M¨¢s all¨¢ del papel higi¨¦nico
Un tuit de Trump provoca el desabastecimiento de cloroquina en todo el planeta
Donald Trump la ha liado buena con la cloroquina. El otro d¨ªa tuite¨® que ese antiguo f¨¢rmaco contra la malaria se iba a convertir en ¡°una de las grandes revoluciones de la historia de la medicina¡±. Que el inquilino de la Casa Blanca se ocupe siquiera por un tuit de la historia de la medicina resulta encantador, pero ese ¨²nico mensaje de una persona ignorante y titular de un nutrido curr¨ªculum de irracionalidad y virulencia ha propagado una pandemia de desabastecimiento de ese f¨¢rmaco que, por lo que sabemos por evidencias anecd¨®ticas, ha llegado ya a las farmacias espa?olas. As¨ª de angustioso es el poder de las redes sociales, el lado oscuro de la fuerza.
Es cierto que la OMS considera que merece la pena comprobar si la cloroquina, entre otros muchos f¨¢rmacos, puede ayudar a los pacientes del coronavirus. Pero ya sabemos que Trump no es un pol¨ªtico, sino un constructor metido a pol¨ªtico, y el problema es que no sabe leer las comunicaciones de la OMS, ni escuchar a sus propios asesores cient¨ªficos, que intentaron de forma denodada disuadirle de propagar ese mensaje. Cuando ya lo hab¨ªa hecho, el jefe de enfermedades infecciosas de los NIH (Institutos Nacionales de la Salud), Anthony Fauci ¨Cel hom¨®logo de nuestro Fernando Sim¨®n¡ª invent¨® un nuevo tipo de figura ret¨®rica al declarar: ¡°El presidente hablaba de la esperanza¡±. Una brillante forma diplom¨¢tica de decir que hab¨ªa metido la pata hasta el corvej¨®n. Fauci es un buen cient¨ªfico, pero tambi¨¦n uno de los principales asesores cient¨ªficos de Trump. No puede hablar con claridad, solo emitir mensajes entre l¨ªneas.
El mugido de Trump se basa en un peque?ito estudio franc¨¦s con 42 pacientes que, adem¨¢s, ha recibido cr¨ªticas generalizadas de la comunidad cient¨ªfica. Charles Piller ha compilado algunas de ellas para la revista Science. El estad¨ªstico Darren Dahly, del University College de Cork, considera ¡°una atrocidad¡± recomendar la cloroquina a la poblaci¨®n partiendo de un ensayo tan min¨²sculo. ¡°?Es una completa locura!¡±, a?ade el especialista en resistencia a f¨¢rmacos Gaetan Burgio, de la Universidad Nacional Australiana, muy cr¨ªtico con el ensayo franc¨¦s.
La OMS acaba de iniciar un estudio mucho mayor sobre la cloroquina, y estamos obligados a esperar a los resultados de ese ensayo antes de hacer ninguna recomendaci¨®n a la poblaci¨®n. El presidente de Estados Unidos es igual de torpe en una crisis pand¨¦mica que en el resto de su aparatosa pol¨ªtica internacional. Alg¨²n d¨ªa tendremos que estudiar cu¨¢l de esas dos torpezas hace m¨¢s da?o a nuestro precario ecosistema global. El desabastecimiento de cloroquina en las farmacias es un desastre. Los pacientes de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus la necesitan para paliar el dolor, y ya hay muertes en Nigeria atribuidas a la sobredosis del f¨¢rmaco. Qu¨¦ pesadez de Trump.
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