Aerosoles

Las cosas pand¨¦micas van avanzando en Espa?a a la manera lenta y penosa que siempre nos hemos tomado como idiosincr¨¢tica, que es una forma fina de decir que tenemos mucho morro. La exhumaci¨®n de un estado de alarma que deber¨ªamos haber garantizado meses antes de que decayera el anterior, el conmovedor golpe de tim¨®n de Pablo Casado durante una moci¨®n de censura que no le hab¨ªa interesado hasta entonces ni a sus mism¨ªsimos proponentes de la extrema derecha y, sobre todo, una muy bienvenida recuperaci¨®n de la sensaci¨®n general de riesgo, que ya tuvimos en primavera pero hab¨ªamos cerrado por vacaciones, nos est¨¢n devolviendo fatigosamente a la senda de la racionalidad, lo que es de agradecer. Pero hay cuestiones muy importantes que quedan no ya por resolver, sino incluso por abordar. Una de ellas son los aerosoles.

Como la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) no se est¨¢ luciendo mucho en este tema ¨Cpor razones que no logro comprender¡ª, lo mejor ser¨¢ volver la vista a la mejor ciencia disponible. Un investigador de referencia en aerosoles es Jos¨¦ Luis Jim¨¦nez, doctorado en Ingenier¨ªa por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), catedr¨¢tico de Qu¨ªmica y Medio Ambiente en la Universidad de Colorado, premiado por la NASA y uno de los tres centenares de cient¨ªficos que presionan a la Casa Blanca y a los organismos internacionales para que reconozcan que los aerosoles son el principal vector de contagio de la covid-19. Como curr¨ªculum a m¨ª me vale, y lo que dice es muy f¨¢cil de entender incluso para un asesor pol¨ªtico estr¨¢bico de tanto mirar de reojo a las encuestas, que es una de las f¨®rmulas m¨¢s reconocidas para no enterarse de nada.

El coronavirus actual se transmite de dos formas. La primera es la que mejor conocemos todos, que son las superficies. Las got¨ªculas que emitimos al hablar o respirar son lo bastante grandes (m¨¢s de 100 micras, o mil¨¦simas de mil¨ªmetro) como para caer al suelo o sobre las superficies antes de viajar un metro y medio o dos, al estilo de un proyectil newtoniano. De ah¨ª las medidas de distanciamiento a un metro y medio y la insistencia en el lavado de manos. Son medidas que debemos mantener.

Pero est¨¢ meridianamente claro que no bastan, porque el principal vector de contagio del SARS-CoV-2 no son las got¨ªculas, sino los aerosoles, tambi¨¦n llamados ¡°transmisi¨®n por aire¡± sin mucha propiedad. La diferencia es solo de tama?o: las microgot¨ªculas del aerosol miden menos de 100 micras, y esa mera diferencia de tama?o hace que no caigan al suelo ni sobre las superficies, sino que se acumulen en los espacios cerrados y mal ventilados. El Reino Unido, Alemania y los asesores cient¨ªficos de Trump han aceptado estas evidencias, no as¨ª la OMS, Espa?a ni los pa¨ªses latinos. Cuanto antes lo hagan ser¨¢ mejor, porque tenemos un mont¨®n de cosas que hacer en materia de ventilaci¨®n y filtraci¨®n el aire en aulas, transportes, lugares de trabajo y casas particulares que reciban invitados. Siento ponerme pesado, pero es muy importante. Feliz Navidad.

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