Michelle Bachelet: ¡°Preocupa el auge de la ultraderecha con cierta desafecci¨®n con la democracia¡±
La expresidenta de Chile habla de c¨®mo es ser mujer pol¨ªtica, de la tragedia humanitaria en Gaza y de la deriva autoritaria en Am¨¦rica Latina con ocasi¨®n de su participaci¨®n en la Cumbre Nacional de Mujeres Electas de Colombia, organizada por ONU Mujeres
Michelle Bachelet ha sido una mujer de primeras veces en la pol¨ªtica. Fue la primera presidenta de Chile en 2006 y repiti¨® mandato en 2014, ministra de Salud, de Defensa, primera directora ejecutiva de ONU Mujeres, alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, m¨¦dico cirujana, pediatra y madre de tres hijos. Hija de una antrop¨®loga y un general torturado por la dictadura, se tom¨® en serio las palabras de su madre. ¡°Tu destino en la vida no es necesariamente ser la se?ora de alguien y tener hijo. T¨² define, pero lo que vayas a hacer hazlo bien y prep¨¢rate para eso¡±, le dijo cuando Bachelet era una adolescente y faltaban unos a?os para que ambas sufrieran en carne propia la dictadura de Pinochet: detenidas en el peor centro de reclusi¨®n del r¨¦gimen, torturadas y exiliadas.
Bachelet lo recuerda ahora, a punto de reunirse con mujeres pol¨ªticas colombianas en la Cumbre Nacional de Mujeres Electas, que lidera ONU Mujeres. De los obst¨¢culos que ha enfrentado por ser mujer en la pol¨ªtica, al presente m¨¢s inmediato del plebiscito en Chile del que ella ha tomado postura en contra, hasta la tragedia humanitaria en Gaza, convers¨® con Lideresas de Latinoam¨¦rica.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la mayor lecci¨®n que ha tenido al ser mujer pol¨ªtica?
Respuesta. A cualquier mujer en cualquier ¨¢mbito en que fue pionera se le presentan muchos obst¨¢culos. Desde la discriminaci¨®n de pensar que no hay tantas mujeres competentes y que hay muchos hombres que s¨ª lo son. Cuando fui electa hab¨ªa gente que me dec¨ªa ¡®no voy a votar nunca por una mujer¡¯, me calificaban por mi aspecto f¨ªsico, por la ropa que usaba. A las mujeres tienden a cuestionarnos por cosas que no son sustantivas y a descalificarnos muchas veces. Cualquier error que en un hombre es considerado bueno, porque errar es humano, en una mujer se considera una tragedia. Nos miden con una vara distinta.
P: ?Durante sus gobiernos sinti¨® que la valoraron diferente por ser mujer?
R. Si mi antecesor en el primer mandato mostraba alguna emoci¨®n por algo, era un hombre sensible. Si yo mostraba emoci¨®n, era una hist¨¦rica, una neur¨®tica. Si hab¨ªa una tem¨¢tica compleja y yo consideraba que deb¨ªa tomar espacio para tomar una decisi¨®n, era una indecisa; pero si tomaba una decisi¨®n r¨¢pida frente a un tema que cre¨ªa claro, estaba improvisando o no hab¨ªa pensado suficientemente bien. Al final daba lo mismo, iban a tratar de mostrar que fue incorrecto. Es esta cosa brutal del patriarcado donde a las mujeres se nos trata como de segunda categor¨ªa.
P. ?Recuerda alg¨²n hecho concreto que ilustre la doble vara?
R. Recuerdo un art¨ªculo que sacaron en que el que faltaba poco para que el presidente de mi partido hubiera estado en mi parto, ¨¦l me hab¨ªa hecho a m¨ª, yo no ten¨ªa m¨¦ritos propios. En otro momento, en campa?a, yo estaba separada, no ten¨ªa pareja, y una periodista me pregunta: ¡®?Y c¨®mo lo va a ser si no tiene pareja, qui¨¦n le dar¨¢ contenci¨®n y, adem¨¢s, ?c¨®mo har¨¢ con sus hijos?¡¯. ?Le preguntar¨ªan eso mismo a un hombre? A ellos nunca les van a decir que abandonan a sus hijos, pero a una mujer se lo dicen de forma natural. Claro, las mujeres tambi¨¦n pueden cometer errores, cambiamos de opini¨®n sobre cosas, porque uno es ser humano, pero a las mujeres no se las dejan pasar.
P. Informa ONU Mujeres que en Latinoam¨¦rica hubo un leve incremento de mujeres en puestos de elecci¨®n popular (en Colombia por debajo de los promedios regionales). ?Por qu¨¦ cree que cuesta tanto conseguir la paridad?
R. En muchos casos, las instituciones financieras no les dan los mismos cr¨¦ditos que a los hombres. En otros, las mujeres no tienen recursos suficientes para hacer una campa?a, ni apoyo de un partido, o las llevan porque hay que llevar mujeres, pero no las empujan para que salgan electas. Las mismas mujeres tambi¨¦n ven al mundo de la pol¨ªtica pelearse por cosas que no son los problemas que las aquejan. Sienten que hay un distanciamiento entre los partidos pol¨ªticos y la ciudadan¨ªa. Por lo tanto, dicen, ?por qu¨¦ discuten tanto de esto cuando lo que a m¨ª me importa es poder llegar a fin de mes? Muchas veces el mundo de la pol¨ªtica se mira el ombligo. Con todo eso, es fundamental que las mujeres participen, porque las sociedades nuestras son al menos paritarias. En el mundo somos el 50% y hay que asegurar leyes electorales.
P. Los derechos de las mujeres parecen siempre bajo constante amenaza¡
R. Est¨¢ el tremendo riesgo que estamos viendo en la regi¨®n y en el mundo y es el crecimiento de la ultraderecha con una menor o con una cierta desafecci¨®n con la democracia, diciendo que, entre un gobierno autoritario que tiene resultados y una democracia que no tiene resultados, no tienen ning¨²n problema en irse por un gobierno autoritario. Ese un tremendo drama para la democracia y, claro, no basta con que sea representativa, tiene que ser m¨¢s participativa, porque la gente tambi¨¦n tiene ideas de c¨®mo resolver los problemas, quiere ser parte de la soluci¨®n tambi¨¦n.
P. ?Y c¨®mo ese viraje a la ultraderecha afecta en particular a las mujeres?
R. Lo veo en mi propio pa¨ªs, a d¨ªas de que se vote una propuesta constitucional que tiene una cantidad de cosas que son peligrosas para las mujeres, que van a significar retrocesos. En el proyecto de los expertos se hablaba de igualdad salarial y se borr¨® eso y pusieron prohibici¨®n de discriminaci¨®n arbitraria ?Y eso qu¨¦ significa? Nada. Pusieron unas frases que est¨¢n dirigidas, aunque digan que no, pero saben que es as¨ª, a intentar eliminar la ley que yo pas¨¦ de Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo por tres causales. Lo mismo la paridad que dejan solo por dos periodos. Una Constituci¨®n debe ser una base com¨²n que habilite a ir mejorando las leyes que existen y no que las use como piso y como techo.
P. Como ex alta comisionada de Derechos Humanos, ?c¨®mo califica lo que est¨¢ ocurriendo en Gaza en este momento y el debate sobre la ineficacia de la ONU para detener la masacre?
R. Primero que nada, es bueno que haya debates sobre la eficacia del Consejo de Seguridad, porque yo vengo a un pa¨ªs donde todos los presidentes hemos estado en contra del veto de los P5, creemos que eso paraliza e inmoviliza y lo vimos en Gaza. Lo que hizo Ham¨¢s es dram¨¢tico, inexcusable, pero tambi¨¦n lo que ha pasado sobre todo a mujeres y ni?os que est¨¢n muriendo por montones, es tremendo. Los ni?os y las mujeres deber¨ªan ser evacuados de Gaza por razones humanitarias. El secretario general acaba de invocar el art¨ªculo 99, ojal¨¢ tenga alg¨²n resultado eso. Lo de Gaza, sin duda ha sido un conflicto que ha estado, pero nunca con la fuerza, con el dramatismo de ahora. Yo entiendo que Israel tiene que defenderse, pero no a cualquier costo, tienen que respetarse las reglas de la guerra, del derecho internacional humanitario.
P. En particular, usted que fue v¨ªctima de la dictadura, ?c¨®mo se siente frente a esas im¨¢genes de detenidos desnudos y de ni?os descuartizados, mutilados que hemos visto?
R. El 10 de diciembre se cumplieron los 75 a?os de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos, que fue posible por los horrores de la I y II Guerra Mundial, donde los comisionados dijeron, debemos tener unos m¨ªnimos civilizatorios. La verdad es que 75 a?os despu¨¦s no s¨®lo sigue siendo vigente en t¨¦rminos de lo que debi¨¦ramos garantizar, sino que sigue siendo totalmente vulnerada cada vez que hay intereses de por medio de pa¨ªses que est¨¢n adscritos a la Declaraci¨®n y hablan de los derechos humanos, pero cuando ciertos intereses son afectados, los vulneran sin ning¨²n problema. Para m¨ª es dram¨¢tico, me duele el coraz¨®n, el alma, cuando veo esas im¨¢genes.
P. Menciona intereses grandes y usted lo vio tambi¨¦n con China. ?C¨®mo fueron las presiones de ese pa¨ªs y c¨®mo las enfrent¨®?
R. Hubo de todo tipo, y no solamente del pa¨ªs de cuesti¨®n. Hubo una reuni¨®n del G-7 que tuvo una declaraci¨®n de cuatro p¨¢ginas, dos p¨¢ginas y media dec¨ªan que yo ten¨ªa que ir a China, y cuando yo lleg¨® al acuerdo para ir, una nueva declaraci¨®n fue que no deb¨ªa hacerlo porque me iban a manipular. Uno se da cuenta que hay otra gente encima de uno tambi¨¦n. Fui finalmente en pandemia y habl¨¦ con much¨ªsimas personas. Al final, tambi¨¦n le ped¨ª al Gobierno chino que nos diera su explicaci¨®n de las cosas y trat¨¦ de que el informe tuviera todo.
P. ?Qued¨® satisfecha?
R. Creo que hicimos lo mejor que pudimos, lo m¨¢s que pudimos. Por supuesto, con los informes los gobiernos siempre quedan enojados.
P. ?Y en la regi¨®n? Tambi¨¦n fue pol¨¦mico el manejo del tema Cuba, Venezuela¡
R. En el caso de Venezuela, mand¨¦ una avanzada primero y se hizo una agenda bien equilibrada. Me junt¨¦ con las v¨ªctimas de las FAES (Fuerzas de Acciones Especiales), con la oposici¨®n, con el Gobierno, con todos y armamos un primer reporte.
P. ?Y con Cuba?
R. Lo que pasa es que nosotros hacemos los reportes que pide el Consejo. No es que uno se levante y ma?ana y dice, lo voy a hacer. Y de Cuba no hab¨ªa, al menos en ese momento, ninguna petici¨®n de informe. De Nicaragua se sac¨® una resoluci¨®n y por eso se hace permanentemente; en Venezuela tambi¨¦n, pero adem¨¢s crearon una comisi¨®n especial de tres relatores.
P. Y ahora, ya retirada de ese cargo, ?qu¨¦ situaciones de deriva autoritaria le preocupan en concreto en la regi¨®n?
R. Me preocupa Guatemala, por ejemplo; tambi¨¦n lo que ha pasado con en El Salvador. Este modelo de Nayib Bukele que aparentemente ha sido efectivo, seg¨²n los datos que ellos dan, pero a un costo muy brutal, porque muchas mam¨¢s dicen que sus hijos no eran de las maras y son calificados as¨ª solo por los tatuajes. Yo no puedo decir si lo eran o no, lo ¨²nico que esperar¨ªa es que haya debido proceso y que haya condiciones dignas y tenerlos medio desnudos en el suelo, no lo es. Una persona puede convertir en cosas horribles, pero tiene derecho a demostrar su inocencia. Y lo otro que me preocupa en Am¨¦rica Latina es el alzamiento de la ultraderecha, que puede implicar que la valoraci¨®n de los derechos humanos no es necesariamente la misma y que hay gente que puede tener m¨¢s derechos que otros, o que la respuesta a ciertas cosas como el tema de seguridad sea m¨¢s represi¨®n, menos prevenci¨®n. La verdad es que nadie tiene la bala de plata o la receta m¨¢gica de c¨®mo se resuelven problemas muy complejos que est¨¢ teniendo con mucha fuerza la regi¨®n.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.