C¨®mo ser neutros en emisiones: lecciones de una isla danesa
Industrias, investigadores y Gobiernos estudian el camino que han tomado los isle?os de Bornholm para situarse a la vanguardia ecol¨®gica

Cuando a finales de la d¨¦cada de los a?os noventa del pasado siglo cayeron las reservas pesqueras en el B¨¢ltico, los isle?os de Bornholm, en Dinamarca, se dieron cuenta de que ten¨ªan que reinventarse. Sus farallones, a unos doscientos kil¨®metros al este de Copenhague, llevaban a?os en declive. Sus algo m¨¢s de 40.000 habitantes necesitaban un nuevo camino y decidieron seguir el de la sostenibilidad.
Ahora no solamente son m¨¢s pr¨®speros, sino que esa decisi¨®n tambi¨¦n los ha catapultado a la vanguardia ecol¨®gica. Innumerables industrias, investigadores y Gobiernos acuden para financiar o estudiar lo que han hecho. El pasado 28 de abril la isla ha obtenido el primer puesto en unos premios de reciente creaci¨®n por su desarrollo de las energ¨ªas renovables.
Durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas los isle?os han construido m¨¢s de 35 turbinas e¨®licas de gran tama?o, as¨ª como diversos generadores e¨®licos para el hogar y centrales energ¨¦ticas en las que se queman paja, gr¨¢nulos de madera y residuos. Han instalado contadores inteligentes que organizan sus sistemas de calefacci¨®n. Hasta los congeladores han sido empleados para equilibrar el suministro el¨¦ctrico.
¡°Bornholm estaba en una especie de crisis. Necesit¨¢bamos encontrar la manera de generar empleo, de trabajar para ser autosuficientes, de crear valor y hacer que ese valor se quedara en la isla¡±, explica Winni Grosb?ll, que desde 2010 es la alcaldesa de este municipio dan¨¦s que con sus 588 kil¨®metros cuadrados tiene un tama?o aproximado al de Corf¨². A finales del siglo pasado, los isle?os obten¨ªan toda su energ¨ªa de un cable submarino procedente de Suecia y del crudo que importaban. Pero esto ha cambiado en el transcurso de los a?os. Ahora el cable solo suministra un tercio de la electricidad, mientras que el viento proporciona el 40%; el vapor originado en las plantas de combusti¨®n de virutas de madera, el 20%; una central de biog¨¢s, el 4%; y la energ¨ªa solar fotovoltaica, el 3%. Adem¨¢s, el 80% de los hogares posee calderas cuyo sistema hidr¨¢ulico est¨¢ impulsado por la incineraci¨®n de residuos, paja, biog¨¢s y virutas de madera.
El tal¨®n de Aquiles
Uno de los proyectos estrella abordaba el tal¨®n de Aquiles de la producci¨®n de energ¨ªas renovables: ?c¨®mo se puede equilibrar la electricidad en la red cuando esta abunda en los d¨ªas de viento y sol, pero escasea cuando est¨¢ nublado y no sopla el viento? Suavizar la demanda es una de las respuestas. Unos 2.800 hogares y empresas se ofrecieron voluntarios para participar en un par de proyectos conocidos como EcoGrid.EU y EcoGrid 2.0, en los que la electricidad dom¨¦stica, a trav¨¦s de la instalaci¨®n de controladores, pod¨ªa responder a las fluctuaciones de la tarifa el¨¦ctrica en los pa¨ªses n¨®rdicos seg¨²n la hora del d¨ªa, las condiciones meteorol¨®gicas y las peculiaridades de cada hogar.
Por ejemplo, una persona pod¨ªa programar el sistema en su casa de modo que permitiera una ca¨ªda m¨¢xima en la temperatura si la electricidad fuera cara o se necesitara en otra parte. Las empresas dejaban que los congeladores inactivos se apagaran si fuera menester, tambi¨¦n para estabilizar el suministro. El resultado obtenido fue que los hogares que participaron en el proyecto experimentaron una ca¨ªda del 30% en la demanda energ¨¦tica en invierno. En otra iniciativa, una peque?a flota de veh¨ªculos el¨¦ctricos suministra electricidad de sus bater¨ªas al sistema seg¨²n corresponda cuando este no se est¨¦ utilizando.
¡°Necesitamos que lo ecol¨®gico sea sencillo. Esta no es una isla rica; es una de las zonas m¨¢s pobres de Dinamarca. Si les preguntas a los habitantes qu¨¦ es lo m¨¢s importante, te dicen que las soluciones baratas¡±
Para Daniel Barslund, copropietario de la f¨¢brica de cerveza local Svaneke Bryghus, la transformaci¨®n ecol¨®gica ha sido cara en ocasiones, pero cree que era necesaria. La factor¨ªa produce al a?o hasta dos millones de litros de cerveza artesanal org¨¢nica, un tercio de los cuales se consume en la isla, en su mayor¨ªa por sus numerosos turistas. Barslund particip¨® en EcoGrid y vio que su carretilla elevadora se cargaba por la noche, cuando la energ¨ªa era m¨¢s barata y abundante. Ha aprovechado el calor de la producci¨®n cervecera para activar un sistema de refrigeraci¨®n y se ha pasado del gas al biog¨¢s. A finales de este a?o espera capturar el di¨®xido de carbono, que es un derivado del proceso de elaboraci¨®n, para el reciclaje y la venta, y destinarlo, por ejemplo, a bebidas carbonatadas o a limpiar las tuber¨ªas de los tiradores de cerveza en los bares. Afirma que, a pesar del gasto, los cambios estaban en consonancia con la estrategia energ¨¦tica de la isla y que ¨¦l mismo se ha beneficiado de su reputaci¨®n ecologista. ¡°Invertimos mucho dinero al principio, pero ahora estamos viendo sus frutos¡±, se?ala. ¡°Creemos que este es un argumento de venta importante¡ Es m¨¢s f¨¢cil conseguir clientes cuando tambi¨¦n tienes un relato sostenible.¡±
Requisitos esenciales
Seg¨²n Grosb?ll, hay algunos requisitos esenciales para que el sue?o ecol¨®gico se materialice. ¡°En primer lugar, necesitamos que lo ecol¨®gico sea sencillo¡±, asegura la alcaldesa. ¡°Esta no es una isla rica; es una de las zonas m¨¢s pobres de Dinamarca. Si les preguntas a los habitantes qu¨¦ es lo m¨¢s importante, te dicen que eligen las soluciones baratas¡±. La educaci¨®n es otro de los elementos vitales, a?ade.
En opini¨®n de la isle?a Helle Munk Ravnborg, lo m¨¢s importante es que el deseo de sostenibilidad surja de los propios habitantes de la isla. Ravnborg trabaja en Copenhague, adonde se desplaza cada semana, y desde hace 11 a?os posee una casa en Bornholm. ¡°En cuanto isla hemos logrado excelentes resultados a la hora de llevar a cabo proyectos que pueden hacerse de un modo centralizado. Pero ahora hemos de afrontar unas decisiones que exigen que tanto los ciudadanos como las empresas tomen las suyas¡±, afirma, como elegir veh¨ªculos o productos alimenticios inocuos para el clima.
Ensayos
Los principios de Grosb?ll se ensayar¨¢n pr¨®ximamente. La alcaldesa espera que la isla abandone la producci¨®n de energ¨ªa a partir de biomasa, debido a su dudosa contribuci¨®n a la reducci¨®n de emisiones de carbono. Sin embargo, la biomasa es r¨¢pida, lucrativa, estable y completamente local, por lo que semejante transici¨®n puede tener una mala acogida.
Y es posible que la gente se resista a desmantelar la incineradora de residuos: Bornholm tiene previsto estar libre de residuos de aqu¨ª a 2032. ¡°Es m¨¢s sencillo quemar los residuos y generar calor a partir de ellos que clasificar y reciclar todas sus partes¡±, se?ala Grosb?ll.
Otra de las dificultades es que los isle?os ¡ªal igual que otros daneses¡ª se han opuesto a la construcci¨®n de m¨¢s turbinas e¨®licas terrestres. Puesto que la isla quiere ser neutra en carbono de aqu¨ª a 2025, Bornholm est¨¢ considerando las turbinas mar¨ªtimas, que a la larga podr¨ªan generar suficiente electricidad para impulsar una producci¨®n de hidr¨®geno que pudiera alimentar los ferris de Bornholm.
Ravnborg, que preside una asociaci¨®n ciudadana cuyo objetivo es implantar dicha infraestructura, espera el d¨ªa en que su viaje semanal surcando el B¨¢ltico sea m¨¢s ecol¨®gico. ¡°Hay mucha gente descontenta con un ferri que contamina con su CO2¡±, afirma. Por otro lado, Grosb?ll tiene algunos consejos para las comunidades que quieran reproducir su ¨¦xito. ¡°La lecci¨®n m¨¢s importante es que deben hacerlo a su manera, porque ninguna sociedad se parece a otra.¡± ¡°Es muy importante que aprendamos de los mejores, pero tenemos que hacerlo a nuestra manera.¡±
Premio Isla Responsable
El 28 de abril de 2020, Bornholm obtuvo el primer puesto, dotado con 500.000 euros, de los Premios de Energ¨ªa Sostenible para las islas, que la Uni¨®n Europea lanz¨® en 2019 para reconocer los logros locales en la producci¨®n de energ¨ªas renovables para la electricidad, la calefacci¨®n, la refrigeraci¨®n y el transporte en las islas.
Bornholm ha recibido elogios por la elevada proporci¨®n de energ¨ªas renovables que ha conseguido, el claro impacto socioecon¨®mico y ambiental que esto ha tenido y por hacer que los ciudadanos corrientes y las comunidades participen en esta transformaci¨®n. La isla de Sams?, en Dinamarca, recibi¨® el segundo premio, dotado con 250.000 euros, y las islas escocesas de Orkney recibieron el tercer premio, con 100.000 euros. La idea que subyace tras estos premios es mostrar c¨®mo peque?as comunidades locales pueden llevar a cabo la transici¨®n hacia sistemas de energ¨ªas renovables e inspirar a otros a hacer lo mismo.
Este art¨ªculo ha sido originalmente publicado en ingl¨¦s en Horizon, la revista de investigaci¨®n e innovaci¨®n de la UE. La investigaci¨®n de este art¨ªculo fue financiada por la UE.
Traducci¨®n de NewsClips.
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