Radiograf¨ªa a los mo¨¢is quemados por un incendio en Isla de Pascua: ¡°El da?o es mucho m¨¢s grande de lo que imaginamos¡±

M¨¢s de 350 piezas arqueol¨®gicas sufrieron alg¨²n da?o producto del feroz incendio que afect¨® el pasado octubre la cantera del cr¨¢ter volc¨¢nico Rano Raraku, en la Isla de Pascua, seg¨²n una investigaci¨®n liderada por la Unesco que se dio a conocer recientemente. Del patrimonio perjudicado por las llamas en la cantera donde los antiguos rapa nui fabricaron los majestuosos mo¨¢is, 222 corresponden a las estatuas; 22 de ellas con ¡°graves alteraciones¡± que deben ser tratadas al corto plazo, advierte el documento. ¡°El da?o es mucho m¨¢s grande de lo que imaginamos¡±, sostiene por tel¨¦fono el alcalde pascuense, Pedro Edmunds.

El incendio ocurri¨® en una zona patrimonial especialmente sensible de la triangular isla ubicada en medio del Oc¨¦ano Pacficio y parte de la regi¨®n chilena de Valpara¨ªso, situada a 3.600 kil¨®metros. En la cantera Rano Raraku, varios mo¨¢is est¨¢n inconclusos, semi enterrados, como el Te Tokanga, de 22 metros de largo y unas 200 toneladas de peso. Esto permiti¨® que la mitad de las misteriosas estatuas se protegieran del fuego que impact¨® la isla declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1986.

Los arque¨®logos de la Unesco, miembros de la comunidad ind¨ªgena Mau Henua y de entidades gubernamentales y de la sociedad civil que elaboraron el informe, concluyeron que, m¨¢s all¨¢ de las llamas, los factores clim¨¢ticos e h¨ªdricos son los m¨¢s recurrentes y perjudiciales para los mo¨¢is. La erosi¨®n biol¨®gica acelera el proceso de deterioro de la capa exterior de las estatuas, impactando entre 5 y 10 cent¨ªmetros su superficie de roca ¨²nica del que est¨¢ formado el volc¨¢n, la toba lapilli. ¡°El tiempo, la lluvia y el viento los est¨¢n degradando. Si no hacemos nada, en 100 a?os van a desaparecer¡±, alerta Edmunds.

Claudia Uribe, representante de la Unesco en Chile, explica que, para conservar las piezas patrimoniales, se pueden aplicar t¨¦cnicas relacionadas con la hidrofugaci¨®n y adhesi¨®n de la piedra. La sofisticada metodolog¨ªa se utiliz¨® hace pocos a?os con gran ¨¦xito y hace m¨¢s de dos d¨¦cadas en el centro ceremonial Ahu Tongariki, sobre el cual se yerguen 15 mo¨¢is. En incendios anteriores, donde tambi¨¦n se vieron afectados algunos mo¨¢is, cient¨ªficos japoneses y chilenos del Consejo de Monumentos Nacionales han aplicado soluciones qu¨ªmicas en la piedra para brindarle una capa de protecci¨®n.

La arque¨®loga y conservadora de la Comunidad Ind¨ªgena Ma¡¯u Henua, Daniela Meza, aclara que es un mecanismo muy lento y costoso. Cada mo¨¢i implica dos a tres meses de trabajo e importar una serie de materiales de laboratorios extranjeros. ¡°Los materiales no son tan caros, pero s¨ª los costos aduaneros¡±, reclama. Meza comenta que antes del incendio hab¨ªa elaborado una lista de emergencia con las estatuas en peor estado. ¡°Son unas 15. No se han quemado pero est¨¢n m¨¢s graves. Est¨¢n al lado del mar y se est¨¢n cayendo, pr¨¢cticamente, a pedazos . Una vez que tengamos el permiso de Monumentos, vamos a devolverles su fuerza f¨ªsica para que puedan seguir de pie¡±, afirma la arque¨®loga, quien junto a un equipo est¨¢ dise?ando una metodolog¨ªa para que no sea tan engorroso a nivel administrativo proteger a los mo¨¢is.

El alcalde Edmunds dice no tener la cifra de cu¨¢l es el presupuesto para aplicar la t¨¦cnica de protecci¨®n en los 22 mo¨¢is m¨¢s perjudicados por el incendio. Uribe aclara que la Unesco no otorgar¨¢ recursos para financiar dichos tratamientos de restauraci¨®n y reparaci¨®n: ¡°El desaf¨ªo que se enfrenta hoy es levantar fondos para iniciar un plan de conservaci¨®n¡±. Antes de llegar a ese punto, los expertos elaborar¨¢n un plan de gesti¨®n de riesgo para fortalecer las capacidades de respuesta de los locales ante incendios u otras emergencias. Todo el proyecto de la Unesco en relaci¨®n a los incendios cuenta con un presupuesto de 97.000 d¨®lares para un a?o, financiado por el Fondo de Emergencia para el Patrimonio (HEF) del organismo, que busca la preservaci¨®n y conservaci¨®n de los sitios.

La isla, que vive del turismo, cerr¨® por dos a?os y medio producto de la pandemia. Y aunque el alcalde ir¨¢ a la ONU la pr¨®xima semana a hablar de c¨®mo lograron tener solo cinco contagios y ni un muerto, la econom¨ªa se resinti¨® mucho en Rapa Nui. Y contin¨²a coja. Est¨¢n recibiendo solo tres vuelos semanales -750 pasajeros-, comparado con los 14 que llegaban antes del cierre -8.000 pasajeros-.

El Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat) suscribi¨® el pasado jueves un acuerdo por 620.000 d¨®lares con el municipio pascuense y la comunidad ind¨ªgena Ma¡¯u Henua, administradora del Parque Nacional Rapa Nui. Los fondos se destinar¨¢n a fortalecer la gesti¨®n del hist¨®rico recinto y reactivar la econom¨ªa. Cada isle?o lo nota en su ¨¢rea. Daniela Meza, por ejemplo, ya no consigue reunir fondos de la comunidad cuando necesita proteger un mo¨¢i. O 22.