Iris Fontbona, el hermetismo de la mujer m¨¢s rica de Am¨¦rica Latina
Bloomberg atribuye a la viuda de Andr¨®nico Luksic Abaroa, fundador del mayor imperio econ¨®mico de Chile, una fortuna de 28.800 millones de d¨®lares como matriarca de la familia
Casi un mes despu¨¦s de la muerte de Andr¨®nico Luksic Abaroa (1926-2005), creador del mayor imperio econ¨®mico de Chile, el mundo pol¨ªtico realiz¨® un homenaje en su nombre en el Congreso Nacional. Tras una seguidilla de elogiosos discursos ofrecidos por los parlamentarios, Andr¨®nico Luksic Craig tom¨® la palabra. El hijo mayor y entonces vicepresidente del Banco de Chile no hab¨ªa logrado llegar al funeral de su padre, ya que su muerte lo pill¨® en Indonesia, desde donde vol¨® 39 horas hacia Santiago, la capital chilena. En su primera despedida p¨²blica al patriarca del clan empresarial afirm¨®: ¡°Sin duda, de ahora en m¨¢s mi madre toma un poco las riendas y en torno a ella este grupo de hijos la vamos a apoyar. Estoy seguro de que la Virgen nos dar¨¢ madre por muchos a?os m¨¢s¡±. Luksic Craig se refer¨ªa a Iris Fontbona, la mujer m¨¢s rica de Am¨¦rica Latina, con un patrimonio familiar cuantificado en 28.800 millones de d¨®lares, tras un crecimiento del 18% en 2023, seg¨²n el r¨¢nking reci¨¦n publicado por la agencia Bloomberg.
La mayor parte de la fortuna proviene del control de casi el 70% de Antofagasta PLC, una de las productoras de cobre m¨¢s grandes del mundo, y el 83% de Qui?enco, el conglomerado que re¨²ne a las empresas del Grupo Luksic, salvo la minera. Tambi¨¦n tienen m¨¢s del 84% del grupo hotelero Plava Laguna que cotiza en bolsa en Zagreb, Croacia. Seg¨²n Bloomberg, la familia controla Antofagasta PLC y Qui?enco a trav¨¦s de varios veh¨ªculos de inversi¨®n con sede en el principado de Liechtenstein, un peque?o para¨ªso fiscal situado entre Austria y Suiza.
Iris Balbina Fontbona Gonz¨¢lez, de 81 a?os, naci¨® en Antofagasta (1.300 kil¨®metros al norte de Santiago), una ciudad marcada por la producci¨®n minera. La industria salitrera, particularmente, tuvo su apogeo entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras d¨¦cadas del siglo XX, lo que atrajo a la zona tanto a chilenos como extranjeros. Iris es la ¨²nica hija del matrimonio entre Luis Fontbona Buxallen, de ascendencia catalana, y Emma Gonz¨¢lez Morales, ambos de Valpara¨ªso. Tras estudiar Comercio, Luis se mud¨® con su esposa a Antofagasta, que por entonces ten¨ªa unos 50.000 habitantes, en medio del desierto m¨¢s ¨¢rido del mundo. Iris creci¨® ah¨ª como una ni?a nortina, que estudiaba en el Colegio Instituto Santa Mar¨ªa de Antofagasta, un establecimiento cristiano-cat¨®lico.
A comienzos de los sesenta la joven Iris conoci¨® a Andr¨®nico Luksic Abaroa, un empresario de ascendencia croata 16 a?os mayor que ella. El hombre, con estudios en Francia y dedicado a la industria minera, hab¨ªa enviudado recientemente y ten¨ªa a su cargo a dos peque?os hijos: Andr¨®nico y Guillermo. Se casaron y tuvieron tres hijos: Paola (1962), Jean Paul (1964) y Mar¨ªa Gabriela (1965). A mediados de esa d¨¦cada, la familia completa se traslad¨® a Santiago, aunque en los veranos era com¨²n verlos a todos en la casa del balneario de Hornitos, a una hora de Antofagasta. Luego, en el sure?o fundo de Chan-Chan, el complejo forestal de m¨¢s de 50.000 hect¨¢reas en la ribera del r¨ªo Panguipulli, en la regi¨®n de Los R¨ªos.
La historia de c¨®mo los Luksic amasaron su fortuna en el sector minero, financiero e industrial est¨¢ escrita, pero poco se sabe de Iris Fontbona. Completamente herm¨¦tica ante la prensa y muy resguardada por su c¨ªrculo de hierro, la informaci¨®n que circula suele venir de terceros que prefieren mantener el anonimato. Andr¨®nico Luksic Craig, sin ser un portavoz ni mucho menos, es el que se ha referido m¨¢s veces a ella. ¡°Tengo dos mam¨¢s¡±, ha dicho. ¡°Una que muri¨® en el a?o 59¡ä, cuando yo ten¨ªa cuatro a?os y otra que me tom¨® cuando ten¨ªa siete, que ha sido mi madre hasta el d¨ªa de hoy, a quien quiero, respeto y adoro sobre todas las cosas¡±.
Tras el fallecimiento de su esposo en 2005, Fontbona hered¨® su fortuna y se convirti¨® en la matriarca de la familia Luksic. Los tres hijos hombres tomaron el relevo en las distintas ¨¢reas y, aunque Iris no participa de los directorios de las empresas del grupo abiertas en Bolsa, seg¨²n La Segunda, s¨ª ostenta el control de la mesa directiva de las fundaciones creadas por su marido desde donde se descuelga la propiedad de todo el imperio que el empresario y su familia crearon en Chile, Argentina, Uruguay, Canad¨¢, Estados Unidos y Croacia, seg¨²n los registros de la Comisi¨®n de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC, por su siglas en ingl¨¦s) a los que accedi¨® el peri¨®dico vespertino.
Iris, poseedora de la tercera fortuna m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina y la n¨²mero 56 a nivel mundial, seg¨²n Bloomberg, solo se ha permitido mayor exposici¨®n cuando se trata de la Telet¨®n, una obra ben¨¦fica que ayuda a ni?os y j¨®venes en situaci¨®n de discapacidad motora. En 2010 acudi¨® personalmente a anunciar una donaci¨®n ¡°especial¡±. Elegante, pero sencilla, se subi¨® al escenario del Estadio Nacional y dijo al micr¨®fono de Don Francisco que ella y su familia aportar¨ªan 1.000 millones de pesos (unos 1,3 millones de d¨®lares). La viuda de Luksic se retir¨® entre los gritos de ¡°?¨ªdola!¡± del p¨²blico.
Al a?o siguiente se volvi¨® a presentar y dobl¨® la apuesta: m¨¢s elegante y m¨¢s aporte. Fontbona y sus cinco hijos donaron 1.500 millones (unos 1,8 millones de d¨®lares), el montante m¨¢s alto recibido en los 33 a?os del evento. Los ¡°?¨ªdola!¡± se escucharon m¨¢s fuerte. As¨ª naci¨® una suerte de tradici¨®n familiar de los Luksic, que incluy¨® el financiamiento de un nuevo instituto Telet¨®n en su ciudad natal. ¡°Somos antogafastinos. Nuestro pasado, presente y futuro est¨¢ ligado a Antofagasta¡±, dijo Fontbona en 2014, la ¨²ltima vez que particip¨® presencialmente en el evento solidario. En las ediciones siguientes sus hijos Andr¨®nico, Paola y Gabriela tomaron la posta de los anuncios y el ba?o de masas. Guillermo falleci¨® en 2013 producto de un c¨¢ncer pulmonar y Jean Paul parece haber heredado el bajo perfil de su madre.
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