Sociedad del cuidado para un mundo mejor
Las mujeres enfrentan menor participaci¨®n laboral que los hombres, mayor pobreza y sobrecarga de trabajo no remunerado y de cuidados
El 29 de octubre se conmemora el D¨ªa Internacional de los Cuidados y el Apoyo, ocasi¨®n para subrayar la importancia de movilizar voluntades y aunar recursos en un tema fundamental de justicia y de inclusi¨®n. Se trata de construir una mejor sociedad en el presente que priorice el cuidado de las personas y del planeta para un mundo mejor en el futuro.
Am¨¦rica Latina y el Caribe enfrenta hoy m¨²ltiples crisis que amenazan con profundizar desigualdades hist¨®ricas. Adem¨¢s de una tendencia de bajo crecimiento ...
El 29 de octubre se conmemora el D¨ªa Internacional de los Cuidados y el Apoyo, ocasi¨®n para subrayar la importancia de movilizar voluntades y aunar recursos en un tema fundamental de justicia y de inclusi¨®n. Se trata de construir una mejor sociedad en el presente que priorice el cuidado de las personas y del planeta para un mundo mejor en el futuro.
Am¨¦rica Latina y el Caribe enfrenta hoy m¨²ltiples crisis que amenazan con profundizar desigualdades hist¨®ricas. Adem¨¢s de una tendencia de bajo crecimiento que afecta las posibilidades de creaci¨®n de mejores empleos, se suma una crisis ambiental y una desigualdad estructural que afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Ellas enfrentan menor participaci¨®n laboral que los hombres, mayor pobreza y sobrecarga de trabajo no remunerado y de cuidados. El futuro nos ha alcanzado y la demanda de trabajo de cuidados se intensifica a causa del envejecimiento poblacional, los cambios epidemiol¨®gicos y los efectos del cambio clim¨¢tico. Frente a este contexto, no bastan cambios graduales; se necesitan pol¨ªticas audaces, que redefinan el rumbo. Estamos ante la oportunidad de construir ese futuro donde las cargas sean justas y se redistribuyan los tiempos, los recursos, el poder y el trabajo para transitar hacia un nuevo estilo de desarrollo y a una sociedad m¨¢s igualitaria.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, hemos documentado los notables avances educativos de las mujeres, sin embargo, su participaci¨®n laboral no ha crecido proporcionalmente. Actualmente, la mitad de las mujeres se encuentra fuera del mercado laboral, a diferencia de los hombres que alcanzan una tasa de participaci¨®n por encima del 75%. Este desaf¨ªo se encuentra enraizado en la divisi¨®n sexual del trabajo y, en gran medida, en el trabajo de cuidados que recae mayoritariamente en las mujeres. En nuestra regi¨®n, las mediciones de uso del tiempo muestran que las mujeres dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo dom¨¦stico y de cuidados no remunerado, por lo que la igualdad y la justicia pasan por redefinir estas cargas y crear una sociedad del cuidado.
Una sociedad que reorganice justamente los cuidados pone en nuestras manos, adem¨¢s de un avance ¨¦tico, una estrategia para dinamizar las econom¨ªas a trav¨¦s de un sector en crecimiento. Fortalecer el sector de los cuidados en la econom¨ªa, y reconocer, redistribuir y reducir el trabajo que actualmente no es remunerado, generando empleo de calidad vinculado a los cuidados, es una estrategia crucial para lograr la igualdad de g¨¦nero, el bienestar de la sociedad en su conjunto y para el crecimiento econ¨®mico. El aporte econ¨®mico del trabajo dom¨¦stico y de cuidados no remunerado representa un 21,3% del PIB en promedio en la regi¨®n, llegando a alcanzar m¨¢s de un cuarto del PIB total en algunos pa¨ªses y el 74,5% de ese aporte lo realizan las mujeres.
Hay razones para ser optimistas, pero debemos ser proactivos. Am¨¦rica Latina y el Caribe tiene una Agenda Regional de G¨¦nero, dise?ada y acordada por los pa¨ªses en el transcurso de los ¨²ltimos 45 a?os en el marco de la Conferencia Regional sobre la Mujer de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Esta agenda reafirma los principios de universalidad y progresividad, y la importancia de la corresponsabilidad para redistribuir el trabajo de cuidados tanto entre hombres y mujeres como entre el Estado, el mercado, las comunidades, las familias y las personas, lo que implica pactos econ¨®micos a largo plazo y la necesidad de incorporar los objetivos de cuidado en todas las pol¨ªticas p¨²blicas, incluyendo las educativas, de salud, de protecci¨®n social, macroecon¨®micas y fiscales.
Desde la CEPAL planteamos que la sociedad del cuidado es una parte fundamental de la transformaci¨®n estructural de nuestras sociedades y debe conducirnos al reconocimiento del cuidado como un derecho, un trabajo esencial y un sector con el potencial de revitalizar las econom¨ªas. Impulsar la sociedad del cuidado nos convoca hoy y todos los d¨ªas para alcanzar la igualdad de g¨¦nero y un futuro m¨¢s productivo, inclusivo y sostenible.