Legan¨¦s, Iztapalapa y el Bronx: coronavirus y desigualdad en la ciudad global

Los casi siete millones de personas que viven en el ¨¢rea metropolitana de Madrid, 19 millones y 21 millones en el caso de Nueva York y la Ciudad de M¨¦xico, sit¨²an a estas ciudades como ciudades globales y focos de trabajo, formaci¨®n, entretenimiento y gran movimiento de personas. Durante el ¨²ltimo siglo, han sido un foco de atracci¨®n de migrantes; europeos y latinos a Nueva York, campesinos rurales a la Ciudad de M¨¦xico, y trabajadores andaluces y extreme?os a M...

Los casi siete millones de personas que viven en el ¨¢rea metropolitana de Madrid, 19 millones y 21 millones en el caso de Nueva York y la Ciudad de M¨¦xico, sit¨²an a estas ciudades como ciudades globales y focos de trabajo, formaci¨®n, entretenimiento y gran movimiento de personas. Durante el ¨²ltimo siglo, han sido un foco de atracci¨®n de migrantes; europeos y latinos a Nueva York, campesinos rurales a la Ciudad de M¨¦xico, y trabajadores andaluces y extreme?os a Madrid, que se han desplazado por oportunidades de trabajo y b¨²squeda de una vida mejor. Sin embargo, la ciudad global contempor¨¢nea se caracteriza tambi¨¦n por una enorme segregaci¨®n social y espacial que determina las crecientes desigualdades en salud.

En Legan¨¦s, a unos 10 kil¨®metros al sudoeste del centro de Madrid viven casi 200.000 personas de clase trabajadora que se instalaron all¨ª a partir de la d¨¦cada los 1960. Iztapalapa es una de las 16 delegaciones del antiguo Distrito Federal de M¨¦xico, donde viven 1,8 millones de personas que cada d¨ªa se trasladan a otras partes de la ciudad a trabajar en peque?os peseros donde el hacinamiento es la norma y no la excepci¨®n. El Bronx es uno de los cinco boroughs, al norte de la ciudad de Nueva York, con 1,4 millones de personas y una larga historia de segregaci¨®n y discriminaci¨®n racial.

Las ciudades que est¨¦n mejor dotadas y preparadas en servicios p¨²blicos como son la salud y el transporte p¨²blico, as¨ª como mejores condiciones laborales y de vivienda, saldr¨¢n mejor y antes de esta crisis

A pesar de que, al inicio de la epidemia, se insisti¨® en que el coronavirus ¡°nos afecta a todos por igual¡±, la evidencia cient¨ªfica desmiente rotundamente esta afirmaci¨®n. El coronavirus s¨ª sabe de clases sociales y de barrios. Los efectos del virus se distribuyen de manera desigual siguiendo un claro gradiente social de la enfermedad seg¨²n el cual las poblaciones m¨¢s desfavorecidas son el grupo m¨¢s afectado. El gradiente social de la transmisi¨®n del coronavirus y sus consecuencias est¨¢ determinado por factores como el tipo de trabajo, el tipo y uso de la vivienda y por el estado basal de salud de las poblaciones. Estos factores y las din¨¢micas urbanas de las ciudades globales son los mismos en Madrid, Ciudad de M¨¦xico y Nueva York.

En el caso del coronavirus, las desigualdades, el gradiente social, son el resultado de grandes diferencias en la exposici¨®n a factores de riesgo para el contagio de covid-19 que abarcan distintas esferas de la vida urbana. La poblaci¨®n de barrios m¨¢s desfavorecidos tiene, en muchas ocasiones, trabajos considerados esenciales y necesarios para la vida diaria de toda la poblaci¨®n, que conllevan un mayor contacto con el p¨²blico y no permiten el teletrabajo. Estas poblaciones residen generalmente en la periferia y tienen un largo desplazamiento en transporte p¨²blico para llegar a su lugar trabajo. Las caracter¨ªsticas de la vivienda de esta poblaci¨®n son muy precarias y llenas de carencias, que van desde el hacinamiento hasta la falta de agua corriente en casos extremos como el de Iztapalapa.

Unido a una mayor exposici¨®n al coronavirus, se suma el hecho de que ante una infecci¨®n, la probabilidad de sufrir s¨ªntomas severos, hospitalizaci¨®n y fallecimiento est¨¢ muy relacionada con la presencia de otras enfermedades, como las cardiovasculares, respiratorias, diabetes e hipertensi¨®n. Sabemos que la prevalencia de todas estas enfermedades est¨¢ directamente relacionada con la clase social y al barrio donde uno vive. Mayor disponibilidad de comida basura, mayores tasas de desempleo, y mayores ¨ªndices de contaminaci¨®n ambiental pueden llevar a una menor esperanza de vida en estos barrios m¨¢s desfavorecidos. La pandemia est¨¢ acentuando estas desigualdades y sac¨¢ndolas a la luz para los que viv¨ªan muy lejos de ellas.

Conocer y actuar sobre las desigualdades urbanas en la covid-19 resulta ineludible y urgente por justicia social, por que estas desigualdades son evitables e incluso ego¨ªstamente desde las clases favorecidas, porque para el control de la pandemia es necesario abarcar la totalidad de nuestras poblaciones. Dada la situaci¨®n de desigualdad ante la exposici¨®n y vulnerabilidad al coronavirus en nuestras ciudades debemos plantearnos necesariamente ?qu¨¦ hacer?, ?cu¨¢les ser¨ªan las actuaciones a nivel local, nacional e internacional que permitan a la poblaci¨®n de zonas como Legan¨¦s, Iztapalapa y el Bronx prepararse y protegerse ante el coronavirus y sus consecuencias?

Conocer y actuar sobre las desigualdades urbanas en la covid-19 resulta ineludible y urgente por justicia social y porque es necesario para el control de la pandemia

Poner el foco en las desigualdades urbanas en la covid-19 permitir¨ªa organizar, en n¨²mero y tipo, los servicios de vigilancia epidemiol¨®gica y los servicios sanitarios y sociales priorizando las ¨¢reas m¨¢s vulnerables de manera que mejoremos el control de la epidemia y las fases de desescalada. Conocer qu¨¦ zonas de nuestras ciudades son las m¨¢s afectadas por la covid-19 permitir¨¢ hacer una b¨²squeda activa de casos, para su temprano aislamiento. Para disminuir la exposici¨®n al coronavirus, en primer lugar, debemos mejorar las condiciones laborales de los trabajadores esenciales y del desplazamiento urbano, as¨ª como aumentar la posibilidad de teletrabajo. En segundo lugar, debemos mejorar las condiciones habitacionales de los barrios desfavorecidos. Para disminuir la vulnerabilidad en el estado de salud ante el contagio, el refuerzo preventivo y de salud comunitaria desde los sistemas de atenci¨®n primaria es fundamental. Por tanto, las medidas necesarias para atajar la crisis social de desigualdad y la pandemia son las mismas: pol¨ªticas de salud p¨²blica y pol¨ªticas sociales. Un trabajo intersectorial y coordinado que ya tiene ejemplos incluso dentro de Espa?a en comunidades aut¨®nomas, quiz¨¢ menos afectadas que grandes urbes, como es Asturias.

La crisis por el coronavirus ha puesto en evidencia de manera clara y global los determinantes estructurales, econ¨®micos y sociales de la salud en el ¨¢mbito de una ciudad, de un pa¨ªs. Los pa¨ªses, las ciudades que est¨¦n mejor dotadas y preparadas en servicios p¨²blicos como son la salud y el transporte p¨²blico, as¨ª como mejores condiciones laborales y de vivienda, saldr¨¢n mejor y antes de esta crisis. La pandemia y su crisis econ¨®mica asociada necesita de un enfoque claro en equidad y de la colaboraci¨®n internacional entre investigadores y t¨¦cnicos de salud p¨²blica para que no se conviertan en otro factor m¨¢s que aumente las ya alarmantes desigualdades en salud.

Los tres autores son m¨¦dicos e investigadores en salud urbana y desigualdades sociales.

Mariana Lazo y Usama Bilal: Escuela de Salud P¨²blica Dornsife (Drexel University, Filadelfia, EE. UU.) y Programa SALURBAL (Salud Urbana en Am¨¦rica Latina).

Manuel Franco, Universidad de Alcal¨¢ de Henares y Johns Hopkins y proyecto Heart Healthy Hoods.

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