Millones de nanorrobots se mueven de forma colectiva como las bandadas de p¨¢jaros o los bancos de peces
El movimiento dentro de un organismo pudo seguirse desde fuera con un detector de rayos gamma
Investigadores espa?oles han dise?ado unos robots casi infinitamente peque?os que se mueven de forma colectiva aunque sean millones. Y han podido rastrear el enjambre usando un sistema de imagen bastante m¨¢s sofisticado que los rayos X. La combinaci¨®n de ambos logros acerca el todav¨ªa sue?o de la medicina personalizada.
Los nanorrobots, creados por un equipo del Instituto de Bioingenier¨ªa de Catalu?a (IBEC), son esferas de silicio de un di¨¢metro de 507 nan¨®metros (un nan¨®metro es la millon¨¦sima parte de un mil¨ªmetro). A pesar de su reducido tama?o, pueden convertirse en taxis que transporten varias part¨ªculas a¨²n m¨¢s peque?as que funcionen como nanof¨¢rmacos. Ya se han dise?ado cosas as¨ª antes, pero hac¨ªa falta un motor que les permitiera moverse hasta el objetivo. Este nanomotor han resultado ser unas enzimas adheridas a la esfera que hace de chasis del veh¨ªculo. Los investigadores aprovecharon la propia reacci¨®n qu¨ªmica que se inicia cuando estas mol¨¦culas entran en contacto con un sustrato determinado para dotar de movilidad a su ingenio. En este caso, el nanomotor era la ureasa y el combustible, la urea, el principal compuesto de la orina.
Samuel S¨¢nchez es el l¨ªder de este grupo del IBEC centrado en crear nanodispositivos biol¨®gicos. ¡°Para lograr que este chasis de ¨®xido de silicio se moviera necesit¨¢bamos ponerle un motor y lo encontramos en las enzimas, catalizadores que generan un flujo¡±, explica. ¡°Probamos con varias enzimas hasta que llegamos a la ureasa, que reacciona solo cuando hay un sustrato espec¨ªfico, la urea. Lo que hace la enzima es descomponer la urea en CO? por un lado y amon¨ªaco por el otro y esto genera propulsi¨®n¡±, detalla. Ya solventaban uno de los grandes problemas de la nanomedicina, lograr movimiento sin tener que recurrir a un elemento extra?o, un combustible exterior. Todo esto y m¨¢s lo detallan en un art¨ªculo reci¨¦n publicado en la revista Science Robotics.
Los nanorrobots usan la reacci¨®n qu¨ªmica de una enzima que llevan encima con la urea para moverse como si fuera un motor de propulsi¨®n
¡°Hay una amplia librer¨ªa con enzimas para distintos sustratos¡±, comenta S¨¢nchez, pero la ureasa es la que mejores resultados les est¨¢n dando. Adem¨¢s de dotar de movimiento a sus nanorrobots, en la reacci¨®n con la ureasa, la liberaci¨®n del amon¨ªaco altera el pH de la orina, reduciendo la viscosidad del entorno facilitando la dispersi¨®n, ¡°lo que sumado a la fuerza de la propulsi¨®n, abre el camino al f¨¢rmaco¡±, a?ade el cient¨ªfico.
Uno de los mayores problemas de los tratamiento tradicionales y tambi¨¦n de los m¨¢s recientes basados en nanosistemas es que el f¨¢rmaco no llega en la dosis adecuada a los tejidos objetivo. ¡°Para llegar, para tratar un tumor no basta con dotar de movimiento a tus nanorrobots. Tienes que tener millones de ellos capaces de moverse y lograr que lo hagan de forma colectiva¡±, sostiene S¨¢nchez.
Ese movimiento colectivo, como si fueran los desplazamientos de una bandada de p¨¢jaros, es lo que han visualizado ahora en lo que es la segunda gran aportaci¨®n de este trabajo. Lo comprobaron usando una t¨¦cnica de imagen como las de rayos X o las resonancias magn¨¦ticas, aunque menos usada y conocida. Se llama tomograf¨ªa por emisi¨®n de positrones o PET.
El investigador del centro de investigaci¨®n en biomateriales CIC biomaGUNE y coautor del estudio Jordi Llop destaca que la PET ¡°permite visualizar cualquier mol¨¦cula, c¨¦lula, nanopart¨ªcula... que hayas marcado para emitir radiaci¨®n y es, adem¨¢s, ultrasensible, capaz de detectar la cantidad m¨¢s peque?a¡±. Para seguir y poder ver a los nanorrobots lo que hicieron fue adherirles qu¨ªmicamente ¨¢tomos de fl¨²or-18 y yodo-124, is¨®topos de ambos elementos que emiten radiaci¨®n. Esas emisiones de rayos gamma son como faros cuya luz detecta el PET. ¡°No vemos los motores individuales, sino el conjunto. Cuantificamos cu¨¢ntos, d¨®nde, cu¨¢ndo se han movido¡±, detalla Llop. Es la primera vez que se logra algo as¨ª con un enjambre de millones de nanorrobots.
Su complejo sistema de nanorrobots autopropulsados lo vieron primero in vitro con el microscopio, pero despu¨¦s lo rastrearon in vivo en la vejiga de una veintena de ratones con la PET. Tania Pati?o, tambi¨¦n del IBEC y coautora de la investigaci¨®n asegura en una nota que ¡°es la primera vez que podemos visualizar directamente la difusi¨®n activa de nanorrobots biocompatibles dentro de fluidos biol¨®gicos in vivo¡±. Y a?ade que poder ¡°monitorear su actividad dentro del cuerpo y el hecho de que muestren una distribuci¨®n m¨¢s homog¨¦nea podr¨ªa revolucionar la forma en que entendemos los enfoques de administraci¨®n y diagn¨®stico de f¨¢rmacos basados en nanopart¨ªculas¡±.
En cuanto al movimiento colectivo del enjambre, conocido en entornos biol¨®gicos, no resulta estar dirigido u operado desde fuera. ¡°El movimiento, aunque colectivo, es ca¨®tico. Se crean flujos, corrientes y bancos de nanorobots que se agrupan entre ellos, pero la forma y la direcci¨®n no est¨¢ controlada, de momento¡±, recuerda S¨¢nchez. Tampoco es fruto de una especie de inteligencia colectiva como no lo es el desplazamiento coordinado de los bancos de peces o las bandadas de p¨¢jaros y, sin embargo, son mecanismos eficaces de supervivencia. Siguiendo con el s¨ªmil, S¨¢nchez concluye que ¡°ese movimiento, aunque ca¨®tico, es muy eficiente para mover todo el l¨ªquido que hay en la vejiga y para que los nanorobots lleguen a todas las paredes¡±.
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