Los ni?os con coronavirus portan mayor carga viral que los adultos
Los cient¨ªficos rechazan sin embargo que tengan m¨¢s capacidad de contagiar y de contagiarse
Al inicio de la pandemia, los primeros estudios no hallaron pruebas convincentes de que los ni?os tuvieran un papel destacado en la propagaci¨®n del coronavirus. Pero el temprano cierre de las escuelas en casi todo el mundo y su estricto confinamiento impidi¨® que se hicieran investigaciones a fondo. Ahora que vuelven a abrir, varios trabajos destacan que los peque?os enfermos portan una mayor carga viral que los adultos ingresados. Sin embargo, los expertos insisten en que la cantidad de virus que tenga el ni?o no determina su capacidad de contagiar a los dem¨¢s.
El pasado mi¨¦rcoles, una reputada revista cient¨ªfica pedi¨¢trica publicaba un estudio que levantaba cierta alarma. Tras comparar una muestra de casi 200 ni?os y j¨®venes menores de 18 a?os (media de 10,2 a?os) con s¨ªntomas de coronavirus (finalmente confirmado en 49 de ellos) con otra de adultos hospitalizados, los autores del trabajo vieron que la carga viral de los peque?os llegaba a triplicar a la de los mayores. Incluso, en los dos primeros d¨ªas de la infecci¨®n, igualaba a la de los ingresados en las UCI. La investigaci¨®n se hizo en Estados Unidos, pero viene a confirmar otras realizadas en otras partes del mundo, como el Reino Unido o Corea del Sur o de nuevo en EE UU.
¡°La carga viral en las secreciones respiratorias de los ni?os al inicio de la enfermedad, o cuando son asintom¨¢ticos, aumenta significativamente si la comparamos con la de los adultos que han estado hospitalizados con curso grave de la enfermedad durante al menos siete d¨ªas¡±, cuentan en un correo los doctores Alessio Fasano y Lael Yonker, del Hospital General de Massachusetts (EE UU) y principales autores del estudio.
Para estos investigadores hay varias conclusiones relevantes en estos resultados. Por un lado, los s¨ªntomas no pueden predecir eficazmente la covid en los ni?os porque ¡°se solapan casi por completo con los de otras enfermedades no relacionadas con la covid¡±, como el resfriado com¨²n, la gripe o diversos virus estomacales. La presencia, o la ausencia, de fiebre tampoco predice la fase aguda de la infecci¨®n. ¡°Adem¨¢s, los ni?os asintom¨¢ticos pueden portar cargas virales muy elevadas¡±, destacan.
En otras epidemias, como las de gripe, la carga viral est¨¢ relacionada con la gravedad de la enfermedad y la capacidad de contagiar a otros
Estas observaciones son relevantes, m¨¢s ahora con el inicio del curso escolar en Espa?a. Hasta la actual pandemia, en la mayor¨ªa de las epidemias de enfermedades respiratorias contagiosas, como las de gripe, se hab¨ªa observado una relaci¨®n m¨¢s o menos directa de la carga viral con dos consecuencias para la enfermedad: su gravedad en el infectado y su capacidad de contagiar a otros. Medida como la cantidad de virus (viriones o ARN del mismo) en un mil¨ªmetro c¨²bico de la muestra analizada, esta carga podr¨ªa considerarse como cantidad de virus.
¡°Es l¨®gico pensar as¨ª. Cuanto m¨¢s virus, m¨¢s infecci¨®n. Pero con el coronavirus no funciona as¨ª¡±, dice el investigador del ISGlobal, Quique Bassat. ¡°Al principio, se cre¨ªa que los ni?os eran m¨¢s infecciosos. De hecho, en la gripe, el gran diseminador es el ni?o, de ah¨ª la vacunaci¨®n de los m¨¢s peque?os, que busca, adem¨¢s de protegerlos, proteger a la comunidad¡±, comenta este pediatra, coautor de un documento de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP) para una vuelta segura al colegio. ¡°Ahora, en el origen de los brotes, casi nunca hay un ni?o¡±, completa Bassat.
Para la doctora Cristina Calvo, portavoz de la AEP en materia de coronavirus, los resultados del estudio con los ni?os estadounidenses son interesantes, pero tiene serias limitaciones. Critica que apenas haya menores de cinco a?os en la muestra y considera que algunas de sus correlaciones son d¨¦biles. Hay adem¨¢s serias dudas sobre la oportunidad de las comparaciones. Mientras que un peque?o presenta una gran carga viral al inicio de la enfermedad, los adultos, tras una semana o m¨¢s en la UCI, presentan cargas muy menguadas. Lo que compromete su vida es la tormenta de citoquinas, no la cantidad de virus.
¡°Ahora, en el origen de los brotes, casi nunca hay un ni?o¡±Quique Bassat, investigador del ISGlobal
¡°Dicho esto, el estudio confirma lo que otras publicaciones ya han encontrado y es que los ni?os efectivamente tienen elevadas cargas virales¡±, escribe. Incluso los menores de cinco a?os, presentan cifras m¨¢s altas que los adultos, en especial en los d¨ªas iniciales de la infecci¨®n. ¡°Pero tienen infecciones m¨¢s leves, en general y menos duraderas¡±, a?ade Calvo. ¡°Una de las razones, entre otras, de que los ni?os tengan cuadros m¨¢s leves es que tienen menos receptores ACE2 que los adultos¡±. Esta prote¨ªna es la puerta de entrada del virus en el organismo. Y todo hac¨ªa pensar que a mayor gravedad de la enfermedad, mayor capacidad de contagio.
El hecho objetivo es que los ni?os, en especial los peque?os, se contagian menos y cuando lo hacen presentan s¨ªntomas m¨¢s leves o ni eso. Los ¨²ltimos datos publicados por el Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa (los de las ¨²ltimas tres semanas) indican que el n¨²mero de chicos de 15 a?os o menos con coronavirus ronda el 10% sobre el total de infectados. El porcentaje baja a¨²n m¨¢s a medida que se reduce la edad. Otra cosa diferente y m¨¢s compleja de determinar es su capacidad de contagiar a otros, donde la carga viral interviene, pero es solo uno de los factores a tener en cuenta.
¡°Incluso lactantes asintom¨¢ticos han presentado una elevada carga viral¡±, recuerda el coordinador de enfermedades infecciosas pedi¨¢tricas del Hospital Universitario La Paz Fernando Baquero. ¡°?Pero contagian m¨¢s? No tiene porqu¨¦. De hecho, los ni?os, tambi¨¦n los asintom¨¢ticos, parecen presentar menor capacidad de contagio¡±, a?ade. Para el m¨¦dico, intervienen otros factores, como la capacidad intr¨ªnseca del virus de propagarse o la presencia de s¨ªntomas. ¡°Hay que estudiarlo, pero la ausencia de tos, por ejemplo, elimina uno de los veh¨ªculos de propagaci¨®n del virus¡±, opina.
Eso no significa que los ni?os no contagien. ¡°Pero, seg¨²n las evidencias acumuladas, lo hacen igual o menos que los adultos¡±, recuerda Alfredo Tagarro Garc¨ªa, del servicio de pediatr¨ªa del hospital Infanta Sof¨ªa de San Sebasti¨¢n de los Reyes, en Madrid. Tagarro es el coordinador del registro Epico, que recopila datos de los peque?os tratados en 65 hospitales de toda Espa?a, lo que lo convierte en uno de los mayores estudios sobre la pandemia en el ¨¢mbito pedi¨¢trico. Del estudio nacional de seroprevalencia, se estima que se han infectado entre 230.000 y 250.000 menores, el 3% de la poblaci¨®n espa?ola, desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, Epico revela que apenas 300 de ellos tuvieron que ser tratados en el hospital.
Para Tagarro y ante el inicio del curso escolar, ¡°los ni?os no son especialmente peligrosos para la salud de los otros ni?os¡±. Otra cuesti¨®n a considerar es su condici¨®n de vectores de la enfermedad para los adultos, como sus profesores, otro personal escolar o, ya en casa, sus padres o abuelos. Sin embargo, sostiene que desde el punto de vista cient¨ªfico y m¨¦dico se sabe qu¨¦ hacer. ¡°En las escuelas, como en las discotecas, el problema no es la carga viral, sino las medidas de protecci¨®n¡±.
Federico Martin¨®n-Torres es jefe del Servicio de Pediatr¨ªa del Hospital Cl¨ªnico Universitario de Santiago. Coincide en negar la correlaci¨®n entre carga viral y capacidad de contagio. Tambi¨¦n recuerda que la mayor¨ªa de las medidas para las escuelas son de sentido com¨²n y deber¨ªan formar ya parte de la rutina diaria. Repite que los ni?os no son un problema para los otros ni?os. Solo hay que esmerarse en limitar su impacto en la cadena de transmisi¨®n de la enfermedad. ¡°En cualquier caso, hay que tener en cuenta el coste de cerrar los colegios, que no solo es educativo o econ¨®mico [para las familias]¡±. Y detalla: ¡°Las escuelas son espacio de socializaci¨®n para los ni?os, de igualdad y de salud global. Para muchos es su zona de seguridad, la comida o la calefacci¨®n que van a tener¡±.
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