema de Jos¨¦ Antonio Kast, que compite en solitario y nunca ha estado por cambiar la Constituci¨®n vigente. Los quintos en competencia, el Partido de la Gente. Es una fuerza populista liderada por el economista Franco Parisi, con un discurso antipol¨ªtica muy similar al de Javier Milei en Argentina. En las ¨²ltimas presidenciales, Parisi obtuvo el tercer lugar con el 13% de los votos sin siquiera pisar el pa¨ªs.
La del domingo pr¨®ximo ser¨¢ una elecci¨®n dif¨ªcil de predecir. En el refer¨¦ndum de hace ocho meses, debut¨® el voto obligatorio y la inscripci¨®n autom¨¢tica, lo que llev¨® a una alt¨ªsima participaci¨®n de 85,7%. En esta ocasi¨®n, el sufragio nuevamente tendr¨¢ car¨¢cter de obligatorio y, como en septiembre, se trata de un elemento que complejiza las proyecciones. Adicionalmente, a diferencia del plebiscito de septiembre pasado, donde los electores deb¨ªan elegir entre dos opciones ¨Capruebo o rechazo el texto¨C, en esta ocasi¨®n se debe apostar por candidaturas, por diversas opciones. Y esto agrega m¨¢s incertidumbre tanto a la participaci¨®n como a los resultados.
Esta elecci¨®n, por otra parte, est¨¢ marcada por un desinter¨¦s ciudadano frente al proceso. En estos d¨ªas en Santiago de Chile, por ejemplo, no se observa ning¨²n tipo de ambiente electoral, en contraste con lo que pas¨® hace dos a?os. De acuerdo a la encuesta Criteria de comienzos de abril, tan solo un 31% de los chilenos est¨¢ interesado en la redacci¨®n de una nueva propuesta de Constituci¨®n. Un reciente estudio de UDP-Feedback, mostr¨® que el 66% no conoce a ning¨²n postulante de su regi¨®n y el 83% dijo estar poco o nada informado sobre el camino constituyente. Pese a ello, de acuerdo al mismo estudio, un 72% asegur¨® que con seguridad votar¨¢ el pr¨®ximo domingo 7 de mayo.
Los pron¨®sticos
Si el ambiente jugaba en favor de la izquierda y los independientes cuando en mayo de 2021 se eligi¨® a la convenci¨®n anterior, ahora los vientos corren en la l¨ªnea de los conservadores. En parte, por el desempe?o del propio ¨®rgano y su fracaso. Pero existe otro punto: la opini¨®n p¨²blica chilena parece moverse en una especie de p¨¦ndulo y ahora las prioridades han cambiado. ¡°Los chilenos hoy est¨¢n dispuestos a sacrificar libertades con tal de tener orden¡±, dec¨ªa hace algunas semanas el escritor chileno Arturo Fontaine en entrevista con EL PA?S sobre la gran preocupaci¨®n de la gente por la seguridad p¨²blica. Para el intelectual, la violencia que se desat¨® a partir del estallido del 2019 y que produjo otras formas de violencia, oper¨® como ¡°una vacuna¡± contra la violencia en la gran mayor¨ªa de los chilenos. ¡°Hoy hay un repudio a la violencia en la zona mapuche, a la violencia narco, a la violencia com¨²n y a la violencia pol¨ªtica. Y existe una gran demanda porque el Gobierno act¨²e. El pa¨ªs gir¨®...¡±, dec¨ªa Fontaine sobre el nuevo clima chileno que favorece a la oposici¨®n.
El viernes, el analista pol¨ªtico Pepe Auth, que fue diputado por el centroizquierda, realiz¨® sus pron¨®sticos electorales con miras al 7 de mayo, muy seguidos por la clase pol¨ªtica. De acuerdo a Auth, el pacto Chile Vamos de la derecha tradicional obtendr¨ªa entre 17 a 19 consejeros del total de 50 que se eligen. El Partido Republicano de la derecha extrema, en tanto, alcanzar¨ªa entre 10 y 11. En conjunto, por lo tanto, las dos derechas ganar¨ªan entre 27 y 30 esca?os, seg¨²n las proyecciones de Auth. Esto significar¨ªa que este sector alcanzar¨ªa de sobra los 30 votos (el qu¨®rum de tres quintos) para redactar la Constituci¨®n a su medida, sin necesidad alguna de negociaci¨®n con el oficialismo.
Si las dos derechas no llegaran a 30 esca?os, pero igualmente fueran mayor¨ªa, comenzar¨ªa a importar el n¨²mero de consejeros que obtendr¨ªa el populista Partido de le Gente (entre tres a cinco, seg¨²n Auth).
De acuerdo a esta misma proyecci¨®n, la lista del oficialismo (el Frente Amplio, el Partido Comunista y el Partido Socialista) tendr¨ªa entre 14 a 15 consejeros. Y el pacto medio oficialista ¨Ccon el partido PPD que forma parte del Gobierno de Boric y la Democracia Cristiana, que no est¨¢ en el Ejecutivo¨C elegir¨ªa entre cuatro y seis. Por lo tanto, este sector obtendr¨ªa entre 18 y 21 esca?os en el consejo, y llegar a los 21 resulta clave para tener capacidad de veto en el organismo. La gran pesadilla para La Moneda, por el contrario, apunta a que ambas listas ni siquiera logren estos 21 representantes.
El Gobierno de Boric, a diferencia del proceso anterior, no ha tenido un papel protag¨®nico, en parte porque quiere evitar que la elecci¨®n se transforme en un pronunciamiento ciudadano sobre su gesti¨®n (el presidente tiene un apoyo en torno al 30%, seg¨²n diversas encuestas). Hoy, existen dos preocupaciones fundamentales para el mandatario y su Gabinete: que el proceso constitucional termine con un texto igual o peor que el vigente, pero legitimado por la sociedad, y que los resultados de la elecci¨®n del 7 de mayo ¨Cfavorable para la oposici¨®n¨C condicionen el comportamiento del Parlamento, que ya es muy dif¨ªcil de controlar para el Ejecutivo chileno. En el oficialismo se apuesta a que la derecha tradicional logre no alinearse con la extrema.
La Constituci¨®n chilena actual fue redactada en la dictadura de Augusto Pinochet en 1980 y, luego, sometida a plebiscito de un modo fraudulento, por lo que no ha tenido nunca legitimidad. La Carta Magna, sin embargo, lleva la firma del presidente Ricardo Lagos por la ¨²ltima ronda de reformas de 2005, las que no fueron plebiscitadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.