La esquizofrenia sin huellas en el cerebro
Una investigaci¨®n internacional descubre que un 37% de los pacientes de esta enfermedad no presenta una disminuci¨®n del volumen de masa gris
M¨¢s de 21 millones de personas en el mundo, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, padecen esquizofrenia, una enfermedad que se caracteriza por la distorsi¨®n del pensamiento, las percepciones, las emociones o la conducta. Los pacientes experimentan alucinaciones, delirios y comportamientos extravagantes, entre otras manifestaciones. Sus causas son m¨²ltiples e intervienen desde factores gen¨¦ticos a ambientales. Hasta ahora se hab¨ªa identificado una huella biol¨®gica relacionada con la esquizofrenia: la disminuci¨®n del volumen de masa gris en el cerebro. Sin embargo, un nuevo estudio internacional sobre m¨¢s de 300 pacientes ha hallado que un 37% de los diagnosticados no muestra esta evidencia, un descubrimiento que permite no solo reclasificar la esquizofrenia con nuevos subtipos sino tambi¨¦n abrir la puerta a diagn¨®sticos m¨¢s precisos y terapias m¨¢s eficaces.
Un consorcio de 15 universidades de Am¨¦rica, Europa y Australia, liderado por Ganesh B. Chand y Christos Davatzikos (Universidad de Pensilvania), ha agrupado a 28 investigadores que han analizado, a trav¨¦s del sistema de inteligencia artificial HYDRA (Heterogeneity Through Discriminative Analysis), las resonancias cerebrales en busca de las marcas de la esquizofrenia en el cerebro. Y el resultado, publicado en la revista Brain, ha sido el hallazgo de dos subtipos: uno que presenta un menor volumen de materia gris de forma generalizada en comparaci¨®n con los cerebros considerados sanos y un segundo, el m¨¢s sorprendente, con vol¨²menes similares a los normales.
¡°Hab¨ªa una necesidad hist¨®rica de subclasificar porque hasta ahora se englobaba todo en un mismo diagn¨®stico¡±, afirma Benedicto Crespo-Facorro, que lidera el grupo espa?ol del CIBERSAM que ha participado en la investigaci¨®n desde el Instituto de Biomedicina de Sevilla (HUVR-IBiS) e IDIVAL. ¡°El resultado es muy sorprendente. Hay un diagn¨®stico cl¨ªnico claro, pero el 37% no presenta p¨¦rdida o adelgazamiento de los vol¨²menes de materia gris en el cerebro en comparaci¨®n con la poblaci¨®n sana¡±, resalta.
Crespo-Facorro explica que el estudio ¡°abre el camino a investigar por qu¨¦ pacientes con el mismo diagn¨®stico tienen estructuras cerebrales diferentes y a establecer tratamientos espec¨ªficos¡±. ¡°Es algo que se necesitaba porque, hasta ahora, se aplicaban los mismos. Y no todos necesitan medicamentos. Hay un porcentaje que evoluciona de forma favorable y no tiene reca¨ªdas. Y existe una minor¨ªa de paciente para los que las medicaciones no funcionan; ahora empezamos a poder discernir grupos de pacientes con biolog¨ªa diferente y esperemos que nos ayuden a predecir la evoluci¨®n y la respuesta a los tratamientos. Es lo que queremos identificar con la nueva clasificaci¨®n¡±, a?ade.
Otra v¨ªa de investigaci¨®n, favorecida por el avance de la neuroimagen, es encontrar otras huellas fisiol¨®gicas en el cerebro distintas al volumen de materia. Las esquizofrenias que no presentan p¨¦rdida de masa gris pueden que s¨ª se reflejen en otras ¨¢reas que a¨²n no se han identificado.
El cerebro es uno de los ¨®rganos m¨¢s desconocidos. Se estudia qu¨¦ procedimientos gen¨¦ticos pueden estar detr¨¢s de una volumetr¨ªa anormal, pero tambi¨¦n otros factores que pueden intervenir en la esquizofrenia, como los efectos de medicamentos, el consumo de cannabis y otras drogas o el estr¨¦s.
Estamos ante una enfermedad con una alta prevalencia. Entre el 0,8% y el 1,2% de la poblaci¨®n la padece. Y afecta tambi¨¦n a gente muy joven y causa mucho sufrimientoBenedicto Crespo-Facorro, l¨ªder del grupo espa?ol del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM)
¡°Todas las investigaciones son relevantes porque estamos ante una enfermedad con una alta prevalencia. Entre el 0,8% y el 1,2% de la poblaci¨®n la padece, m¨¢s que el p¨¢rkinson [0,3% de la poblaci¨®n general y el 1% de mayores de 60 a?os]. Adem¨¢s, afecta tambi¨¦n a gente muy joven y causa mucho sufrimiento¡±, resalta Crespo-Facorro. ¡°La investigaci¨®n aporta frescura y esperanza¡±, concluye.
En este sentido, el estudio publicado en Brain supone un nuevo campo de an¨¢lisis, ya que, hasta ahora, los intentos de estudiar la enfermedad comparando cerebros de personas sanas con los de personas con el trastorno hab¨ªan fallado en describir esta heterogeneidad de la esquizofrenia.
El trabajo es interesante por lo que dice que no pasa. El cerebro puede funcionar de manera diferente sin cambiar de tama?oJos¨¦ Mar¨ªa Delgado, catedr¨¢tico de Neurociencia de la Universidad Pablo de Olavide
¡°El trabajo es interesante por lo que dice que no pasa¡±, afirma Jos¨¦ Mar¨ªa Delgado, catedr¨¢tico de Neurociencia de la Universidad Pablo de Olavide, uno de los mayores expertos del pa¨ªs y ajeno al estudio. Delgado destaca que la investigaci¨®n evidencia que ¡°el cerebro puede funcionar de manera diferente sin cambiar de tama?o¡±.
¡°El problema es saber qu¨¦ es ver alucinaciones, c¨®mo las produce el cerebro. Cuando uno sue?a, tambi¨¦n ve cosas que no pasan, pero sabe que est¨¢ so?ando. La clave es conocer c¨®mo el cerebro genera una actividad mental anormal. Pero si desconocemos muchos de los aspectos fisiol¨®gicos, menos sabemos a¨²n sobre c¨®mo funciona¡±, destaca Delgado, quien considera que el estudio de la mente va a ser el desaf¨ªo del siglo XXI.
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