M¨¦xico abre una ventana al dolor de los primeros esclavos negros en Am¨¦rica
Investigadores de la Escuela Nacional de Antropolog¨ªa y el Instituto Max Planck estudian el brutal maltrato que sufrieron tres africanos en la naciente Ciudad de M¨¦xico del siglo XVI
La ciencia ha abierto una ventana al dolor de los primeros esclavos negros que los europeos llevaron a Am¨¦rica. Un grupo de investigadores ha estudiado los restos de tres africanos enterrados en Ciudad de M¨¦xico en el siglo XVI y rescatados hace casi 30 a?os. La intenci¨®n era acercarse a su experiencia desde la evidencia cient¨ªfica. Y aunque hayan pasado 500 a?os, los investigadores han ...
La ciencia ha abierto una ventana al dolor de los primeros esclavos negros que los europeos llevaron a Am¨¦rica. Un grupo de investigadores ha estudiado los restos de tres africanos enterrados en Ciudad de M¨¦xico en el siglo XVI y rescatados hace casi 30 a?os. La intenci¨®n era acercarse a su experiencia desde la evidencia cient¨ªfica. Y aunque hayan pasado 500 a?os, los investigadores han conseguido saber qu¨¦ lesiones sufrieron en vida y qu¨¦ enfermedades padecieron.
El estudio, firmado por la Escuela Nacional de Antropolog¨ªa de M¨¦xico y el Instituto Max Planck de Alemania, se publica en Current Biology. El investigador principal es Rodrigo Barquera, antrop¨®logo y estudiante de doctorado en el Max Planck, en la especialidad de Arqueog¨¦netica. En entrevista con EL PA?S, Barquera explica: ¡°Pudimos observar heridas de arma de fuego, objetos cortocontundentes, fracturas e inserciones musculares relacionadas con actividad f¨ªsica excesiva. En todos los casos, las lesiones mostraron regeneraci¨®n ¨®sea, por lo que sabemos que sobrevivieron a las heridas, y eso no fue lo que los mat¨®¡±.
A principios de los a?os noventa, Ciudad de M¨¦xico empez¨® a construir su l¨ªnea ocho del metro. Comunicar¨ªa el centro hist¨®rico con Iztapalapa, en el oriente. Arque¨®logos, antrop¨®logos y estudiantes de humanidades se frotaban las manos. La ciudad abr¨ªa en canal el centro, lo que implicaba necesariamente un viaje al pasado. Superado el fervor nacionalista de 15 a?os atr¨¢s, renegar de la arquitectura colonial en favor del pret¨¦rito mexica hab¨ªa pasado de moda. El Gobierno jam¨¢s volver¨ªa a derribar edificios como lo hab¨ªa hecho tras el hallazgo de la diosa Coyolxauhqui en 1978 y la posterior macroexcavaci¨®n del Templo Mayor azteca, que a¨²n contin¨²a. Por eso la nueva l¨ªnea de metro supon¨ªa una gran oportunidad.
La direcci¨®n de Salvamento Arqueol¨®gico del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa, INAH, se puso manos a la obra. Entre otros lugares, decidi¨® buscar el viejo hospital de San Jos¨¦ de los Naturales, abierto en los primeros a?os de la colonia para atender a todo aquel que no fuera espa?ol o criollo, o que careciese del favor de los nuevos se?ores. Inaugurado en 1531, San Jos¨¦ de los Naturales aparec¨ªa como una barrera de contenci¨®n contra las enfermedades del Viejo Continente, que hab¨ªan diezmado a la poblaci¨®n local ya desde la conquista. La microsc¨®pica viruela tumb¨® a m¨¢s mexicas en pocos a?os que todos los arcabuces de los espa?oles juntos.
Los investigadores dieron con el centro en lo que hoy es la estaci¨®n de metro San Juan de Letr¨¢n, cerca del famoso mercado de comidas. En un art¨ªculo publicado al respecto en la revista Arqueolog¨ªa mexicana en 2013, la antrop¨®loga Abigail Meza recordaba que all¨¢ encontraron restos de 600 cuerpos, enterrados cuando el hospital a¨²n funcionaba. Al menos 20 de esos 600, escrib¨ªa la antrop¨®loga, eran de raza negra. Esclavos llevados por los espa?oles.
En 2009, el antrop¨®logo Rodrigo Barquera consigui¨® permiso para estudiar tres de esos 20 cuerpos. En el art¨ªculo que ahora publica Current Biology, Barquera y otros colegas del Max Planck y de la Escuela Nacional de Antropolog¨ªa de M¨¦xico arrojan algo de luz sobre la vida de esas tres personas. ¡°Nos enfocamos en estos tres porque ellos presentan modificaciones dentales consistentes con las halladas en diversos grupos africanos¡±, explica Barquera.
En las im¨¢genes de los tres cr¨¢neos, incisivos y caninos lucen afilados, como conos volteados. ¡°Estas modificaciones dentales coinciden con casos registrados de esclavos y a¨²n pueden verse en grupos poblacionales que habitan en el oeste de ?frica¡±, dicen los investigadores en un comunicado.
Sobre el maltrato, Barquera a?ade que ¡°las fracturas muestran que no hubo ning¨²n intento por reposicionar el hueso en un solo eje y terminaron consolidadas de forma desfasada. Aunado al trabajo f¨ªsico continuo, lo anterior caus¨® afecciones a nivel lumbar¡±.
Adem¨¢s, los investigadores secuenciaron los genomas de un virus y una bacteria a partir de muestras tomadas de los dientes. Uno de los tres sufri¨® de hepatitis B. Y otro de pian, una enfermedad que desfigura y afecta a la movilidad.
Despu¨¦s de los resultados obtenidos, Barquera espera ahora que el INAH ampl¨ªe el permiso que les dio y les deje analizar el resto de cuerpos encontrados en aquel viejo hospital de Ciudad de M¨¦xico. ¡°Ahora que tenemos datos y resultados podemos ofrecer con mayor certeza en futuros an¨¢lisis¡±.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra Newsletter.