¡°El paciente cero es un estigma que pone la presi¨®n en identificar a un culpable¡±

La misma metodolog¨ªa de la investigaci¨®n que permiti¨® condenar hace 13 a?os al anestesista Juan Maeso por contagiar a 275 personas con la hepatitis C est¨¢ empleando el cient¨ªfico Fernando Gonz¨¢lez Candelas para confeccionar ahora el mapa epidemiol¨®gico gen¨¦tico del coronavirus en Espa?a. En ambos casos se trabaja con una parte de la teor¨ªa de la evoluci¨®n, llamada de la coalescencia, en la que se busca el ancestro com¨²n, en t¨¦rminos m¨¢s coloquiales, ¡°el Ad¨¢n y Eva de los microorganismos¡±, explica el catedr¨¢tico de Gen¨¦tica. Dos grandes pantallas con sendos mapamundis presiden su despacho: uno da cuenta de los contagios y muertes de covid-19 y otro de las secuenciaciones del genoma y su dispersi¨®n. ¡°Hoy contamos con herramientas m¨¢s poderosas: entonces solo trabaj¨¢bamos con fragmentos del genoma del virus, ahora con el genoma completo, pero conceptualmente no hay diferencias¡±, comenta sobre el estudio elaborado con su colega Andr¨¦s Moya y publicado en la revista BMC Biology que le procur¨® reconocimiento fuera y dentro del ¨¢mbito cient¨ªfico.

En la condena de 2.000 a?os a Maeso por inyectarse un poco de anestesia antes de usar la misma jeringa con sus pacientes pes¨® decisivamente aquella investigaci¨®n que prob¨® que el anestesista (hoy en prisi¨®n) no era una v¨ªctima m¨¢s contagiada, como argumentaba su defensa, sino el ancestro de las infecciones. Fue un ejemplo de aplicaci¨®n pr¨¢ctica de la investigaci¨®n gen¨¦tica, un aspecto al que concede mucha importancia Gonz¨¢lez Candelas, el primero en secuenciar el genoma del nuevo coronavirus en Espa?a. Catedr¨¢tico de Gen¨¦tica, nacido en Valladolid hace 60 a?os y radicado en Valencia desde ni?o, lidera junto con I?aki Comas el ambicioso proyecto de reunir hasta 20.000 secuencias del genoma en Espa?a. La investigaci¨®n del CSIC, junto con la fundaci¨®n Fisabio de la Generalitat y la Universitat de Val¨¨ncia, cuenta de momento con 750.000 euros de fondos donados por Mapfre y la participaci¨®n de m¨¢s de 40 hospitales espa?oles y numerosos expertos interdisciplinares.

¡°El objetivo principal es poder entender y dar informaci¨®n a las autoridades sanitarias con fines b¨¢sicos y de aplicaci¨®n de c¨®mo se ha ido expandiendo el virus para tomar medidas. Los objetivos adicionales son muchos: averiguar las v¨ªas de entrada, ver c¨®mo aumentan algunos virus y otros no, por qu¨¦ proliferan unas semillas y otras no, si el virus ha entrado, por ejemplo, una o varias veces en una residencia o en un hospital o si el personal se ha infectado dentro o fuera¡­¡±, se?ala.

Lleva ya recogidas unas 600 secuencias, la mayor¨ªa de Valencia. Pero es reticente a avanzar alguna conclusi¨®n en medio de la investigaci¨®n a pesar de ¡°las circunstancias especiales¡± que comprende por la emergencia pero que empujan a an¨¢lisis ¡°apresurados que no cumplen con los tiempos de la ciencia¡±. Apunta, no obstante, una idea b¨¢sica esbozada tambi¨¦n por otros cient¨ªficos: ¡°No existe un paciente cero ni en Valencia ni en Espa?a y, posiblemente, se puede inferir, no existe tampoco un paciente cero para la pandemia. Cuando se inicia la epidemia normalmente ya hay muchos m¨¢s casos que no se han detectado. Se ve el primer paciente el 6 de diciembre y otro el 8, pero hasta el 24 no llama la atenci¨®n. Y est¨¢s viendo la punta del iceberg, no ves la masa. Sabemos que hay un gran n¨²mero de casos asintom¨¢ticos o con s¨ªntomas leves. Estos coinciden con el inicio de la ¨¦poca de las gripes y los catarros y entonces se les diagnostica as¨ª hasta que algunos ingresan con s¨ªntomas m¨¢s graves y el especialista dice que esto no es gripe. Pero cu¨¢ntos m¨¢s han sido infectados, y no detectados, no lo sabemos. Esa idea de buscar el paciente cero es un estigma, una etiqueta period¨ªstica, que pone la presi¨®n en identificar a un culpable que no es tal¡±.

¡°Es muy humano buscar al responsable y que este siempre sea externo, pero sirve para lo que sirve. EE UU culpa a China de inventarse el virus y China a EE UU porque en sus laboratorios hab¨ªa cient¨ªficos americanos y EE UU quiere fastidiar a China por la guerra comercial del 5G y entonces llegan los conspiranoicos¡±, apostilla en su despacho de la fundaci¨®n Fisabio de Valencia. ¡°Y da rabia que haya gente inteligente que se olvide de pensar y se deje llevar por ideas que se acomodan m¨¢s a sus filias y a sus fobias que lo que ser¨ªa racional¡±, agrega.

El ¡®problema¡¯ de la eficiencia

Gonz¨¢lez Candelas no duda de que el coronavirus pas¨® de los animales a los humanos, como otros muchos virus, como el ¨¦bola o el VIH. ¡°Como cient¨ªfico solo puedo decir que no hay ning¨²n dato que nos lleve a pensar lo contrario¡±, afirma. La escasa tasa de mutaci¨®n del coronavirus, menor que la de la gripe, significa que con "la futura vacuna es menos probable que aparezcan mutaciones de resistencia¡±, mientras que para los genetistas ¡°dificulta el seguimiento del virus, porque si muta se pueden seguir muy bien sus distintos linajes¡±.

El genetista subraya que ¡°en la ciencia no sirven las an¨¦cdotas¡±. ¡°No sirve decir que una persona vacunada tuvo problemas para decir que las vacunas matan. Uno de los problemas es lo eficientes que han sido las vacunas, porque la gente no ha vivido en un mundo sin vacunas. Entonces es muy f¨¢cil decir que las vacunas en general son malas, como sostienen algunos. Malo era cuando la mitad de la poblaci¨®n mor¨ªa antes de los 10 a?os y la esperanza de vida de la humanidad era de 30 y pocos. Pr¨¢cticamente, en el ¨²ltimo siglo XX hemos conseguido duplicar la esperanza de vida de 40 a 80 a?os en muchas sociedades gracias a la higiene, los antibi¨®ticos y las vacunas¡±.

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