Los milenarios mo¨¢is de Isla de Pascua, a la deriva
Las autoridades y expertos ind¨ªgenas alertan la progresiva degradaci¨®n de las enigm¨¢ticas estatuas de piedra volc¨¢nica y la necesidad de un plan de conservaci¨®n
El feroz incendio que afect¨® en octubre de 2022 a la m¨¦dula de Isla de Pascua, la cantera del cr¨¢ter volc¨¢nico Rano Raraku, donde los antiguos rapa nui fabricaron los majestuosos moai, puso en la palestra la degradaci¨®n progresiva que est¨¢n sufriendo las milenarias estatuas. Un a?o y medio despu¨¦s de que las llamas afectaran m¨¢s de 350 piezas arqueol¨®gicas, 22 de ellas moai con ¡°graves alteraciones¡±, la comunidad ind¨ªgena Ma¡¯u Henua, administradora del Parque Nacional Rapa Nui, est¨¢ en el descuento para implementar un proyecto de conservaci¨®n y limpieza de apenas una decena de objetos, cinco de ellos figuras ancestrales de piedra del pueblo ind¨ªgena. ¡°Si hoy d¨ªa no se establece un plan nacional de conservaci¨®n, los moai se degradar¨¢n y terminar¨¢n convertidos en arena en poco m¨¢s de 100 a?os¡±, alerta el alcalde pascuense, Pedro Edmunds, en la banqueta de un colegio donde se celebra una cumbre para proteger el oc¨¦ano.
Los moai de Rano Raraku m¨¢s afectados por los incendios no se ven desde el sendero limitado para los turistas. Es una zona patrimonial especialmente de la isla, donde hay erigidas 416 estatuas de piedra. Los carros de bomberos no pueden acceder al lugar donde las llamas arrasaron con un centenar de hect¨¢reas de pastizales y por eso el desaf¨ªo de controlarlo fue may¨²sculo.
Hay quienes consideran a Rapa Nui (el ombligo de la Tierra) como un cementerio de 160 kil¨®metros cuadrados de moai, pero los locales no lo ven as¨ª. Carlos Edmunds, presidente del Consejo de Ancianos de la isla, explica que los ancestros pon¨ªan algunos huesos de los muertos debajo del moai para que la persona siguiera viviendo espiritualmente. ¡°A m¨ª me produce pena y rabia la quema de los moai porque es como que quemaran a mi abuelo, a los antepasados que comandaban cada tribu. Moai significa el rostro viviente de las personas, es algo muy sagrado, como si quemaran una imagen de Jesucristo¡±, sostiene el l¨ªder de la instituci¨®n ancestral ind¨ªgena en un d¨ªa soleado de verano con lluvias intermitentes.
Tras el incendio de 2022, la Unesco lider¨® un proyecto de emergencia para generar un diagn¨®stico de conservaci¨®n de los restos arqueol¨®gicos afectados de moai, estructuras habitacionales y hornos de piedra. Adem¨¢s de identificar 350 piezas afectadas, el informe elaborado por miembros de Mau Henua y de entidades gubernamentales y de la sociedad civil, concluyeron que, m¨¢s all¨¢ de las llamas, los factores clim¨¢ticos e h¨ªdricos son los m¨¢s frecuentes y perjudiciales para los moai. La erosi¨®n biol¨®gica acelera el proceso de deterioro de la capa exterior de las estatuas, impactando entre 5 y 10 cent¨ªmetros su superficie de roca volc¨¢nica.
La arque¨®loga Merahi Atam, del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), explica que las caracter¨ªsticas propias de la toba lapilli, la roca especial con que se fabricaron los moai, es muy delicada, al tratarse de una ceniza compacta. ¡°La forma en c¨®mo est¨¢n dispersos [los objetos arqueol¨®gicos] en la isla, a campo abierto, y las decisiones culturales de los ancestros, est¨¢n trayendo consecuencias hoy en d¨ªa¡±, apunta. Las estatuas incrustadas en la isla, como el Te Tokanga, de 22 metros de largo y unas 200 toneladas de peso, est¨¢n sujetas a diversas alteraciones, fisuras y detrimentos de algunos rasgos estil¨ªsticos. ¡°Hay p¨¦rdida de detalles de ojos, orejas, manos y despu¨¦s simplemente queda como una forma semi antropoforma que uno logra identificar, por lo que pierde parte importante de su valor est¨¦tico y tambi¨¦n cultural¡±, se?ala Atam. ¡°Si no se resguardan los moai como corresponde se va a perder parte importante de nuestra historia¡±, a?ade.
Nancy Rivera, integrante de la directiva del Parque Nacional Rapa Nui, se?ala que el cambio clim¨¢tico est¨¢ acelerando el deterioro de las piezas arqueol¨®gicas. ¡°Por las marejadas hemos tenido derrumbes de Ahu [altar en lengua pascuense], asociados a las costas de la isla. La altura de las olas es mucho m¨¢s alta que antes, han llegado hasta los seis metros, entonces da?an mucho y erosionan mucho m¨¢s las piezas ubicadas en la costa. Las lluvias ahora son m¨¢s intensas y los fuertes vientos tambi¨¦n nos han hecho tomar medidas. En Orongo, ubicado a un extremo de Rano Kau, que es un lugar muy alto en un acantilado, ahora cerramos cuando el viento sobrepasa los 45 kil¨®metros por hora. Antes ocurr¨ªa, pero era muy raro. El invierno pasado, por ejemplo, tuvimos que cerrar al menos 10 veces¡±, relata.
El plan de conservaci¨®n para 10 piezas arqueol¨®gicas afectadas por los incendios consigui¨® un presupuesto de 90 millones de pesos (unos 94.000 d¨®lares). Rivera asegura que no pueden poner los esfuerzos solo en los proyectos de fondos concursables porque pueden salir, como no: ¡°Nuestra intenci¨®n es que una vez que ya nos recuperemos de las consecuencias de la pandemia -todav¨ªa no se restablecen los 14 vuelos semanales-, dejemos un presupuesto de los ingresos de los ticket de entrada al parque para conservaci¨®n, tal como tenemos uno para mantenci¨®n¡±.
Atam, de la secretar¨ªa de patrimonio Rapa Nui del CMN, plantea que la protecci¨®n de los mo¨¢is es ¡°bien compleja¡± desde el punto de vista t¨¦cnico, considerando lo fr¨¢gil que es la roca lapilli y que los incendios contribuyen a su degradaci¨®n. ¡°Lo principal es mantenerlos bajo un per¨ªmetro protegido, considerando que transitan caballos, vacas y personas de manera no regulada. Las alteraciones por factores clim¨¢ticos son inevitables, pero se pueden mitigar sometiendo a las estatuas a procesos de consolidaci¨®n e hidrorepelencia con sustancias espec¨ªficas que ya han sido probadas en proyectos previos. Ah¨ª hay que centrar los esfuerzos para trabajar y velar por la protecci¨®n y permanencia de los moai¡±, aconseja.
En 2017, el Estado de Chile le entreg¨® la concesi¨®n del Parque Nacional Rapa Nui por 50 a?os a la comunidad ind¨ªgena Ma¡¯u Henua. Desde que la Unesco declar¨® la isla Patrimonio de la Humanidad en 1986 hasta entonces, se desarrollaron varios trabajos de conservaci¨®n liderados principalmente por comisiones cient¨ªficas e instituciones privadas extranjeras, el Centro de Conservaci¨®n y Restauraci¨®n Nacional y la propia Unesco. ¡°Ahora no hay ninguna fundaci¨®n que est¨¦ aqu¨ª porque nuestras reglas no son tan claras como para que participen. Las dicta la comunidad ind¨ªgena en complicidad con el Estado. Y d¨¦jeme decirle, es como no tener reglas. Al no tener reglas, no se puede confiar en la inversi¨®n¡±, reconoce el alcalde. ¡°Se necesita urgente la intervenci¨®n del Estado¡±, a?ade, en alusi¨®n a generar incentivos para la inversi¨®n en la cultura material de la isla.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Chile y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.