La migraci¨®n irregular como delito

Actualmente se discute en el Senado (luego de ser aprobado en la C¨¢mara de Diputados) el Proyecto de Ley Bolet¨ªn 15.261-25, que propone establecer como delito el ingreso clandestino a Chile. Su objetivo es desincentivar la migraci¨®n irregular a trav¨¦s de sanciones m¨¢s duras a quienes ingresen al pa¨ªs infringiendo la ley. Pese a que el problema es urgente, el proyecto presenta problemas graves en cuanto a su efectividad para reducir la migraci¨®n irregular, la disminuci¨®n del crimen organizado y el respeto de compromisos internacionales en derechos humanos.

La experiencia internacional y nacional demuestra que la criminalizaci¨®n de la migraci¨®n irregular no reduce este problema de manera significativa. En Estados Unidos y pa¨ªses de Europa, este tipo de medidas ha aumentado el tr¨¢fico de personas, generado precariedad y sobrecargado los sistemas judiciales, sin alcanzar los resultados esperados. En Chile, la antigua ley de extranjer¨ªa sancionaba como delito el ingreso clandestino, y bajo esta ley se alcanzaron los mayores n¨²meros de ingresos irregulares al pa¨ªs sin que esto se tradujera en un n¨²mero relevante de condenas. La experiencia comparada muestra adem¨¢s que las medidas m¨¢s restrictivas, si no van acompa?adas de v¨ªas eficaces de migraci¨®n regular, generan mayor demanda por coyotes o traficantes, exponiendo a las personas a mayores peligros y expandiendo el alcance de organizaciones criminales.

Un reciente informe del Centro de Pol¨ªticas Migratorias concluye que tipificar como delito el ingreso irregular vulnera el principio de no criminalizaci¨®n de la migraci¨®n y dificulta el acceso al asilo de personas que requieren protecci¨®n internacional. Junto con eso, y observando la experiencia internacional, es de esperar que esta medida no s¨®lo no disminuya la migraci¨®n irregular, sino que derive en altos costos institucionales e ineficacia para perseguir penalmente, sancionar y expulsar a quienes ingresen de manera clandestina al pa¨ªs. Adem¨¢s, este tipo de medidas generan mayor temor y distancia en la poblaci¨®n migrante a la hora de acercarse a las instituciones formales, lo que las empuja a depender de organizaciones informales -muchas veces ilegales- para acceder a prestaciones b¨¢sicas en t¨¦rminos habitacionales, laborales o financieros.

El informe plantea alternativas m¨¢s efectivas y equilibradas para hacer frente a estos desaf¨ªos. En primer lugar, seguir fortaleciendo el control fronterizo, especialmente en las zonas de alto tr¨¢nsito. Esto es relevante para identificar qui¨¦n ingresa al pa¨ªs y detectar casos de trata y tr¨¢fico de personas u otras actividades il¨ªcitas en la frontera. En segundo lugar, lo anterior debe ir acompa?ado del fortalecimiento de las v¨ªas legales de ingreso, especialmente para quienes hoy muestran mayores ¨ªndices de ingreso irregular. Es necesario que las personas que huyen de sus pa¨ªses tengan posibilidades reales y expeditas de obtener un visado para llegar a Chile, siempre que cumplan con los requisitos. Tercero, es importante que el sistema de expulsiones administrativas funcione de manera eficiente y ajustado a las obligaciones de derechos humanos. En paralelo, se deben reforzar recursos para fiscalizar y sancionar a empleadores que contraten a extranjeros sin cumplir con la ley chilena. Finalmente, es fundamental seguir reforzando el trabajo con los pa¨ªses de la regi¨®n con miras a prevenir la migraci¨®n irregular, establecer v¨ªas de migraci¨®n regular y atacar el crimen organizado.

La migraci¨®n irregular es un desaf¨ªo complejo, que requiere altura de miras y un trabajo serio. En lugar de optar por atajos que pueden tener costos dif¨ªciles de revertir, Chile deber¨ªa apostar por pol¨ªticas basadas en la evidencia, que combinen control fronterizo con mecanismos de integraci¨®n, garantizando tanto la seguridad como el respeto a la dignidad humana.