Ni?eces y adolescencias en un panorama desolador
Entre 2022 y 2023 un total de 2.184 ni?as, ni?os y adolescentes fueron identificadas como v赤ctimas de explotaci車n sexual en Chile. Lo m芍s grave es que dicha vulneraci車n se da recurrentemente en quienes est芍n bajo el cuidado del Estado
Una nueva balacera ocurrida hace unas semanas en Bajos de Mena, zona sur poniente de Puente Alto y considerada el ※gueto m芍s grande de Chile§, dej車 un saldo de tres hermanos afectados, uno fallecido de 17 a?os y dos de 11 y 13 a?os con heridas graves, aunque fuera de riesgo vital. D赤as despu谷s, un ni?o de 12 a?os asesina con un cuchillo a un adulto en Antofagasta y es declarado inimputable por el tribunal, regresando donde su abuela, quien es su tutora. El Servicio de Protecci車n Especializada a la Ni?ez y Adolescencia en la regi車n informa a los medios que 谷l estaba en programas ambulatorios desde hace mucho tiempo, lo que explicar赤a en parte su comportamiento.
Estos dos casos son apenas una muestra de lo que est芍n viviendo ni?eces y adolescencias en nuestro pa赤s, en un Chile muy distinto al de nuestra generaci車n donde no campeaba el crimen organizado ni el narcotr芍fico, este 迆ltimo ventana atractiva para este grupo etario, que ven una salida inmediata a su situaci車n de pobreza y as赤 emular a los l赤deres de las bandas -ropa cara, joyas, autos de alta gama, etc. -, logrando una satisfacci車n a corto plazo, la que en este escenario de criminalidad puede ser muy ef赤mera, ya que la muerte est芍 a la vuelta de la esquina literalmente.
Por si esto fuera poco, el informe ※Explotaci車n sexual contra ni?as, ni?os y adolescentes: factores y caracterizaci車n en los 迆ltimos a?os§, del Observatorio de la Defensor赤a de la Ni?ez y elaborado con datos otorgados por el Ministerio P迆blico, nos ratific車 una realidad brutal y dolorosa, considerada una de las m芍s graves formas de violencia sexual: entre 2022 y 2023 un total de 2.184 ni?as, ni?os y adolescentes fueron identificadas como v赤ctimas de explotaci車n sexual por el Ministerio P迆blico, increment芍ndose de un a?o a otro en un alarmante 29%. De esas m芍s de dos mil v赤ctimas, un 86% son ni?as y adolescentes mujeres y el 64% tiene entre 14 a 17 a?os. Lo m芍s grave es que dicha vulneraci車n se da recurrentemente en ni?os, ni?as y adolescentes bajo el cuidado del Estado.
Adem芍s, la violencia ejercida a este rango etario por sus cuidadores principales ha tenido un aumento en los 迆ltimos seis a?os, seg迆n los datos de la Segunda Encuesta Nacional de Polivictimizaci車n, pasando de un 35% en 2017 a 39% en 2023. El mismo estudio, a cargo de la Subsecretar赤a de Prevenci車n del Delito, muestra un mayor incremento de la violencia sicol車gica, manifestada en insultos, pasando de un 28% en 2017 a 35% en 2023. Es decir, el panorama es desolador denotando un abandono del Estado y donde no vemos acciones concretas que apunten a que esto vaya a solucionarse en el corto plazo, pese a que la Convenci車n sobre los Derechos del Ni?o, ratificada por Chile en agosto de 1990, y la Ley 21.430 sobre Garant赤as y Protecci車n Integral de la Ni?ez y la Adolescencia, de 2022, establecen que el Estado debe contar con mecanismos que permitan protegerlos efectivamente de cualquier forma de violencia, entre otras obligaciones.
En julio pasado el Presidente Gabriel Boric lanz車 la Pol赤tica Nacional de la Ni?ez y Adolescencia 2024-2032, con su respectivo Plan de Acci車n, que busca cambiar esta brutal realidad. Para que esto ocurra deber haber un avance sostenido y con sentido de urgencia en la implementaci車n de la Ley de Garant赤as y en el plan de seguridad del Gobierno con foco en ellos y ellas. No bastan las buenas intenciones, reyertas pol赤ticas y denuncias por la prensa. Evitar balaceras en poblaciones y situaciones de violencia no depende de uno o un par de organismos p迆blicos, tampoco basta que el Estado en su conjunto se articule, sino que toda la ciudadan赤a deber赤a estar detr芍s, desde la se?ora Juanita hasta el empresario exitoso, del artista a la ingeniera, de las polic赤as hasta los civiles. Esto no es una entelequia, en la medida que la sociedad chilena se sensibilice con el tema; dicho de otro modo, que no pierda la capacidad de asombro frente a la vulneraci車n de derechos de ni?os, ni?as y adolescentes.
Prevenir que esta violencia ocurra tiene un impacto positivo indiscutible en las relaciones familiares, barriales y educativas, por lo que mi invitaci車n es a generar conversaciones, en espacios seguros y acogedores, que permitan abordar la convivencia, el cuidado mutuo, el trato respetuoso, el valor de la inclusi車n y aceptaci車n de la diversidad de personas con las que se vinculan cotidianamente, y c車mo resolver pac赤ficamente los conflictos a trav谷s del di芍logo. Busquemos estrategias y mecanismos que permitan que se reencanten con su escuela o liceo, que vuelvan a re赤r y a bailar, devolvi谷ndoles lo que les quitamos como adultos y adultas responsables: la esperanza de un presente donde no los volvemos a abandonar.