Una lecci¨®n africana
Un hospital de Durban se investiga a s¨ª mismo y descubre las fugas del coronavirus
El hospital San Agust¨ªn de Durban, Sur¨¢frica, ha publicado en su web el estudio m¨¢s detallado hasta la fecha sobre la propagaci¨®n del coronavirus en un centro sanitario. Son las cosas que pasan estos d¨ªas, que no hay tiempo para seguir los fatigosos procedimientos que suelen regir la publicaci¨®n cient¨ªfica, pero no hay ninguna raz¨®n obvia para dudar de la veracidad del informe, y sus resultados merecen un buen vistazo. El 9 de marzo, una persona que acababa de volver de Europa se present¨® en el servicio de urgencias del centro sanitario de Durban con s¨ªntomas de covid-19. Solo pas¨® all¨ª unas horas, pero eso fue bastante para que contagiara a una abuela que ingres¨® en ese momento con un infarto. No solo compartieron la sala de urgencias, sino tambi¨¦n al m¨¦dico. Es lo que tienen los servicios de emergencias, que el mismo personal tiene que valer para un roto y un descosido.
Cuatro d¨ªas despu¨¦s la abuela infartada empez¨® a tener fiebre, y otros cuatro d¨ªas despu¨¦s contagi¨® de covid-19 a una enfermera y a otros cuatro pacientes que andaban por ah¨ª. Una de ellas era una mujer de 46 a?os con un cuadro grave de asma, y que estaba ingresada en la cama de enfrente. Las dos murieron poco despu¨¦s. En total, el brote de esa sola cl¨ªnica, llevado all¨ª por una sola persona que hab¨ªa viajado a Europa, ha causado el contagio de 39 pacientes, 80 sanitarios y la muerte de 15 de ellos. En aquel momento, esa cifra era nada menos que la mitad de las muertes por covid-19 registradas en la provincia surafricana. Resulta llamativo, y nos devuelve al debate sobre los supercontagiadores y su papel clave en la propagaci¨®n de esta pandemia. Es un fen¨®meno que debemos tener muy en cuenta para planificar la desescalada y gestionar sus fases.
Otro dato interesante es que, una vez inoculado el virus de origen europeo en el hospital San Agust¨ªn, la transmisi¨®n de paciente a paciente ha sido un factor menor. La mayor parte de la propagaci¨®n por el hospital ha viajado a trav¨¦s del personal m¨¦dico y sus equipos de trabajo, de los term¨®metros a los fonendos y a los tensi¨®metros. No es de extra?ar que la mayor¨ªa de los infectados sean empleados del centro. Fueron ellos quienes m¨¢s propagaron el virus entre s¨ª y a los nuevos pacientes. Sin las medidas de protecci¨®n adecuadas, las m¨¦dicas y los enfermeros no solo se juegan su vida, sino tambi¨¦n la nuestra. Ojal¨¢ los pol¨ªticos se hagan conscientes de ese problema antes de aplicar los siguientes recortes sanitarios.
La actitud del hospital San Agust¨ªn es admirable. Sospechando que hab¨ªan cometido errores, han investigado a fondo sus datos y han identificado los puntos d¨¦biles por los que se escapa el coronavirus en un centro sanitario. Estamos acostumbrados a publicar la ciencia que sale bien, pero igual de importante es conocer lo que ha salido fatal. Una lecci¨®n africana.
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