Ciencia, ¡®clickbait¡¯, sensacionalismo y conocimiento
Una de las partes m¨¢s importantes del m¨¦todo cient¨ªfico es la publicaci¨®n de resultados, incluso los sesgados, parciales o err¨®neos
La ciencia conjuga verbos como preguntar, imaginar, idear, construir, experimentar, calcular, publicar, discutir, criticar, divulgar, fracasar, superar, responder... Todos ellos son necesarios para superar los l¨ªmites de nuestro conocimiento sobre la realidad y avanzar de manera lenta, pero segura, en nuestro entendimiento de todo lo que existe.
En toda investigaci¨®n muchas cosas pueden fallar, lo m¨¢s f¨¢cil es equivocarse, y por eso gran parte del m¨¦todo cient¨ªfico se ha ideado para superar el error, pulir las teor¨ªas y llegar al conocimiento absoluto e irrefutable, algo que el propio m¨¦todo cient¨ªfico califica como imposible. Nos centramos hoy en una de las ¨²ltimas etapas del m¨¦todo cient¨ªfico: la publicaci¨®n de resultados, tanto a nivel profesional como divulgativo Hay m¨²ltiples preguntas relevantes sobre el tema, entre ellas: ?Por qu¨¦ hay que publicar en ciencia? ?Cu¨¢l es el objetivo final? ?Deben publicarse solo resultados finales? ?Todo lo que se publica es verdad? ?C¨®mo difundir la ciencia a nivel profesional y divulgar para todo el mundo? Algunas las intentaremos contestar con un ejemplo reciente en el ¨¢mbito de la astrof¨ªsica.
Hace unos meses se anunci¨® en todos los medios el descubrimiento de una mol¨¦cula de f¨®sforo, uno de los elementos esenciales para la vida, en la atm¨®sfera de Venus. Este es el planeta m¨¢s parecido a la Tierra en el Sistema Solar en muchos aspectos como tama?o o geolog¨ªa, pero Marte es el ¡°favorito¡± de los terr¨ªcolas, quiz¨¢s porque Venus es un lugar extremadamente caliente e inh¨®spito. Tanto en la comunidad cient¨ªfica como entre el p¨²blico en general se organiz¨® un gran revuelo, empezando porque hubo un embargo de la noticia, t¨ªpico en revistas cient¨ªficas, que se rompi¨® de una manera un tanto extra?a. Se produjo, en definitiva, un vendaval de reacciones que, en parte, han sido perjudiciales para la ciencia.
El segundo objetivo de publicar, el m¨¢s importante, es ofrecer el trabajo para que sea objeto de escrutinio, comentario, cr¨ªtica constructiva (no vale de nada ning¨²n otro tipo) e inspiraci¨®n
Empezamos por lo principal: ?por qu¨¦ publicar art¨ªculos cient¨ªficos? B¨¢sicamente, es una estrategia que funciona en dos sentidos. Primero, explicar algo a alguien es la mejor manera de entenderlo, de identificar flaquezas y puntos relevantes. Y en ciencia el papel no lo aguanta todo. Se necesita organizar ideas, contextualizar tu trabajo, y presentar datos, m¨¦todos y resultados de manera que sean asequibles al lector. El ser asequible se relaciona directamente con el segundo objetivo de publicar, el m¨¢s importante: ofrecer el trabajo para que sea objeto de escrutinio, comentario, cr¨ªtica constructiva (no vale de nada ning¨²n otro tipo) e inspiraci¨®n para nuevos proyectos que nos ayuden a avanzar en nuestro conocimiento. En definitiva, es la misma estrategia que se describe en Gambito de dama y que aplica en muchos aspectos de la vida: los sovi¨¦ticos ten¨ªan mucho m¨¢s ¨¦xito en el ajedrez porque compart¨ªan su intelecto para ¡°ayudar al equipo¡±. Varias mentes trabajando sobre el mismo problema llegan a soluciones m¨¢s r¨¢pido y ser¨¢n m¨¢s ingeniosas que una sola.
La mejor forma de afrontar esos dos objetivos es escribir un art¨ªculo cient¨ªfico, y luego, o al mismo tiempo, presentar y defender tu trabajo cara a cara ante otros cient¨ªficos y tambi¨¦n ante el p¨²blico general. No funciona solo hacer lo segundo y menos lo tercero, como las ruedas de prensa sobre las vacunas de la covid a las que asistimos a finales del a?o pasado. Solo presentando datos, m¨¦todos de an¨¢lisis y resultados, otros cient¨ªficos pueden, con una visi¨®n m¨¢s libre de prejuicios y menos subjetiva comparada con los investigadores que han dedicado meses o a?os a trabajar en un proyecto, ayudar a avanzar de manera m¨¢s segura en el conocimiento.
La cantidad de art¨ªculos que se publican es ingente y muy dif¨ªcil de digerir por cualquier investigador. Hay un exceso de informaci¨®n
En las publicaciones cient¨ªficas nos enfrentamos a problemas conocidos, compartidos con otras actividades. No estamos al margen de actitudes poco edificantes para alimentar egos u obtener financiaci¨®n a toda costa. Cada vez hay m¨¢s competencia en ciencia luchando por fondos muy limitados en muchos pa¨ªses. Ante tanta competencia, la cantidad de art¨ªculos que se publican es ingente y muy dif¨ªcil de digerir por cualquier investigador. Hay un exceso de informaci¨®n. Eso lleva a que cada vez los cient¨ªficos ponen m¨¢s esfuerzo en que los art¨ªculos cient¨ªficos sean m¨¢s atractivos para otros cient¨ªficos y para el p¨²blico en general, en t¨¦rminos de la claridad de exposici¨®n de resultados o incluso estar bien escritos desde el punto de vista literario. Tambi¨¦n caemos en el pecado del clickbait o de la simplificaci¨®n en la exposici¨®n del trabajo, sobre todo al divulgarlo, que puede llevar a la p¨¦rdida del rigor cient¨ªfico y a disfunciones a la hora de presentar resultados cient¨ªficos en la propia comunidad cient¨ªfica y al p¨²blico en general.
Pero este no es el caso del art¨ªculo sobre Venus, que presentaba dos experimentos diferentes e independientes indicando ¡°la aparente presencia de fosfina en la atm¨®sfera de Venus¡± (citando palabras del propio art¨ªculo) y que a?ad¨ªa, adem¨¢s, una bater¨ªa de posibles explicaciones, entre ellas la ¨²ltima mencionada era la presencia de vida. El art¨ªculo fue mandado a una revista cient¨ªfica, pas¨® por la revisi¨®n de un editor y el escrutinio de tres expertos an¨®nimos, que normalmente son bastante duros y seguramente ayudaron a pulir el trabajo presentado. Una vez pasados estos filtros, fue publicado y presentado a la sociedad en una nota de prensa. En este sentido, los autores del art¨ªculo sobre fosfina en Venus siguieron el m¨¦todo cient¨ªfico a rajatabla y produjeron una publicaci¨®n de calidad, honesta y de gran relevancia. ?Y para calificarla as¨ª no hace falta discutir sobre si el art¨ªculo ¡°estaba mal¡±!
La ciencia camina por los l¨ªmites del conocimiento y caminar por un l¨ªmite es incierto y peligroso
La ciencia camina por los l¨ªmites del conocimiento y caminar por un l¨ªmite es incierto y peligroso. Tan pronto puedes dar un paso en falso, equivocarte y despe?arte, como encontrar un buen punto de apoyo para ir un poquito m¨¢s all¨¢. Volviendo al tema de la fosfina en Venus, el art¨ªculo original fue bastante elaborado y ecu¨¢nime en cuanto a realizar una discusi¨®n exhaustiva de las limitaciones de la toma de datos y de las distintas posibilidades en la interpretaci¨®n de los datos, adem¨¢s de sugerir nuevos experimentos para confirmar las interpretaciones. Una de esas interpretaciones implicaba la existencia de vida en Venus, algo extremadamente relevante, contestar¨ªa a la eterna pregunta: ?estamos solos en el universo?, lo que seguramente llev¨® posteriormente a una espiral de exageraciones, tergiversaci¨®n, sensacionalismo y sobreexposici¨®n de solo algunos de los resultados presentados en al art¨ªculo. No solo ocurri¨® en la parte divulgativa, tambi¨¦n hubo gran revuelo y sobreexcitaci¨®n en la comunidad cient¨ªfica, con actitudes nada edificantes entre compa?eros de profesi¨®n y vocaci¨®n.
Visto lo que pas¨®, ?quiere decir que la publicaci¨®n de este trabajo no debi¨® hacerse?, ?hubo fallos en el proceso de presentaci¨®n de resultados? Incluso ahora sabiendo que hubo un problema en la toma de datos, y que no parece haber fosfina en Venus, siendo asimismo dudoso que, si hubiera fosfina, fuera prueba de que existe vida, la respuesta es que ese art¨ªculo sigui¨® de manera perfecta el m¨¦todo cient¨ªfico. Cumpli¨® su cometido y su publicaci¨®n sirvi¨® para avanzar en nuestro conocimiento, aunque sea a trav¨¦s de un resultado muy discutible, incluso equivocado, basado en datos err¨®neos. Efectivamente, la discusi¨®n cient¨ªfica a escala mundial sobre este tema de la fosfina ayud¨® a detectar fallos experimentales que podr¨ªan afectar a otros proyectos, abri¨® un debate cient¨ªfico sobre compuestos que indicar¨ªan la presencia de vida, los llamados biomarcadores, e incluso nos envi¨® una se?al muy ¨²til sobre la forma m¨¢s adecuada de presentar los resultados cient¨ªficos y discutirlos con otros investigadores y de divulgar la ciencia, especialmente en un tema tan atractivo y trascendente como la existencia de vida extraterrestre. Todos aprendimos, nos preguntamos sobre los or¨ªgenes de la vida, el conocimiento avanz¨®, la ciencia merece la pena incluso siendo falible.
Pablo G. P¨¦rez Gonz¨¢lez es investigador del Centro de Astrobiolog¨ªa, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas y del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (CAB/CSIC-INTA)
Vac¨ªo C¨®smico es una secci¨®n en la que se presenta nuestro conocimiento sobre el universo de una forma cualitativa y cuantitativa. Se pretende explicar la importancia de entender el cosmos no solo desde el punto de vista cient¨ªfico sino tambi¨¦n filos¨®fico, social y econ¨®mico. El nombre ¡°vac¨ªo c¨®smico¡± hace referencia al hecho de que el universo es y est¨¢, en su mayor parte, vac¨ªo, con menos de 1 ¨¢tomo por metro c¨²bico, a pesar de que en nuestro entorno, parad¨®jicamente, hay quintillones de ¨¢tomos por metro c¨²bico, lo que invita a una reflexi¨®n sobre nuestra existencia y la presencia de vida en el universo. La secci¨®n la integran Pablo G. P¨¦rez Gonz¨¢lez, investigador del Centro de Astrobiolog¨ªa; Patricia S¨¢nchez Bl¨¢zquez, profesora titular en la Universidad Complutense de Madrid (UCM); y Eva Villaver, investigadora del Centro de Astrobiolog¨ªa
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