Pol¨ªticos mal vacunados

Mientras alcaldes y consejeros de naturaleza sombr¨ªa y amplio espectro pol¨ªtico se saltan la cola vacunal como el que se cuela en el metro ¡ªmi salida favorita es la del consejero de Sanidad ceut¨ª, que dice que no le gustan las vacunas¡ª, los cient¨ªficos siguen trabajando duro para descubrir las claves de la biolog¨ªa del SARS-CoV-2 y de su efecto devastador en la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable. Estas investigaciones acabar¨¢n beneficiando a la poblaci¨®n, incluidos los desaprensivos que la parasitan, pero deben seguir adelante, ciegos a la indecencia humana.

Mi opini¨®n es que todos estos ventajistas deber¨ªan salir por la puerta en fila india, como ya ha hecho alguno. No solo por el lamentable ejemplo que est¨¢n dando a los ciudadanos, sino tambi¨¦n porque es evidente que no han entendido nada sobre la gesti¨®n pand¨¦mica. Las c¨²pulas de los partidos deben ser inexorables en esta cuesti¨®n, y proactivas en la denuncia de los nuevos casos que vendr¨¢n. Pese a que de momento son sucesos aislados, la cuesti¨®n es importante si no quieren seguir minando su propia credibilidad.

A la larga, sin embargo, estas chapuzas inmorales ser¨¢n una nota a pie de p¨¢gina en los libros de historia. Los pol¨ªticos vacunados quedar¨¢n como un estorbo al progreso y una verg¨¹enza para las generaciones futuras. Ahora mismo importa m¨¢s el avance cient¨ªfico que la mezquindad humana, m¨¢s el conocimiento que la avaricia. Pocas veces habr¨¢ sido la opini¨®n p¨²blica tan favorable a ese argumento como en este 2021 ceniciento y cansino. Habr¨¢ que aprovechar el momento.

Los cient¨ªficos acaban de aclarar una de las principales razones, tal vez la principal, de que ciertas personas sucumban al coronavirus con s¨ªntomas graves y a menudo perdiendo la vida. El motivo no tiene relaci¨®n alguna con las mutaciones, variaciones, cepas o linajes del agente infeccioso. Las variaciones analizadas hasta ahora revelan una mayor propagaci¨®n que la cepa est¨¢ndar, y hay indicios de que algunas reducen el reconocimiento del virus por nuestro sistema inmune. Pero no hay evidencias de que sean m¨¢s graves y maten m¨¢s. En realidad, la raz¨®n ¨²ltima de que una persona enferme de gravedad es su propio cuerpo. M¨¢s en concreto, un grupo de autoanticuerpos, muy similares a los anticuerpos que nos protegen de las infecciones, pero dedicados en exclusiva a atacar a las propias c¨¦lulas del paciente. Que una persona produzca muchos o pocos autoanticuerpos depende su edad y de su genoma individual. ¡°Cada uno es como es¡±, dec¨ªan las abuelas. El lector interesado puede aprender los detalles en un art¨ªculo de Roxanne Khamsi para Nature.

Qu¨¦ mundo este en que un consejero de Sanidad que no cree en las vacunas se procura una de estraperlo y se la pincha contra su voluntad, al parecer para satisfacer a sus asesores; qu¨¦ mundo en que la misma gente que lleva d¨¦cadas yugulando la financiaci¨®n de la ciencia e ignorando el valor del conocimiento se salta luego las normas para aprovecharse de sus resultados, donde la hipocres¨ªa se convierte en una estrategia pol¨ªtica que no sirve para nada.

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