Micropl¨¢sticos, el veneno del mar

El pl¨¢stico envenena a la fauna marina y, finalmente, a todos. Una parte de cada lavadora que se pone en marcha, de cada residuo abandonado, de cada gramo que no se recicla o filtra en las depuradoras llega al mar, donde se acumulan entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas m¨¦tricas, seg¨²n distintos estudios. Esa contaminaci¨®n, multiplicada por 10 en los ¨²ltimos 40 a?os, afecta al 86% de las tortugas, al 44% de las aves y al 43% de los mam¨ªferos marinos. ¡°Se ha convertido en un gran problema mundial¡±, concluye el estudio de ...

El pl¨¢stico envenena a la fauna marina y, finalmente, a todos. Una parte de cada lavadora que se pone en marcha, de cada residuo abandonado, de cada gramo que no se recicla o filtra en las depuradoras llega al mar, donde se acumulan entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas m¨¦tricas, seg¨²n distintos estudios. Esa contaminaci¨®n, multiplicada por 10 en los ¨²ltimos 40 a?os, afecta al 86% de las tortugas, al 44% de las aves y al 43% de los mam¨ªferos marinos. ¡°Se ha convertido en un gran problema mundial¡±, concluye el estudio de Margarita L¨®pez Rivas, doctora en bi¨®loga marina del Centro de Investigaci¨®n de Colecciones Cient¨ªficas de la Universidad de Almer¨ªa (Cecoual). ¡°Hay soluciones, pero tiene que haber voluntad pol¨ªtica y no la ha habido hasta ahora¡±, a?ade.

L¨®pez Rivas y un grupo de colaboradores, con el apoyo de la Fundaci¨®n Biodiversidad y el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico (Miteco), han realizado un an¨¢lisis, publicado en Global Change Biology, de 112 investigaciones sobre los efectos de esta contaminaci¨®n en tortugas marinas, cet¨¢ceos y peces, tanto pel¨¢gicos (que habitan las zonas m¨¢s superficiales) como bent¨®nicos (propios del fondo de los ecosistemas acu¨¢ticos). Se ha identificado la presencia de pl¨¢sticos y componentes de los mismos en todas las especies estudiadas.

Adem¨¢s de constituir una trampa mortal, como en el caso de las artes de pesca abandonadas, conocidas como ¡°redes fantasmas¡±, o de otros tipos de residuos de menor volumen, ¡°los pl¨¢sticos est¨¢n entrando en la cadena alimentaria a trav¨¦s de su ingesti¨®n por parte de organismos marinos¡±, advierte la doctora en biolog¨ªa marina. Y en esa cadena se encuentra la humanidad.

El estudio revela que la mayor ingesti¨®n de pl¨¢sticos por fauna marina recogida en el Mediterr¨¢neo y el noreste del Oc¨¦ano ?ndico var¨ªa en funci¨®n de las especies y las diferencias de color y tipo de pol¨ªmeros prevalentes. En las tortugas marinas, los m¨¢s frecuentes son los pl¨¢sticos blancos (66,60%), las fibras (54,54%) y pol¨ªmeros de baja densidad o LDPE (39,09%); en cet¨¢ceos, los blancos (38,31%), fibras (79,95%) y poliamidas (49,60%); y en peces, los transparentes (45,97%), fibras (66,71%) y pol¨ªmeros de poli¨¦ster (36,20%). ¡°En general, los micropl¨¢sticos de fibra clara son probablemente los tipos m¨¢s predominantes ingeridos por la megafauna marina en todo el mundo¡±, concluye el trabajo.

La prevalencia de los residuos de fibra se debe principalmente a los restos procedentes del lavado de ropa; los distintos pol¨ªmeros, a la degradaci¨®n de los pl¨¢sticos m¨¢s habituales; y el resto, principalmente, del arrastre hasta el mar de los desechos

La prevalencia de los residuos de fibra se debe principalmente a los restos procedentes del lavado de ropa; los distintos pol¨ªmeros, a la degradaci¨®n de los pl¨¢sticos m¨¢s habituales; y el resto, principalmente, del arrastre hasta el mar de los desechos. ¡°La principal fuente de contaminaci¨®n es terrestre, de ramblas llenas de basura afectadas por eventos clim¨¢ticos, o de emisarios¡±, detalla la investigadora.

L¨®pez Rivas explica que la presencia de pl¨¢sticos en los organismos marinos se debe a que la fauna los confunde con su comida habitual, como especies gelatinosas, que los ingieren al mismo tiempo que se alimentan o a que ya est¨¢n presentes en las presas.

Las concentraciones m¨¢s altas detectadas en los ejemplares marinos se registran en el Oc¨¦ano Pac¨ªfico. Seg¨²n el estudio, esto podr¨ªa deberse a que el 51% del pl¨¢stico mundial en 2018 se fabric¨® en Asia, donde China produjo el 30% y es, adem¨¢s, el mayor receptor de residuos extranjeros. Tambi¨¦n el continente asi¨¢tico alberga los r¨ªos con mayor poluci¨®n y estos representan el 86% de la contaminaci¨®n mundial por pl¨¢sticos.

Pero el problema es global. La circulaci¨®n oce¨¢nica extiende el problema y la presencia de grandes acumulaciones de basura no se limita a zonas de alta densidad de poblaci¨®n, sino que tambi¨¦n ocurre en las zonas m¨¢s remotas del planeta, desde el oc¨¦ano abierto al ¨¢rtico o las profundidades abisales, seg¨²n advierte la investigaci¨®n.

¡°Los impactos de la contaminaci¨®n marina por basura, principalmente residuos pl¨¢sticos, piden estrategias urgentes y una visi¨®n global. Las medidas preventivas para minimizar la liberaci¨®n de estos contaminantes a los oc¨¦anos y mares deben ser una prioridad para la conservaci¨®n de los ecosistemas mundiales marinos¡±, concluye el estudio.

¡°Hay que cambiar los sistemas de reciclado. Las empresas asociadas a esta labor no funcionan y algunos pa¨ªses s¨ª est¨¢n dando pasos¡±, a?ade L¨®pez Rivas, quien va a estudiar ahora los efectos concretos de los micropl¨¢sticos en especies de inter¨¦s pesquero y vertebrados marinos.

Hasta el cerebro

Este estudio es de gran trascendencia por sus consecuencias directas en la alimentaci¨®n humana. Una investigaci¨®n de la Universidad de Lund (Suecia), llevado a cabo por el qu¨ªmico Ceder Tommyval, ha demostrado la capacidad de desintegraci¨®n del pl¨¢stico en nanopart¨ªculas. Estos fragmentos tan extremadamente peque?os llegan a todas las partes de los organismos vivos. Un trabajo de la misma universidad prob¨® que las part¨ªculas pl¨¢sticas pueden alcanzar hasta el cerebro de los peces.

¡°Ya no es que se encuentren en el tracto digestivo, sino que puede que est¨¦n en cualquier ¨®rgano, por lo que no valdr¨ªa con limpiar el pescado¡±, advierte L¨®pez Rivas.

¡°Los micropl¨¢sticos absorben los contaminantes org¨¢nicos y met¨¢licos a medida que viajan a trav¨¦s del agua y liberan estas sustancias peligrosas en los organismos acu¨¢ticos que los comen, lo que hace que se acumulen hasta la cadena alimentaria¡±, ratifica Shaobin Wang, profesor de ingenier¨ªa qu¨ªmica en la Universidad de Adelaida (Australia), que investiga f¨®rmulas de mitigar este da?o, seg¨²n un estudio sobre reducci¨®n de los residuos generados por los cosm¨¦ticos.

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