La justicia chilena ordena la exhumaci¨®n del cuerpo de Franco Vargas, fallecido durante su servicio militar
El conscripto de 19 a?os muri¨® el 27 de abril en una marcha en Putre. La indagatoria la lidera la Fiscal¨ªa de Arica
Este jueves el Juzgado de Garant¨ªa de Arica autoriz¨® la exhumaci¨®n del cuerpo de Franco Vargas, el conscripto de 19 a?os que falleci¨® mientras realizaba su servicio militar en Putre, un poblado en el extremo norte de Chile. El joven se desplom¨® y muri¨® mientras participaba en una marcha pasadas las seis de la ma?ana en el altiplano, a m¨¢s de 4.000 metros sobre el nivel del mar. Tras ese ejercicio militar, otros 45 conscriptos de la Brigada Motorizada N¡ã24 Huamachuco presentaron cuadros infecciosos respiratorios y gastrointestinales, y a uno de ellos le debieron apuntar una de sus manos.
Luego de un intenso debate, el 25 de junio pasado la Corte Suprema orden¨® que el caso de Franco Vargas deb¨ªa ser llevado por la justicia civil, pues en un principio las diligencias estuvieron a cargo de la justicia militar.
La solicitud de exhumaci¨®n del cuerpo fue realizada por la Fiscal¨ªa de Arica. En la audiencia, el fiscal Anatole Larrabeiti expres¨® que la autopsia debe ser ejecutada bajo el protocolo de Minessota, un m¨¦todo que se utiliza en caso de que las muertes ocurran cuando las personas est¨¢n bajo la custodia del Estado. Y explic¨® que este protocolo consiste en ¡°una autopsia con una singularidad de requisitos que van desde lesiones previas posibles al deceso de la persona, en cuanto a cualquier otro tipo de anomal¨ªa en la muerte de la misma y que debe preverse en el caso de que el Estado sea quien haya tenido la custodia de esta persona, como fue en el caso del Ej¨¦rcito de Chile al mantener a un conscripto que cumpl¨ªa su Servicio Militar quien fallece bajo dicho requisito¡±.
La madre del conscripto, Romy Vargas, tambi¨¦n autoriz¨® la diligencia. Cuando el caso de su hijo era llevado por la justicia militar, ella se hab¨ªa negado a que se realizara este procedimiento.
El Juzgado de Garant¨ªa de Arica accedi¨® a la petici¨®n del Ministerio P¨²blico argumentando que ¡°se trata de una diligencia que resulta de utilidad para el esclarecimiento de los hechos investigados, y contando adem¨¢s no solo con la citaci¨®n y noticia de la madre del difunto, sino que su manifestaci¨®n expresa de voluntad, se han tocado en cada uno de los presupuestos establecidos en esa norma, que permiten acceder a este tribunal a la petici¨®n del Ministro P¨²blico y de las partes querellantes¡±.
El comandante en jefe del Ej¨¦rcito chileno, Javier Iturriaga, reconoci¨® el pasado 8 de mayo que la primera informaci¨®n entregada sobre la muerte del conscripto Franco Vargas ¡°adoleci¨® de falta de precisi¨®n¡± y dio de baja a los dos principales mandos de la instituci¨®n en el extremo norte del pa¨ªs. El general tambi¨¦n admiti¨® que el trabajo que en abril se realiz¨® en la zona le dej¨® ¡°una duda razonable respecto de la correcta ejecuci¨®n de la instrucci¨®n, del cumplimiento de los protocolos de r¨¦gimen interno y protocolos sanitarios¡± y que, de comprobarse a trav¨¦s de las investigaciones, ¡°deber¨¢n asumirse las responsabilidades que se determinen¡±.
El mandatario Gabriel Boric y la ministra de Defensa Maya Fern¨¢ndez recibieron el 13 de mayo a la madre de Franco Vargas en La Moneda, encuentro en el que se comprometieron apoyar las causas ¡°para esclarecer lo ocurrido con Franco y el resto de sus compa?eros¡±, dijo entonces la secretaria de Estado.
De acuerdo con las versiones iniciales del Ej¨¦rcito, Vargas present¨® problemas respiratorios durante un descanso en medio de una marcha de instrucci¨®n desde el Campo de Entrenamiento Pacollo hacia el Cuartel Militar de Putre. El soldado conscripto fue inicialmente estabilizado por los equipos de la enfermer¨ªa del regimiento y luego fue enviado a un centro de salud local, en donde se confirm¨® su muerte.
El relato oficial ha sido rechazado por los otros conscriptos del regimiento, quienes han denunciado m¨²ltiples situaciones de maltrato que habr¨ªan cometido sus superiores en medio de la instrucci¨®n militar.
Este caso ha hecho revivir una de las m¨¢s grandes tragedias ocurridas en el Ej¨¦rcito de Chile en tiempos de paz. En 2005, un suboficial y 44 conscriptos que hac¨ªan su servicio militar murieron tras obedecer las ¨®rdenes de sus superiores, quienes los enviaron a una marcha en la zona cordillerana de Antuco, en la sure?a regi¨®n del Biob¨ªo, con bajas temperaturas y un viento blanco. Cinco militares fueron procesados por su responsabilidad en las muertes.
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