Las hormigas tambi¨¦n usan el cierre perimetral para proteger a la colonia
Un estudio revisa las estrategias que los animales han desarrollado para enfrentarse a sus pandemias
Como los humanos, las hormigas se a¨ªslan unas de otras cuando se enfrentan a un pat¨®geno. Como los humanos, los babuinos evitan a los que est¨¢n infectados. Y, como los humanos, los murci¨¦lagos vampiro enfermos reducen sus contactos a su familia m¨¢s cercana, sus madres. Pero una revisi¨®n de las estrategias que usan los animales para enfrentarse a sus propias pandemias muestra dos extremos menos habituales en los humanos: entre los insectos sociales se puede dar la expulsi¨®n violenta de los infectados, pero tambi¨¦n los enfermos que sienten cerca la muerte se alejan para siempre y as¨ª proteger a la colonia.
Sebastian Stockmaier es investigador de conducta animal en la Universidad de Texas en Austin (EE UU). Es tambi¨¦n coautor de una revisi¨®n publicada en Science de lo que la ciencia sabe sobre c¨®mo los animales cambian sus conductas para lidiar con sus pat¨®genos. Stockmaier tiene claro que los humanos no hemos inventado nada. ¡°No me sorprende que los animales exhiban comportamientos parecidos para contener la propagaci¨®n de las enfermedades contagiosas. No somos los ¨²nicos que continuamente tienen pat¨®genos a los que enfrentarse¡±, cuenta en un correo. ¡°En particular, no me sorprende c¨®mo han desarrollado patrones que protegen a los individuos sanos de la infecci¨®n, evitando a los cong¨¦neres enfermos, por ejemplo¡±.
El autoaislamiento pasivo es quiz¨¢ la estrategia m¨¢s universal y forma parte de la fisiolog¨ªa animal y humana. Como cuando un humano agarra la gripe, los ejemplares de muchas especies entran en un letargo que les lleva a reducir la interacci¨®n con el resto del grupo. Y a menor contacto, menor contagio.
Los mandriles dejan de acicalar a los infestados por un protozoo intestinal. ?C¨®mo lo saben? Sus heces huelen diferente
La fisiolog¨ªa tambi¨¦n sirve para dar pistas a los sanos sobre qui¨¦n aislar. Entre los mandriles no infectados se ha comprobado que reducen los servicios de acicalamiento que prestan a los miembros del grupo infestados de un protozoo intestinal parasitario. ?Y c¨®mo lo saben? Porque sus heces huelen diferente. De hecho, dejan de limpiar y espulgar en la zona perianal.
Pero hay otras estrategias m¨¢s activas moldeadas por la presi¨®n selectiva que ejercen los pat¨®genos. Las hormigas negras de jard¨ªn, una de las m¨¢s comunes de Europa, evitan entrar al nido cuando se infectan de un hongo que prolifera en su cut¨ªcula, la parte m¨¢s exterior de su cuerpo. Pero el autoaislamiento puede llegar a un ejemplo extremo de altruismo. Lo cuenta Nathalie Stroeymeyt, coautora del estudio, y responsable del laboratorio de epidemiolog¨ªa de las hormigas en la Universidad de Bristol (Reino Unido): ¡°Como ¨²ltima reacci¨®n, cuando est¨¢n cerca de la muerte, dejan por completo la colonia para morir aislada. No est¨¢ claro que se?ales usan para decidir cu¨¢ndo irse para siempre, pero tambi¨¦n se ha observado despu¨¦s de que las hormigas hayan estado expuestas a toxinas o al CO?, as¨ª que no es espec¨ªfico de una enfermedad en particular¡å.
Los insectos eusociales como las hormigas son los animales que m¨¢s estrategias y cambios de conducta han desarrollado para frenar el contagio de pat¨®genos. Algunas son de car¨¢cter altruista, como la que practican las termitas de la madera h¨²meda, que comienzan a vibrar minutos despu¨¦s de que se adhieran a su cuerpo esporas de un hongo. La vibraci¨®n alerta a las dem¨¢s, que se alejan de ellas. Tambi¨¦n hay violencia. As¨ª, las abejas mel¨ªferas expulsan de la colmena a la fuerza a las infectadas. Todo en pos de la colonia.
¡°Las hormigas son altruistas y est¨¢n dispuestas a sacrificarse a s¨ª mismas o sacrificar a otras hormigas en beneficio de la colonia¡±Nathalie Stroeymeyt, responsable del laboratorio de epidemiolog¨ªa de las hormigas en la Universidad de Bristol
Hay a¨²n otra estrategia m¨¢s fascinante y que parece una buena respuesta al problema de los asintom¨¢ticos. Usando etiquetas identificativas adheridas al lomo de las hormigas, el grupo de Stroeymeyt ha seguido sus movimientos ante la amenaza de un pat¨®geno. Vieron que una vez que la infecci¨®n se ha colado en el nido, las hormigas recolectoras sanas y las cuidadoras de las cr¨ªas tambi¨¦n sanas dejaban de entrar en contacto. Estas adem¨¢s cambiaban las pupas de lugar y las primeras reduc¨ªan sus entradas en el nido. Toda la colonia se organizaba en compartimentos en una especie de cierre perimetral.
¡°Las hormigas han desarrollado una gran cantidad de mecanismos para disminuir el riesgo de epidemias y, como son una especie social, tal como lo somos nosotros, posiblemente podamos inspirarnos en algunas de sus soluciones¡±, dice Stroeymeyt. ¡°Por ejemplo, practican la cuarentena y el distanciamiento social proactivo, tal como lo hemos hecho nosotros durante la pandemia de covid, por lo que es probable que sean medidas muy efectivas para combatir enfermedades¡±, a?ade.
Sin embargo, la entom¨®loga tiene claro que existen l¨ªmites de lo que podemos aprender de los insectos eusociales. ¡°Primero, porque la estructura de la red social dentro de las sociedades de hormigas es muy diferente a la de las sociedades humanas, lo que limita las aplicaciones directas. En segundo lugar, porque las hormigas son altruistas y est¨¢n dispuestas a sacrificarse a s¨ª mismas o sacrificar a otras hormigas en beneficio de la colonia (por ejemplo, el autoaislamiento o la matanza de individuos infecciosos), que no es algo que sea aplicable o deseable en las sociedades humanas¡±.
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