?Un preso pol¨ªtico en el Gobierno de Boric?
Para quienes vivimos la prisi¨®n pol¨ªtica bajo de la dictadura de Pinochet, que un partidario del Gobierno se autocalifique de preso pol¨ªtico no solo es chocante, sino inmoral
El abuso del lenguaje da?a la democracia. Un miembro del Frente Amplio (FA), coalici¨®n pol¨ªtica originaria del presidente Gabriel Boric, ha declarado ser ¡°preso pol¨ªtico¡±. ?l es una de varias personas del partido Revoluci¨®n Democr¨¢tica, integrante de la coalici¨®n de Gobierno Apruebo Dignidad (FA y PC) involucradas en un fraude al fisco, y a quienes la justicia sancion¨® con prisi¨®n preventiva. Para quienes vivimos la prisi¨®n pol¨ªtica bajo de la dictadura de Augusto Pinochet, que un partidario del Gobierno se autocalifique de preso pol¨ªtico no solo es chocante, sino inmoral. Usar ese mismo t¨¦rmino es denigrar a los que sufrieron la dictadura, ignorar el estado de derecho vigente en Chile y da?ar al Gobierno actual.
Este problema es uno m¨¢s de una seguidilla de tropezones y errores que ha caracterizado la gesti¨®n de Gobierno. La causa de estas deficiencias obedece a razones m¨¢s profundas, y dice relaci¨®n con la distorsionada interpretaci¨®n de la realidad y deficientes pr¨¢cticas de Gobierno de algunos sectores del Frente Amplio. Dos declaraciones lo ilustran. Primero, el propio ¡°preso pol¨ªtico¡±, entonces dirigente estudiantil, expres¨® sobre Michelle Bachelet: ¡°Hasta cu¨¢ndo¡vamos a seguir esperando que nos siga mintiendo que nos dar¨¢ derecho a la educaci¨®n y que siga matando compa?eros¡±. Ello ocurr¨ªa en un Gobierno que estaba instalando la gratuidad de la educaci¨®n superior, y cuya presidenta era implacable defensora de los derechos humanos.
La segunda es de Giorgio Jackson, fundador del partido Revoluci¨®n Democr¨¢tica en la que militaba el ¡°preso pol¨ªtico¡± y otros detenidos, quien expres¨® ¡°nuestra escala de valores y principios dista de la generaci¨®n que nos antecedi¨®¡±. Ambas declaraciones ejemplifican una actitud que denota menosprecio de la historia, de los partidos que realizaron una de las transiciones a la democracia m¨¢s exitosas y del estado de derecho que funciona en el pa¨ªs.
Al comienzo, la gesti¨®n del Frente Amplio se revel¨® inviable, era visible su incapacidad de hacer buen Gobierno. Sin mayor¨ªa parlamentaria, se enfrent¨® a una derecha enardecida, acus¨¢ndolos de haber intentado obstruir al Gobierno anterior y acusar constitucionalmente al presidente Sebasti¨¢n Pi?era. En ese contexto, y ante la magnitud de los problemas de inseguridad, crimen, inflaci¨®n, promesas pendientes en pensiones, reforma tributaria, salud y educaci¨®n el presidente Boric gir¨® el tim¨®n y, con visi¨®n y coraje, inicio la ampliaci¨®n de su base pol¨ªtica hacia la centroizquierda, ajust¨® programa y prioridades, y encarg¨® las principales carteras ministeriales a personas experimentadas del Socialismo Democr¨¢tico. Boric se sustenta ahora en dos coaliciones , Socialismo Democr¨¢tico y Apruebo Dignidad.
La expectativa de constituir una sola gran coalici¨®n durante su Gobierno ya no ocurrir¨¢. Subsistir¨¢n dos maneras de ser de izquierda, y la interrogante es cu¨¢l predominar¨¢. La conformaci¨®n de una fuerza mayoritaria para encarar los desaf¨ªos futuros no surgir¨¢ desde el Frente Amplio. Su fragmentaci¨®n, un estilo m¨¢s rebelde que transformador, m¨¢s declarativo que ejecutivo, no da el ancho. La responsabilidad mayor recae en el Socialismo Democr¨¢tico, que tampoco est¨¢ a la altura, necesita un proyecto nuevo y ampliarse al centro. Entretanto, deber¨¢n complementarse lealmente para hacer un mejor Gobierno.
El presidente Boric se alzar¨¢ como la principal figura de la centroizquierda e izquierda si logra coordinar ambas coaliciones, ordenar al Frente Amplio, y estimular un di¨¢logo intergeneracional. La brecha entre generaciones explica parte de las divergencias.
Ahora entramos en una nueva etapa. Tras fracasar en dos ocasiones la aprobaci¨®n de una nueva Constituci¨®n, en sendos refer¨¦ndums, urge promover nuevos acuerdos nacionales para dejar un legado relevante, hoy poco perceptible. La ciudadan¨ªa ha reiterado su repudio a una pol¨ªtica polarizada y est¨¦ril. ?Es posible? Los acuerdos requieren disposici¨®n de la derecha moderada y voluntad de imponerse al extremismo del Partido Republicano, un Socialismo Democr¨¢tico con visi¨®n de futuro y un Frente Amplio realista, que respalde sin titubeos al presidente.
Hoy, las condiciones son mejores que en 2022, la inflaci¨®n se ha controlado, la capacidad de enfrentar el crimen se ha fortalecido, hay nuevas oportunidades de invertir y crecer en cobre, litio e hidr¨®geno verde. Los partidos pueden alcanzar nuevos acuerdos en seguridad y en financiamiento de pol¨ªticas sociales. Para tener ¨¦xito en los dos a?os que restan, el Gobierno debe afiatar equipos, actualizar sus objetivos y gobernar mejor. As¨ª, se alejar¨¢n los riesgos de errores, se alejar¨¢ el populismo y se fortalecer¨¢ la democracia.
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