Chile cumple cinco a?os del estallido social con demandas vigentes, pero con otras prioridades

Cada manifestante ten¨ªa una exigencia propia durante el estallido social que se produjo en Chile el 19 de octubre de 2019. Algunos de los carteles que se vieron en la oleada de movilizaciones, que sacudieron los cimientos de la institucionalidad y dieron pie a dos procesos constituyentes fracasados, ped¨ªan el cese del ¡°abuso empresarial¡± y de la ¡°gran desigualdad¡±, otras ten¨ªan escrito ¡°no m¨¢s AFP¡± ¡ªen referencia a las Administradoras de Fondos de Pensiones¡ª, ped¨ªan ¡°salud digna¡± o hac¨ªan alusi¨®n a los endeudamientos de profesionales por los cobros del Cr¨¦dito con Aval del Estado (CAE). Pero fueron las encuestas de aquellas ¨¦poca, como la elaborada por el Centro de Estudios P¨²blicos (CEP) y publicada a fines de ese a?o, las que mejor reflejaron las demandas de los chilenos: pensiones, salud, educaci¨®n y salarios.

Hoy, el orden de las prioridades ha cambiado y la versi¨®n de mediados de este 2024 del mismo estudio, el de CEP, muestra una poblaci¨®n que cree que el Gobierno de Gabriel Boric deber¨ªa abocarse en solucionar la crisis de inseguridad, seguida por la salud, pensiones y educaci¨®n. Tras revisar las consultas ciudadanas de distintos periodos (antes, durante y despu¨¦s de las revueltas), las peticiones de los chilenos se asemejan m¨¢s ahora a las que ten¨ªan antes de las protestas de hace cinco a?os, cuando tambi¨¦n la delincuencia, los asaltos y robos lideraban el listado de preocupaciones.

Pero existen matices y una explicaci¨®n para estos zigzagueos en las prioridades, asegura el investigador y coordinador acad¨¦mico del CEP Sebasti¨¢n Izquierdo a EL PA?S. Lo primero en que se debe poner atenci¨®n es que a lo largo de estos cinco a?os algunos problemas en Chile parecieran haberse agravado y otros, atenuado, dice. ¡°Si bien siempre hab¨ªa una inquietud importante sobre los derechos sociales, la atenci¨®n estaba puesta sobre la delincuencia antes del estallido. Luego, eso cambi¨® dr¨¢sticamente, instal¨¢ndose como principales preocupaciones los derechos sociales¡±, a?ade.

Fue a mediados de 2021 cuando la delincuencia volvi¨® a encabezar las principales problemas de los chilenos y as¨ª se ha mantenido hasta ahora. No s¨®lo ha crecido a trav¨¦s del tiempo, sino que se ha ramificado. ¡°Hay preocupaci¨®n por fen¨®menos como el narcotr¨¢fico y la violencia¡±, indica Izquierdo. Esto encaja con una alta percepci¨®n de inseguridad. Seg¨²n la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), elaborada por el Gobierno y conocida en agosto, un 87,6% de las personas considera que, a nivel nacional, la delincuencia aument¨® en 2023.

Respecto al desplazamiento de las pensiones a un plano secundario, Izquierdo explica que, si bien no se ha realizado una modificaci¨®n estructural en el sistema previsional, hubo un avance con la Pensi¨®n Garantizada Universal (PGU), gestado durante el segundo Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era (2018-2022) y que ha ofrecido un aporte adicional a los adultos mayores independiente de los ahorros en sus cuentas de cotizaci¨®n individuales. ¡°Se trat¨® de un cambio cuantioso en recursos, y eso podr¨ªa explicar por qu¨¦ esa prioridad cay¨® fuertemente en relaci¨®n a lo que ten¨ªamos durante el estallido¡±, acota.

Sumado a esto, en el Congreso se discute un proyecto de ley de reforma pensional, impulsado por la Administraci¨®n de izquierdas de Boric, que propone la creaci¨®n de una AFP estatal ¨Cuna idea con alta popularidad¨C y el pr¨¦stamo de parte de los fondos previsionales al Estado para financiar el pilar solidario. Sobre esta ¨²ltima iniciativa, un 81% est¨¢ en desacuerdo, seg¨²n la encuesta Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo divulgada hace unos d¨ªas.

En el caso de la salud, el investigador dice que, si bien el sistema pol¨ªtico chileno no ha logrado una reforma necesaria, durante la pandemia Chile hizo un esfuerzo para combatir el Covid, donde se unieron los sectores p¨²blico y privado. ¡°Hubo avances importantes en relaci¨®n con la vacuna, el manejo de la crisis sanitaria. Luego vino una crisis del sector privado, de las Isapres, que se resolvi¨® pol¨ªticamente con una ley corta¡±. En cuanto a la educaci¨®n, explica que las reformas m¨¢s relevantes se hicieron previo al estallido¡±, detalla.

Demandas vigentes y cambio de percepci¨®n

El cambio en las prioridades no significa que varios de los reclamos que se escucharon durante el estallido y encabezaron las preocupaciones a fines de 2019 han desaparecido. Jan Jarab, jefe de ONU Derechos Humanos en Am¨¦rica del Sur, ha dicho en una misiva que las causas estructurales del malestar social siguen vigentes, sobre todo la profunda desigualdad en el acceso a los derechos econ¨®micos, sociales, culturales y ambientales.

En el Palacio de La Moneda est¨¢n de acuerdo con esta visi¨®n. La portavoz del Gobierno de Chile, Camila Vallejo, ha dicho que aquellas demandas siguen vigentes. ¡°No podemos s¨®lo reducir el estallido social a los hechos delictuales o de violencia, sino que se deben tratar de abordar las demandas subyacentes¡±, dijo el martes en una entrevista en Tele13 Radio. Pero, antes, en una columna publicada el lunes en La Tercera, hab¨ªa profundizado esta explicaci¨®n: ¡°Se trataba de un descontento que se ven¨ªa incubando hace d¨¦cadas y que hab¨ªa tenido expresiones contundentes en distintos momentos de movilizaci¨®n social, como las manifestaciones estudiantiles de 2006 y 2011¡å.

La percepci¨®n sobre lo hechos que partieron en octubre de 2019 y concluyeron en marzo de 2020, en la pandemia, tambi¨¦n ha cambiado. Seg¨²n una reciente encuesta del CEP, de un 55% al 23% se redujo el apoyo a aquellas manifestaciones en cinco a?os. A la par, el rechazo hacia el estallido social ha crecido y ahora mayoritariamente se piensa que fue malo para el pa¨ªs. No es que los chilenos rechacen las transformaciones profundas, sino que se inclinan porque sean graduales, as¨ª se desprende del resultado del ¨²ltimo informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile.

¡°Hay muchas demandas que, sin lugar a duda, no est¨¢n satisfechas. Pero existe una serie de indicadores que dejan ver a una ciudadan¨ªa que no estar¨ªa dispuesta a repetir el estallido social que, si bien cont¨® con manifestaciones pac¨ªficas, tambi¨¦n tuvo violentos. Aunque actualmente los derechos sociales no est¨¢n resueltos y hay un pesimismo latente sobre el sistema pol¨ªtico y econ¨®mico, pareciera que la ciudadan¨ªa estar¨ªa buscando como soluci¨®n a sus problemas un sistema pol¨ªtico capaz de llegar a acuerdos¡±, dice Izquierdo.